capitulo VIII

559 77 24
                                    

Narrador omnisciente:

Pasaron varios días y aún que varias llamadas llegaron a su teléfono ella solo colgaba el teléfono y lo dejaba lejos de ella aún que en su interior sabía que las ganas de contestar eran muy inmensas.

Ella solo se tiró en su sofá tirando el bolso lejos y encendió el televisor viendo justamente las fallas de Kenji, el como hablaban de su poco rendimiento y lo mal jugador que era, ella frunció el seño

– la bebé debe ocupar mucho tiempo para el ¿no? – miro hacia baymax quien asintió

– ¿Gusta que llame al señor sato para preguntar por su estado de ánimo? –

– ¡No! ¡Ni se te ocurra! – se sentó dejando caer el control

– ¿Está segura señorita okamura? – ella lo miro y suspiro mirado hacia otro lado tirándose de nuevo en el sofá

– no... No me hagas dudar baymax – se  puso de pie y camino hacia su cuarto y cerró la puerta tirándose en su cama  abrazando la almohada – no quiero dudar... – se sentó en su cama y miro a un lado viendo esa botella de aguardiente que había comprado hacia un tiempo y nunca se tomó – tal vez... Un traguito no haga daño –

Por otro lado alguien llegó a su casa echándose en su cama dándole un gran grito a su almohada

– ¿ken... Te encuentras bien? – dijo mina acercándose un poco a el quien la miro de mala forma

– obvio, soy Ken sato estoy bien – se dió la vuelta viendo hacia el techo pensativo casi quedándose dormido – mina... ¿Sabes algo de daikiri? – la miro de reojo

– no, tengo entendido que ah rechazado todas las llamadas sin contar que ah bloqueado tu contacto – el se puso la almohada en la cara y suspiro cansado

– ¿puedes llamarla? – susurro luchando internamente con su corazón y su enorme ego aún que realmente su ego iba perdiendo

– claro – mina llamo a daikiri sabiendo que lo más probable es que ella no iba a responder

¿Alo? – dijo desordenada con la botella casi más abajo de la mitad – ¿Quien es? –

– ¿daikiri? ¡Respondiste! – el hizo que mina pasará la llamada a su teléfono y se lo puso en la oreja

– ¿Ken? Ay no, de haber sabido que eras tú no hubiera aceptado la llamada – ella miro hacia el suelo pestañeando varias veces tirándose en su cama – ¿Se puede saber que necesita el señor? –

– suenas rara, ¿Estás bien? –

– ¿yo? Super – se rió y la botella se cayó en su tapete mientras ella jugaba con su dedo en la cama

– ¿Estás borracha? –

– ... Nop ... ¿Por qué estaría borracha? O sea tal vez si un poquito, Pero pensar en ti es un asco – el se quedó perplejo

– ¿pensar... En mi? – ella se rió de nuevo poniéndose de pie y llendo hacia su tocador para verse al espejo

– no tonto, mi vecino – ella se fue hacia atrás cayéndose al suelo y soltando una risa

– ¿Estás bien? ¿Que fue ese ruido? ¿¡Daikiri!? – solo recibió una risa del otro lado  – voy para allá – colgó y camino hacia la sala tomando su casco

– ¿Estás seguro de ir Ken? ¿Que tal ella te eche lejos? – dijo mina siguiéndolo

– si me echa pues volveré a insistir... Ya lo arruine una vez no lo arruinare dos – se puso el casco y fue hacia su garage sacando su moto

Por otro lado baymax entro apurado y preocupado a la habitación

– daikiri, ¿Te encuentras bien? – el la levanto y ella se apoyo en el riendo

– yo estoy súper... –suspiro viendo a baymax como tonta un rato –  Tengo hambre – le dió una vuelta a baymax caminando torpe por la casa hasta la cocina sacando de la nevera medio bloque de queso empezando a comer

– Kiri te va a hacer daño estar así, debes ir a dormir – el trato de agarrarla Pero ella agarro un vaso y lo puso en la mesa despues saco jugo de naranja de la nevera respirando hondo el olor de la naranja

– no quiero, por qué se que voy a soñar con el pedazo de Dorito de Kenji y la verdad no lo quiero ver pero ni en pintura – se rio y sirvió el jugo muy mal regando casi la mita dejandolo en la mesa y tomando un poco hasta que el timbre sonó – ¿Quien será? –

– yo abro –

– ¡No no! Yo abro – ella corrió con una sonrisa hacia la puerta abriendo y viendo a Kenji – ay eres tu – hizo una mueca y trato de cerrarle la puerta en la cara

– ¡No! Espera Kiki cálmate –

– yo estoy calmada – se dió la vuelta y dejo el vaso en su mesa viendo a Ken

– hueles a alcohol, ¿Tomaste demasiado? –

– tal vez si, tal vez no, tal vez aveces – soltó una risita dando un paso atrás casi cayéndose de nuevo pero el la atrapó de la cintura preocupado

– ¿Estas bien Kiki? – ella solo subió sus manos hacia las mejillas de el y lo acaricio con sus pulgares admirando sus ojos con una suave sonrisita

– tus ojos son hermosos... – los admiro haciendo que Kenji frunciera un poco el seño –  ¿De casualidad será que tú conocerás alguien con tu cara linda y tu personalidad? – el se sonrojo un poco sorprendió y respiro hondo pestañeando varias veces

– Kiki estás muy borracha no sabes lo que dices –

– es que si no puedo estar contigo quiero está con alguien como – se acercó un poco a el y suspiro rozando su nariz con la de el

– ¿De que hablas? – el la sujeto con más fuerza de la cintura pegándola más a él – ¿Estar con alguien como yo? Eso no existe preciosa –

– entonces quiero estar contigo – ella no lo dudo más y empezó a besarlo con fuerza, el le siguió el juego y lo beso de forma desesperada como si ambos desearan ese beso desde hacía mucho tiempo

Ambos caminaron hacia la habitación mientras ella le quitaba la chaqueta a Kenji, baymax los vio de lejos y solo se dió la vuelta llevando el vaso hacia el fregadero para lavarlo tratando de evitarlos.

– daikiri... No hagas cosas de las cuales te vas a arrepentir mañana – dijo en medio del beso rasgando el vestido de ella por la espalda

– hoy es hoy, mañana es mañana, disfruta el presente Kenji – ella llevo sus manos hasta la nuca de el – el futuro vendrá después –

Kenji cerró la puerta detrás de ellos con el pie soltando una risa, definitivamente sería una noche divertida y una mañana algo... Cruda.


.
.

love me harder - Kenji satoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora