— ¿Qué? ¡Oye, suéltame idiota! — El cuerpo de Lucia sobre el mío me impedía totalmente el movimiento. ¿¡Que mierda le pasa!?
Lucia no me contestó. Por un momento pensé que estaría bromeando, pero su silencio y su desnudez lograban desechar esa idea. Intenté mirarla a los ojos, pero su cabello me lo impedía, miraba hacia abajo, no estoy segura de qué, pero comenzaba a sentirme asustada. Parecía... ¿dormida?
— Lucia... — Le hablé, moviéndola un poco de sus brazos. Pero no respondió. Siguió en la misma posición, sobre mí y su rostro perdido. — Mierda, Lucia, ya... — De un movimiento demasiado repentino, mis manos fueron arrastradas hasta quedar sobre mi cabeza, y mis brazos extendidos en mi contra. Lucia se encargó de sujetarme con fuerza, demasiada. Levantó su rostro, hasta dejarlo por fin frente al mío. Sus ojos estaban oscuros, y su melena se ceñía a su frente.
— Vuelve a decir mi nombre... — Su voz era áspera. Más ronca de lo que normalmente es. — Y te follaré duro y sin compasión. — Mi cuerpo entero tembló por la amenaza. ¡¿Está hablando en serio?! Mierda, comienzo a preocuparme.
— Lucia, deja de jugar. Si esto es una broma, quiero decirte que no es graciosa, porque... — Una de sus piernas se colocó entre las mías y las separó de golpe, interrumpiéndome.
— Te lo dije... — musitó.
— ¿Qué? Oye no, yo... — Una de sus manos cubrió mi boca, mientras la otra me siguió sujetando. Y ahora sí, me asusté. Escondió su rostro en la curva de mi cuello y sentí un escalofrío cuando la punta de su cálida lengua recorrió mi piel fría. Lo hizo sin ninguna clase de gracia o mentira impregnada en el acto.
Como si yo no fuera su mejor amiga, o como si no fuera simplemente yo.
Intenté liberarme, pero era demasiado fuerte. Mierda, ahora es cuando odio que la idiota practicará baseball y sea más fuerte que yo. Comencé a llamarla, pero su mano me impedía hablar con claridad.
Joder, ahora estoy asustada.
Lucia descendió su cabeza, pasando su lengua por mi piel. Depositó una mordida descuidada en mi clavícula que logró erizarme por completo. Mierda, allí no.
Apartó su mano de mi boca.
— Lucia, ya. Quítate... — Ordené en cuanto quedé liberada. Pero ella sólo me ignoró y colocó su mano libre sobre el lugar menos apropiado. — No... — Comenzó a masajearme, pasando la palma de su mano con movimientos circulares. — No toques... Allí. — Suspiré con voz baja. Su mano siguió acariciando, cambiando ahora su trayectoria y haciéndolo de arriba a abajo. Mierda... Se siente bien... — Lucia, no... Ya-ya deja... — Rogué con voz temblorosa. Lucia se dedicó a delinear con sus dedos cada parte de mi intimidad. — ¡Lucia! — Joder, ¿Por qué lo hace tan bien? ¡Pero no! — Lu... Lucy, ya, esto no... — Alzó su mano y la metió dentro de mi pantalón de pijama y la ropa interior. Sus dedos acariciaron mi clítoris. Gemí.
Oh Dios no. Esto no es correcto.
— Sí te gusta... — Sus roncas palabras sacudieron mis sentidos por completo. Lucia comenzó a realizar diversos movimientos, de diferentes formas. Cerré mis ojos. Mis brazos sujetados hacia arriba por Lucia estaban casi entumecidos. Pero el placer que comenzaba a sentir hacía que se me empezara a olvidar. — Te gusta mucho. — Besó debajo de mi oreja y suspiró cerca de ésta misma. Sentí cómo uno de sus dedos dibujaba el contorno de mi entrada. Mi cuerpo entero tembló.
Sí, sí me gusta. Esto me gusta mucho.
Lucia presionó uno de sus dedos contra la entrada tentativamente, acarició mi sensible piel con parsimonia. Cada roce comenzó a estremecerme. Demasiado placer. Demasiada lentitud.
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【 𝘚𝘦𝘹𝘰𝘮𝘯𝘪𝘢 & 𝘗𝘢𝘳𝘢𝘴𝘰𝘮𝘯𝘪𝘢 • 𝘓𝘶𝘮𝘦𝘭𝘪𝘢 】
Fanfiction"𝘋𝘰𝘯𝘥𝘦 𝘓𝘶𝘤í𝘢 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘶𝘯 𝘵𝘳𝘢𝘴𝘵𝘰𝘳𝘯𝘰 𝘯𝘰𝘤𝘵𝘶𝘳𝘯𝘰 𝘺 𝘈𝘮𝘦𝘭𝘪𝘢 𝘤𝘳𝘦𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘴 𝘶𝘯𝘢 𝘴𝘪𝘮𝘱𝘭𝘦 𝘣𝘳𝘰𝘮𝘢" "𝙎𝙚𝙭𝙤𝙢𝙣𝙞𝙖" "𝘥𝘦𝘯𝘰𝘮𝘪𝘯𝘢𝘥𝘰 𝘢𝘴í 𝘢𝘭 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘰𝘳𝘵𝘢𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘴𝘦𝘹𝘶𝘢𝘭 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦...