Nos volvemos a encontrar

3. La selección

- ¡¿Harry?!, Harry, ¿Estás bien? – Escuché a una chica hablarme.

Por fin pude abrir los ojos, seguía en el vagón del tren. Me dolía la cabeza y estaba tumbado en uno de los asientos. Me sentía muy extraño, como vacío, pero de una forma muy extraña. El frío seguía apoderado de mi cuerpo, pero de una manera mucho más soportable.

- ¿Hermione? – una vez volví a la realidad, pude ver a Hermione y Ron mirándome bastante alarmados - ¿Qué era esa cosa? – pregunté recordando la terrible criatura del tren.

- Un dementor – giré rápidamente la cabeza hacia la voz, era aquel profesor que estaba durmiendo en el vagón – Toma, te sentará bien – dijo dándome un poco de chocolate. – Coge tú también – dijo ofreciéndole otro trozo a una muchacha pelinegra que había en la puerta del vagón.

- Estoy bien – dijo sin dejar de tener la mirada fija en mí.

- Estás muy pálida – insistió el profesor, ella le miró y decidió quitarle el chocolate y volver a fijar la mirada en mí.

- ¿Por qué había un dementor en el tren? – preguntó Hermione con un tono nervioso.

- Probablemente hayan entrado en busca de Sirius Black – explicó el profesor con la mirada algo perdida. – coged algo más de chocolate si os sentís mal – nos dijo con una pequeña sonrisa mientras se levantaba – voy a hablar con el conductor. – concluyó antes de irse.

- ¿Qué ha pasado? – pregunté todavía algo confuso.

- La cosa esa ha empezado a chuparte la cara – empezó a decir Ron de forma precipitaba – de repente el profesor Lupin lo ahuyentó, pero te habías desmayado, te habías quedado rígido tío, pensábamos que te había dado algo – siguió Ron bastante alterado.

- ¿A vosotros no os ha pasado nada? – pregunté algo confundido, si yo me había desmayado a ellos también les tendría que haber afectado la criatura

- Los dementores absorben los recuerdos más felices – me sobresalté al escuchar hablar a la joven que estaba en la puerta – dejando a la persona con los recuerdos malos, cuanto peores sean estos, más le afectan los dementores. – terminó de explicar. Era alta, con un largo pelo negro en una trenza y ojos verdes oscuros. Me seguía mirando, pero parecía tener la mirada perdida.

- Perdona, ¿Quién eres? – preguntó Hermione algo incómoda.

Pareció salir del trance repentinamente y se quedó mirando a Hermione por unos segundos, de repente una pequeña sonrisa apareció en su cara.

- Que despiste, no me he presentado – se colocó el pelo detrás de la oreja – soy Emma Scamander, seré la profesora ayudante del profesor Lupin en defensas contra las artes oscuras, encantada. – terminó de explicar con una sonrisa, me pareció algo contradictoria comparada con la cara seria que había mantenido durante todo este tiempo.

Todos murmuramos una respuesta, cuando decidió ir a ver qué estaba ocurriendo con el conductor. Una vez solos, Hermione y Ron me detallaron algo mejor lo que había ocurrido, el hechizo del profesor Lupin, mi desmayo y los sentimientos de tristeza que les había dejado el dementor.

- No has sido el único al que le ha afectado, la profesora Scamander ha venido dando tumbos, de no ser por el chocolate del profesor, fijo que se habría desmayado. – explicó Ron mientras aprovechaba para coger una de las ranas de chocolate que nos habían ofrecido.

- Entonces, ¿Ha sido ella quién ha gritado? – pregunté todavía algo confuso.

No ha gritado nadie Harry –me dijo Hermione

...

Por fin salimos del tren, ya algo más recuperados gracias al chocolate que nos había ofrecido el profesor Lupin, al cual por cierto no habíamos vuelto a ver, ni a él ni a la profesora Scamander. Por fin entramos por las puertas del castillo. A pesar de todo lo que estaba pasando, sentí que todos mis problemas se iban por un momento, por fin había llegado a lo que realmente podía llamar hogar. Realmente esperaba que este año fuera tranquilo, después de los dos anteriores esperaba que pudiese respirar, y simplemente disfrutar del curso. Aunque bueno, la noticia de que un fugado de Azkaban buscaba mi muerte, no me otorgaba mucha tranquilidad la verdad.

Después de tener que aguantar la burla de Malfoy y sus amigos sobre el hecho de que me haya desmayado en el tren por un dementor (sigo sin saber cómo se ha enterado), por fin llegamos al gran comedor. Recorriendo el castillo me consoló ver como todo seguía exactamente igual, daba igual todos los problemas que me rodearan, que Hogwarts siempre iba a estar ahí, con las mismas paredes, escaleras mágicas, velas flotantes y todas esas cosas que me hacían sentir otra vez como aquel niño de once años que veía la magia por primera vez.

Nos sentamos en la mesa de Gryffindor esperando a que comenzara la ceremonia de selección. Sinceramente, nunca solía ponerle mucha atención ya que, bueno, mi mente está más ocupada pensando en la comida que viene después, y francamente, se hace eterna la espera. Por fin entraron todos los nuevos alumnos, con caras de asombro y nervios, detrás de la profesora McGonagall. Comenzó entonces la ceremonia.

- Por fin - exclamó impaciente Ron cuando se sentó el último alumno en su nueva casa - ¿No os parece que cada año hay más alumnos? - no tuvimos oportunidad de responder ya que la profesora McGonagall pidió silencio en el comedor.

- Este año tenemos una selección más que hacer - explicó McGonagall con una sonrisa en la cara - este año tenemos a una nueva profesora, la profesora Scamander, la cual nunca ha tenido la suerte de pisar Hogwarts ya que recibió su educación mágica en casa, así que realizaremos su selección para que conozca su casa. - McGonagall miró a Scamander mientras ella se levantaba para dirigirse hasta el sombrero seleccionador.

- ¿Snape la conocerá? - dijo Ron repentinamente, haciendo que le mirásemos extrañados - es que, lleva todo el rato mirándola... - murmuró para que solo lo oyésemos nosotros.

- ¿Por qué la iba a conocer si nunca ha estado en Hogwarts? - murmuró Hermione de la misma forma que Ron.

A partir de ahí empezaron a discutir, y decidí centrarme en la selección de Scamander, tenía curiosidad de dónde acabaría. Ron llevaba razón, Snape no le quitaba ojo, tenía el ceño fruncido y una mirada muy cortante, me dio un escalofrío solo de verla. ¿A lo mejor eran enemigos? Definitivamente no era una mirada muy amigable.
Scamander por fin se sentó en el taburete, tenía una sonrisa un tanto nerviosa, no pude ver sus expresiones ya que el sombrero le tapó rápidamente la cara. Todo se sumió repentinamente en un silencio expectante, era la primera vez que veía a alguien adulto ser seleccionado, era algo novedoso.
Empezaron algunos murmullos ya que después de un minuto todavía no había respuesta. Incluso el profesor Lupin tenía algo de preocupación en su rostro, también expectante por el resultado.

- ¿A lo mejor en los adultos tarda más tiempo? - murmuró Hermione hacia nosotros. Ron intentó responder, pero el sombrero le interrumpió.

- SLYTHERIN - Exclamó el sombrero, hubo un pequeño silencio que fue roto por los aplausos de la mesa de Slytherin.

McGonagall le quitó el sombrero, Scamander abrió los ojos algo confusa, y rápidamente empezó a sonreír, algo incómoda. Se levantó y empezó a caminar hacia la mesa de los profesores, mientras el resto del comedor se llenó de comida a la orden de Dumbledore, Scamander trastabilló, si no fuera por el brazo de McGonagall se hubiera derrumbado. Lupin la miraba preocupado, pero cuando intentó levantarse para ayudarla, ella le señalizó que estaba bien. Pude ver como sus manos temblaba mientras cenaba.

- Bueno ya sabemos por qué Snape no paraba de mirarla - dijo de repente Ron, distrayéndome de observar a la profesora - son de la misma casa, a lo mejor tiene un radar para eso o algo. - Hermione y yo nos quedamos mirándole estupefactos hacia su razonamiento, Hermione empezó a reírse por el comentario mientras Ron se quejaba.

¿Qué ocultas?, era lo único que pude pensar durante la cena.

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¡Capítulo nuevo por fin! ¡Espero que os guste, votad y comentad!
Muchas gracias por leer