Nos volvemos a encontrar

1. Primer encuentro

1992- Harry

Era tarde, la noche ya había pasado de las doce, pero decidimos salir a ver qué estaba pasando. En el momento en que íbamos a ir a nuestras habitaciones después de haber discutido temas triviales en la sala común de Gryffindor oímos repentinamente un grito proveniente del Bosque Prohibido, no le pertenecía a ninguna criatura que hubiésemos escuchado antes, sino que parecía, por muy desgarrador que fuese, el grito de una persona.

De forma sigilosa y con ayuda de la capa de invisibilidad Hermione, Ron y yo conseguimos salir de Hogwarts para ir a ver qué estaba pasando en el Bosque Prohibido. Cuando llegamos al lugar no vimos nada fuera de lo normal, no queríamos adentrarnos más en el bosque ya que eran altas horas de la noche y no queríamos correr ese riesgo, Hermione remarcándonos que estaríamos locos si nos metemos ahí a estas horas.

Después de una hora recorriendo los alrededores del bosque decidimos que no íbamos a encontrar nada más que un resfriado, por lo tanto, empezamos a volver al interior de Hogwarts. Justo al darnos la vuelta esa voz volvió a escucharse otra vez, esta vez no era un grito desgarrador, pero se notaba una desesperación muy fuerte, y estaba muy cerca de nosotros.

Nos acercamos a donde sonaba la voz y vimos salir del bosque a una muchacha, de unos veinte años, con un pelo rojo oscuro, hasta las caderas, y muy despeinado, como si acabara de salir de una pelea, con su ropa hecha jirones y algún que otro moratón o corte podía afirmar esa idea.

- Harry – fue lo único que dijo, en un pequeño murmullo. Su rostro expresaba desesperación, sus ojos verdes estaban clavados en mí, tanto que un escalofrío me recorrió toda la columna junto al comienzo de un pequeño dolor en mi cicatriz. – Harry, Harrry – sus palabras se escurrían y no era capaz de vocalizar muy bien pero cada vez se acercaba más a mí.

Podía escuchar a Hermione y Ron decirme que me alejara, pero me sentía paralizado, sentía el dolor en mi cicatriz aumentar, lo que era un mal presagio, pero por alguna razón me sentía seguro. La joven se seguía acercando hacia mí mientras me acuchillaba con sus ojos, pero, aunque me sentía petrificado no sentía miedo ni peligro.

- Harry – seguía repitiendo, ahora más grave que anteriormente, esa voz me dio un escalofrío, su ojo izquierdo estaba tornándose a un color blanco y cada vez se acercaba más y más. – Harry, huye – fue lo único que pudo articular, su cuerpo decía todo lo contrario a sus palabras, me apuntaba con la varita y parecía dispuesta a tirarme un hechizo en cualquier momento.

Hermione había ido corriendo a la casa de Hagrid pues era el profesor más cercano, mientras Ron intentaba que volviera en mí mientras me zarandeaba para obligarme a moverme de allí. No podía reaccionar a nada solo escuchaba su voz, sentía todas las voces exteriores emborronarse en un murmullo el cual no podía escuchar, solo el dolor, ahora punzante, en la cicatriz me mantenía en la realidad. La chica parecía confusa, si quisiera matarme ya lo podría haber hecho, pero solo estaba ahí, mirándome y con la varita apuntando directamente a mi pecho.

De repente llegó Hermione con Hagrid a la vez que la profesora McGonaggall la cual se había despertado por los gritos, la muchacha salió del trance, miró a los nuevos presentes, mandó un hechizo hacia la profesora, para sorpresa de todos, ella lo esquivó hábilmente y desarmó a la chica, esta cayó al suelo inmovilizada y Hagrid se acercó rápidamente a ella.

McGonagall nos pidió que nos fuéramos a las habitaciones urgentemente, después de una amenaza de castigo por estar fuera a estas horas.

- ¿Qué acaba de pasar? – dijo Ron en cuanto entramos a la sala común de Gryffindor. - ¿Quién era esa chica?

- ¿La conocías de algo Harry? – preguntó Hermione – Yo ni si quiera le he podido ver la cara, estaba todo muy oscuro.

- No, nunca la había visto – dije inseguro, decidí guardarme el dato de la cicatriz para mí mismo.

Esa noche nos fuimos a las habitaciones bastante agitados por el suceso. El castigo de McGonaggall, fue la retirada de 30 puntos de Gryffindor "no sé por qué os hago caso, un día vamos a acabar expulsados", cita textual de Hermione. Después de ese día no volvimos a hablar de esa noche, también es que otros problemas más importantes interfirieron, como la apertura de la cámara de los secretos.

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Primer capítulo!!! Espero que os haya gustado muchísimo. Pronto estará disponible el segundo. ¡Muchas gracias por leer!