Capítulo 5 - Nace una Amistad

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Después de su encuentro bajo la luna llena, la relación entre Moria y Fenrir se fortaleció y evolucionó rápidamente. Su amor había nacido de la soledad y la música, y ahora florecía con cada momento compartido. Pero más allá del romance, una profunda amistad había echado raíces, proporcionando un fundamento sólido para su relación.

Cada noche, Moria y Fenrir se encontraban junto al lago, continuando con su ritual de melodías y conversaciones. Compartían sus esperanzas, sueños y temores, descubriendo que tenían más en común de lo que habían imaginado. Moria se convirtió en la confidente de Fenrir, y él en el de ella. Había algo liberador en poder compartir sus pensamientos más íntimos sin temor a ser juzgados.

Una noche, mientras estaban sentados a la orilla del lago, Moria observó cómo Fenrir tocaba una melodía alegre, una rara muestra de su lado juguetón.

—Eres increíblemente talentoso, Fenrir —dijo Moria con una sonrisa—. Nunca dejas de sorprenderme.

Fenrir sonrió y bajó la flauta.

—Gracias, Moria. La música siempre ha sido mi refugio, pero compartirla contigo la ha hecho aún más especial.

Moria asintió, sintiendo un cálido resplandor en su pecho. Decidió abrirse aún más a Fenrir.

—Cuando era una niña, antes de convertirme en vampira, solía soñar con explorar el mundo. Quería ver más allá de las montañas y los bosques. Pero cuando me convertí, me sentí atrapada en la eternidad, sin un propósito claro.

Fenrir la escuchó atentamente, sus ojos azules llenos de comprensión.

—Entiendo esa sensación. Antes de que mi madre muriera, me enseñó a amar la naturaleza y a encontrar belleza en las cosas simples. Pero después de su muerte, me sentí perdido, como si una parte de mí hubiera desaparecido.

Moria extendió su mano y la colocó suavemente sobre la de Fenrir.

—No estás solo, Fenrir. Siempre tendrás a alguien que te entienda y te apoye. Y, si me lo permites, quiero ser esa persona.

Fenrir entrelazó sus dedos con los de Moria, sintiendo una conexión profunda y reconfortante.

—Y yo quiero ser esa persona para ti, Moria. Juntos, podemos encontrar nuestro propósito y crear una vida llena de significado.

A partir de ese momento, Moria y Fenrir comenzaron a explorar más allá de sus encuentros nocturnos junto al lago. Visitaron distintos lugares de Groteskal, redescubriendo el pueblo a través de los ojos del otro. Paseaban por la Plaza de la Luna, se adentraban en el bosque, e incluso visitaban la biblioteca del castillo de Moria, donde pasaban horas leyendo libros antiguos y compartiendo historias.

La amistad que habían forjado les permitió abrirse a nuevas experiencias y aprender el uno del otro. Moria enseñó a Fenrir sobre historia y literatura, mientras que él le mostró los secretos de la naturaleza y la importancia de encontrar alegría en las cosas simples.

Una noche, mientras paseaban por el bosque, Fenrir le enseñó a Moria a identificar las diferentes constelaciones en el cielo. Se detuvieron en un claro, y Fenrir, señalando con su mano peluda, comenzó a dibujar figuras en el aire.

—Esa es la constelación de Orión, el cazador —dijo Fenrir—. Y allí está Casiopea, la reina. Mi madre solía decirme que cada estrella es una historia esperando a ser contada.

Moria miró las estrellas con renovado interés, sintiendo una conexión más profunda con el universo.

—Son hermosas, Fenrir. Gracias por compartir esto conmigo.

Fenrir sonrió, sus ojos reflejando la luz de las estrellas.

—Gracias a ti por estar aquí. Nunca imaginé que encontraría a alguien como tú.

A medida que pasaban los días, la amistad de Moria y Fenrir se convirtió en el núcleo de sus vidas. Se apoyaban mutuamente, enfrentando juntos los desafíos y celebrando las alegrías. Su relación, basada en la comprensión y el respeto mutuo, se fortalecía con cada momento compartido.

El nacimiento de su amistad marcó un nuevo capítulo en sus vidas inmortales, una etapa llena de descubrimientos y promesas. Y mientras la luna brillaba sobre Groteskal, Moria y Fenrir sabían que habían encontrado en el otro algo más que amistad y amor: habían encontrado un hogar en el corazón del otro.

Amor en Groteskal: La Balada de Moria y FenrirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora