Lo que dice una mirada...21

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Jana.ఌ

—Si tía prometo ir hoy —rayó una hoja de mi cuaderno con una mano mientras que con la otra sostengo el teléfono.

—Les haré de comer, no me dejen plantada —advierte con un tono de voz fuerte.

—Jamás, a la comida no le diré que no.

—Pero si se te olvida comer a veces.

—Algo malo tenía que tener y eso fue la memoria —Cambió a otro marcador para seguir con mi arte.

—Tu tío estará aquí para verte.

—Está bien, te tengo que colgar ya está por llegar el maestro, adiós —cuelgo la llamada y guardo el teléfono en la mochila.

Veo a Lucina entrando mientras me sonríe desde la entrada.

—Buenos días, sirenita —me acaricia la barbilla por unos segundos para sentarse en su asiento.

—¿Por qué sirenita?

—Por el pelo —dice como si fuera algo obvio.

—El de ella era más rojizo, así que no soy.

—No me importa, lo que sí me importa es el chisme, así que cuéntame —pone un brazo en el escritorio para recargar su cabeza mientras me mira atenta esperando que hable.

—¿Qué te tengo que contar?

—Lucas ya me confirmó que son novios y que han salido varias veces, cuéntame— habla emocionado y yo trato de recordar quién es Lucas.

Después de unos segundos se de quién habla.

—No hay mucho que decir.

—¿Ya se besaron?

—Aún no —dudo de mi respuesta, no sé qué debo responder si mentirle o decirle la verdad haci que me decido por decirle la verdad.

—Yo a mi novio lo bese antes de que fuéramos novios, no sé si tú eres muy lenta o yo muy rápido.

No le respondo a ver qué el maestro entra y no con una buena cara.

—Seguramente no le dieron anoche —susurra antes de sentarse completamente en su asiento con la espalda recta.

Eiden

Me dirijo hacia el cuarto de lavado al escuchar los gritos de Jana después de que acompañara a Jana a prender la lavadora por qué ya no tenía ropa limpia, según ella, por qué su armario es gigante y aún así está lleno.

Río al mirar a mi solecito con jabón en el cabello y como con la mirada quiere matar a Hana.

—No le encuentro la gracia —deja de mirar a su prima para mírame a mí enojada y yo dejo de reír al tenerla frente a mí con los brazos cruzados.

—Tu no pero nosotros sí —responde Hana por mí.

—Ya terminamos—Grita Ariana, al abrir la puerta, se calla al instante en que ve a Jana furiosa—. Creo que llegamos en mal momento.

—¿Naranjita querías probar un nuevo color de pelo?

—Si claro, quiero parecerme a Stitch —sale de lugar.

—Se parece más a bulma, Eiden no te dan ganas de disfrazarte de vegeta —Lo ignoro y salgo del cuarto de lavado sin responderle, camino hacia el baño donde veo a Jana con la puerta abierta tratando de lavarse el pelo en el lavamanos.

—Te ayudo —me acerco a ella.

—Si por favor —Agarro mechones de su cabello para ayudarle a quitarse el jabón.

Mi Batalla con el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora