2. Vuelta a Hogwarts

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1993 - Emma

- Moony no sé si esto va a ser buena idea – dije mientras intentaba desenredarme el pelo "ugh necesito cortármelo". – Además, ¿No te han dado la oferta de empleo de profesor a ti? Para qué voy a ir contigo.

- Emma, literalmente fuiste tú la que me rogaste para ser profesora auxiliar – dijo Remus mientras daba un sorbo a su taza de té.

- Pero, ¿Qué les voy a enseñar yo a unos niños?, no tengo ni idea de defensa contra las artes oscuras – expliqué mientras terminaba de peinarme

- Emma, ¿en serio? – me miró cuestionando mi juicio.

- Vale, quizá sí sé sobre defensa, algo – Remus echó una risa ante eso – no te rías, estoy nerviosa, ¿vale? – Remus me quitó el peine porque estaba al borde de arrancarme el pelo y me lo empezó a trenzar.

- Emma, vas a ser una gran profesora, y sé que esto no es sobre tu calidad de enseñanza – suspiró – ¿Sabes qué? Yo también tengo miedo, mis mejores memorias se hicieron allí, y sé que me va a doler volver a Hogwarts solo. Pero ellos no querrían que el único sitio al que he llamado hogar se convierta en mi pesadilla. – al terminar de trenzarme el pelo se sentó enfrente de mí – también tengo miedo de conocerle, per-

- Remus ya hemos hablado de esto, deja el tema- dije cortante mientras me levantaba de la silla.

- Emma, perdón pero vas a tener que verle tarde o temprano – explicó mientras se levantaba también de la silla – sé que así no es como querías que fueran las cosas... Pero déjame estar ahí para escucharte por lo menos.

- Gracias Remus, pero de verdad no me apetece hablar del tema – dije mientras intentaba tragarme el nudo de la garganta, de verdad estaba muy nerviosa.

Moony me miró algo dudoso, pareció decidirse y se acercó para darme un abrazo. Me dio unas palmaditas en la espalda y fue a seguir bebiéndose su taza de té. Noté que el nudo de mi garganta se desenredaba un poco y podía respirar mejor, además vi a Remus decirme "Todo saldrá bien, no te va a controlar" mediante lenguaje de signos. Noté un calor en el pecho extenderse, sé que llevaba razón, pero mi corazón seguía latiendo descontrolado al pensar en conocerle.

...

- Pf, creo que esta es la quinta foto de Sirius que veo en este solo periódico – digo mientras esperábamos en el andén nueve y tres cuartos para que llegara el expreso de Hogwarts – creo que debe estar horrorizado de que le saquen en los periódicos con estas pintas – continué con algo de humor.

Remus simplemente se limitó a ignorarme, aunque sabía que me estaba escuchando, al escuchar el nombre de Sirius se tensó. Suspiré y dejé el periódico en mis piernas.

- Todavía no he conseguido saber nada de él, si que se está escondiendo bien – susurré para que no nos escucharan.

- Emma ya hemos hablado de esto, es peligroso – replicó Remus claramente incómodo con el tema de conversación.

- Sirius no fue el guardián, él no los mató, no sería capaz – murmuré entre dientes – si no quieres ayudarme le buscaré yo sola. – repentinamente Remus me agarró del brazo y me miró fulminante.

- Azkaban cambia a las personas, y Sirius siempre ha estado del lado de la impulsividad. Claro que he intentado sacarlo de ahí, pero no hay ni una maldita prueba – se echó el pelo para atrás, algo abrumado – ya no sé que creer la verdad... - murmuró casi para sí mismo. – Además, ¿crees que el Ministerio va a escuchar a una muerta y a alguien como yo? – dijo con la mirada perdida en las vías.

Decidí dar por cerrado el tema y dejar que el silencio se apoderara de nosotros. El andén era tal y como me habían contado tantas veces, sentía un punto de nostalgia aunque nunca había estado aquí antes. Todavía era pronto pero ya aparecían las primeras familias con sus hijos ataviados en el uniforme, algunos volviendo y otros pequeños nerviosos por el primer año en la escuela con la que habían soñado.

No pude evitar sentir una punzada de envidia, que rápidamente se convirtió en ira, aquel-que-no-debe-ser-nombrado, una estupidez eso de no nombrarle si se me permite opinar, me arrebató esto, mi infancia llena de magia, y me iba a encargar que no hiciese sufrir a nadie más, nunca.

...

Por fin llegó el tren y decidimos subirnos directamente. Pude ver a Moony algo melancólico al ver el tren, se quedó mirándolo un momento antes de suspirar, darme una sonrisa, coger su bastón y entrar. Ayer había habido luna llena y bueno, no son un paseo por el bosque sus transformaciones exactamente.

- Sabes, este es el vagón que solíamos coger – murmuró Remus al sentarse, coloqué nuestras maletas encima de los asientos y no pude evitar imaginarme a los famosos "merodeadores" en el vagón – pensaba que no lo recordaría... - de repente una sonrisa algo triste en su cara – definitivamente James y Lily deben estar riéndose de que haya vuelto como profesor. – eché una pequeña risa.

- Remus "jefe de todas las bromas de los merodeadores" Lupin profesor?! – dije mientras simulaba una cara de asombro. Moony echó una carcajada.

- Prongs diría exactamente eso – dijo mientras sonreía algo melancólico con la mirada perdida.

Finalmente, Remus se quedó dormido, le tapé con una manta y decidí ir a explorar un poco del tren mientras entraban el resto de alumnos. Estaba cogiendo un buen arsenal de chocolate para todo el viaje cuando empecé a notar un frío extraño, demasiado extraño. Se me pusieron los pelos de punta y sentía que ese frío se metía en mis huesos. Dementores. En ese momento escuché un grito en el vagón donde estaba Remus.





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¡Nuevo capítulo! Un poco de suspense para el próximo capítulo jeje. Espero que os haya gustado y que pongáis muchos comentarios y votéis!

¡Hasta el próximo capítulo y gracias por leer!

Nos volvemos a encontrarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora