capitulo IV

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Narrador omnisciente:

Se quedó sentada mirando hacia la nada con el teléfono en las manos pensando en ese día que había estado esperando desde el domingo, estaba nerviosa y algo ansiosa, ¿Por qué? No sabía pero eso la hacía sentirse aún peor que antes, siguió divagando en sus pensamientos hasta que sonó la campana de nuevo y su teléfono cayó al suelo

– rayos... – lo levanto y vio como los niños entraban al salón ella solo suspiro y dejó el teléfono en la mesa dispuesta a iniciar su clase – bueno niños, siéntense voy a llamar a lista para que traigan su tarea – abrió su computadora y la prendió empezando a llamar niño por niño

Por otro lado había alguien practicando con el equipo, aún que el equipo estaba más al otro lado lejos de el

– ¡Sato ven! – el coach lo llamo y el solo hizo caso omiso volviendo a batear – agh... Este tipo me arta – se acomodo la gorra y camino hacia los demás

El reloj de Ken sonó eran apenas las 2 sin embargo había destacado la alarma para era noche, se sentía ansioso de verla de nuevo de cierta forma lo molestaba un poco nunca se sentía así, ¿Por qué ahora sí? Sin contar que el dolor de su hombro lo golpeaba cada vez más agudo haciéndolo gruñir suavemente irritado, bajo el bate y movió su hombro caminando hacia la zona de reposo dejando el bate a un lado y camino hacia su agua tomando bastante de un trago

– ¿Ya te vas sato? Aún no acaba el entrenamiento – el se giro y vio al coach 

– tengo cosas que hacer, usted tranquilo coach, estaré perfecto como siempre en el juego de esta noche así que no se preocupe – se quitó el casco y se lo entrego llendo hacia los vestidores dispuesto a cambiarse el coach tiró el charco al suelto haciendo que los demás lo vean definitivamente ya estaba arto de Ken sato

– maestra se equivocó y salto dos renglones – ella miro al niño y vio de nuevo al libro, tenía razón

– oh sí, lo siento estoy algo distraída, que tal si alguno de ustedes me ayuda a leerlo – dijo y los miro con una sonrisa poniendo un cabello detrás de su oreja tratando de no tirar el libro y salir corriendo al baño, los nervios la carcomían poco a poco respiro hondo y sonrio – ¿Quien quiere? – varios alzaron la mano y ella escogió al azar un niño que se pudo de pie y empezo a leer en voz alta aquella parte del libro que leían

– coincidimos, como la luna y el sol – ella miro al niño cuando finalizó su parte, se quedó quieta unos segundos hasta que esa frase le recordó a dos niños que desde pequeños, ignoro ese recuerdo y sacudió la cabeza

– bien ahora – se vio interrumpida cuando su teléfono sonó – denme un minuto niños – tomo el teléfono y salió del salón unos segundos al parecer era la directora – ¿Señora Suzuki? ¿Ocurre algo? –

– hablara una reunión de maestros señorita okamura, por favor venga a mi oficina – ella asintió y colgó entro y se acercó a la delegada de la clase pidiéndole a todos que estuvieran en orden, todos asintieron alegres y ella salio con una sonrisa hacia la oficina de la directora, estaban todos los del área de primaria presentes ella se sentó

– bien, ¿para que nos llamaron? – hablo una de las maestras cruzándose de brazos se veía algo mayor de uno 40 años maso menos

– bueno, quería informarles que se cancelaran clases por maso menos 1 mes – todos quedaron sorprendidos y algunos enojados

– ¿Por qué? Eso es mucho tiempo y apenas entramos de vacaciones de primer periodo – dijo daikiri con su celo fruncido mientras algunos profesores apoyaban lo que decía

love me harder - Kenji satoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora