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-¿Se puede saber dónde estabas? -preguntó Ajax, su voz cargada de enojo.

Enid detuvo sus pasos, mientras Wednesday la miraba y Ajax la agarraba bruscamente de las manos. La intervención de Wednesday fue inmediata.

-¿Que crees que haces?- lo empujó rápidamente. El solo hecho de que le hicieran daño a alguien que ella quería mucho, la ponía furiosa

-¡No es tu asunto! -gritó Ajax, furioso, enfrentándose a Wednesday.

-¿Y a este qué le pasa ahora? -Yoko apareció de la nada, observando la escena.

Se quedó en uno de los rincones, dándole descaradamente a Ajax una señal para que continuara.

-¿Dónde estabas? -preguntó, enfocándose en Enid. -¿Y estás casi desnuda? ¿De quién es esa ropa?-

-Son muchas preguntas, "Romeo" -dijo Yoko nuevamente. -Vas a terminar sofocándola y matándola como en el libro.

-¡No te metas en esto! -gritó Ajax.

Yoko dejó su porte relajado y, en un segundo, estaba al frente de Ajax. -Las medusitas en tu cabeza te están controlando de nuevo o acaso eres tan tonto como para gritarme-

-Este no es tu asunto, ¡vete!-

-No tengo idea de por qué Enid sigue contigo, pero sigue así y estoy segura de que no será por mucho tiempo -dijo antes de irse de la misma forma en la que vino.

-Tiene razón -dijo Wednesday. -No es el momento para hablar...- hizo que Ajax soltara a Enid. -Cálmate y lo que sea que quieras decirle, lo hablan mañana.

Enid fue la primera en irse, visiblemente afectada por la confrontación.

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Mientras tanto, Kate estaba en su habitación, con Rose sentada en la cama cubierta por una manta y siendo atendida por Ava. Kate, en total silencio, miraba a la nada a través de la ventana.

-¿Donde has estado? -se animó a preguntar Kate, su voz llena de preocupación.

Rose no decía nada, solo la miraba con una expresión de silencio absoluto. Era lo primero que Kate le preguntaba después de no verla por casi la mitad de una semana, pero las palabras de Wednesday aún retumbaban en su mente.

El verla ahí y saber que no pudo romper la barrera de la indiferencia una vez más, en serio le había dolido.

-No creo que sea el momento para eso -se atrevió a decir Nadine. Kate volteó a verla y luego se acercó a Rose, arrodillándose para hablarle mientras era observada por sus amigas.

-Lo que te dije... -comenzó Kate, pero Rose la interrumpió.

-No quiero hablar más de eso -dijo Rose, al fin mirándola a los ojos. -Lo que me dijiste, ya nada lo cambiará. Tus disculpas no tienen sentido.

-Solo quiero pedir perdón... otra vez -insistió Kate.

-No tengo tiempo para esto, Kate -Rose se levantó de la cama, su voz firme. -Mi hermana llega mañana y será una semana muy atareada para mí... no tengo tiempo para discutir contigo otra vez y llegar a la misma conclusión. No tengo tiempo para volver a escuchar lo mismo salir de tu boca una y otra vez, ¡y sabes para qué tampoco tengo tiempo! Para besarme con Wednesday a escondidas de mi novia. Así que no quiero escuchar tus disculpas una vez más y no quiero que mañana se arruine el día que preparé con mi hermana, solo porque aún no puedes confiar en mí.

S E C R E T SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora