Lia:
- ¿Dónde estabas? - volvió a preguntar Male de brazos cruzados al ver que yo no contestaba.
- Quise ir a tomar un poco el aire - dije nerviosa poniendo una excusa.
- ¿Toda la mañana? - preguntó Male - ¿donde estuviste Lia?.
Agaché la cabeza.
- Podes confiar en mí, ¿te acordas verdad? - dijo Male.
Me quedé mirándola fijamente, pensando en decírselo.
- Bueno, yo... - dije, tragué saliva y continué - estoy apuntada en el Linniers, un equipo de fútbol.
- Ya sabía que estuviste ahí, pero, ¿por qué no me lo dijiste? - dijo Male.
- No sé, al principio pensé que no iba a quedar, pero después fui entrando a los siguientes entrenamientos, y me daba pena decirte que te había mentido y... - me detuve al procesar lo que Male dijo - para, ¿dijiste que ya sabías que estaba yendo a jugar a la pelota?
- Si - dijo Male.
- ¿Cómo te enteraste? ¿Hace cuanto? - pregunté.
- Me enteré hoy - dijo Male - estaba en el mercado, comprando unas blusas y unos pantalones, que por cierto te compré unos rositas con estrellas que son campana y... bueno, que me voy del tema - dijo y continuó - se me acercó una señora que siempre pasa por la cancha del fútbol a ver a su nieto.
- ¿Quién es su nieto? - pregunté.
- Emmm, ¿cómo se llamaba? - se preguntó Male - ah ya se, Pancho Delgado creo que era.
- Si... ya se... - dije.
- ¿Algún problema con el? - dijo Male.
- No... no... - dije - Bueno, seguí contando.
- Y bueno, y me contó que jugabas re bien y que ibas a tener mucho futuro - dijo Male - y yo me quedé tiesa no porque yo ni me lo imaginaba.
- Perdón Male - dije.
- Te perdono mi ciela, pero lamentablemente yo no lo puedo dejar así, yo como una responsabilidad que tengo con vos te tengo que hacer pagar las consecuencias de tus actos - dijo - estarás castigada una semana sin salir por las tardes, solo para ir al colegio y al Linniers.
Pero yo tenía la cita con Danilo.
- ¿Y mañana puedo salir? - pregunté, ya que mañana a la noche tenía la cita con Danilo.
- ¿Mañana tenes escuela o Linniers? - preguntó Male.
- No... - dije.
- Entonces ya sabes la respuesta - dijo Male - no, por si no te había quedado claro no, igual no lo habías entendido o...
- Si lo entendí... - dije interrumpiendo.
- Bueno mi ciela, espero que me perdones pero te tenía que poner un castigo para que veas que lo hago porque te quiero - dijo poniendo su mano en mi hombro para luego irse.
Cuando Male cerró la puerta me tumbé en la cama, mirando hacia arriba pensando como carajo iba a hacer para estar mañana con Danilo.
Después de pensar tanto, quedé dormida.
Al día siguiente me desperté, no tenía Linniers, a si que fui a clase.
Quedé con Mariela, no sé porque no me daba buena espina, pero igual me tenía que acostumbrar a ella si quería tener una amiga.
- Hola Mari - le dije.
- Hola Lia, ¿cómo andas? - preguntó.
- Re bien - dije.
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Villero
Fiksi PenggemarLia es una chica de 16 años que llegó del pueblo más rico del país, después de que sus papás muriesen y se tuviese que quedar con su tía Malena en Fuerte Apache. Y que aunque las de allá tengan que ser unas milipilis, desde luego ella no lo es, y su...