capitulo VI

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Narrador omnisciente:

Los tres llegaron a la base de ultraman, ella ya estaba más allá que acá cuando por fin pudo respirar escucho como murmuraba cosas a su alrededor pero no eran claras para ella, solo cerro sus ojos quedando en una completa oscuridad.

Kenji abrió sus manos sin embargo cuando lo hizo la bebé había soltado a daikiri dejando que ella se resbalara y cayera al suelo rodando solo unos centímetros desmayada, Kenji se sentó y la tomo en sus manos preocupada

– ¡Kiki! Mina revísala, rápido – mina solo obedeció y se giro hacia Kenji

– está bien, solo está desmayada deberías dejarla en la habitación... pero, no pude ser, eso es – el vio como la bebé perseguía a mina y dejo de forma muy delicada a daikiri en un lado algo alejada para después llevarla a la sala de descanso en esa misma habitación

– si, el fin del mundo, amm, ¿Eso está bien?  – la bebe paso por encima de su pierna aún persiguiendo a mina

– ella Ken, la cría es una ella, todo parece normal, reflejos, okey, su pulso está un poco elevado Pero –

– ya dame las malas noticias –

– tengo 0 información especifica de la fisiología infantil de un kaiju –

– no haber, que mis papás no te programaron de lo que sabían de estás cosas en tu cerebro tecnologico – rio nervioso tomando a la bebé en sus manos viendo a daikiri de reojo

– ella no es una cosa Ken y nunca habíamos visto una cría de kaiju y de echo nadie –

– ¡Bien! Que gran ayuda, me hubiera ido mejor preguntándole a Siri –

– Ken yo no traje a un bebé kaiju a la casa –

– ah tenemos que pensar en algo – la pequeña empezó a cambiar de color y ambos siguieron discutiendo respecto a el bebé kaiju, cuando Ken se puso de pie y se estrelló contra el techo daikiri se movió hacia un lado, empezó a parpadear cada vez más hasta que cambio de forma haciendo que el y la bebé cayeran al suelo – ¿Hola? – saludo nervioso y la bebé lloro por miedo, daikiri abrió sus ojos y vio hacia arriba un auto se dirigía a ella

– ¡Rayos! – se giro rápido corriendose hacia atrás viendo a Kenji correr de la bebé... – ¿Espera? ¡Kenji! – pensó boquiabierta viendo cómo la bebé quedaba atrapada en la unidad de contención respirando hondo – ¿Ken? – aún en el suelo lo miro y el se giro a verla preocupado

– Kiri, te puedo explicar no es lo que parece – antes de acercarse a ella mina hablo

– Ken sabes que solo hay una persona que puede ayudar –

– ¡Ay no! ¡No no no! –

– perdón Ken ya estoy llamando – apareció la pantalla el señor Hayao y ella con su reloj llamo a baymax para que fuera hacia ella, en esos momentos se sentia extraña, sentía que necesitaba a baymax en ese momento, se puso de pie aun que se tambaleó un poco pero ken llego al lado de ella y la atrapó

– ¿Estás bien? –

– si, lo estoy y además estoy confundida Pero estoy bien, eres ultraman – se apartó un poco de el y se cruzó de brazos

– nunca lo dije, bueno no podía y nos vimos hace poco pensé que era prudente no decirte –

– no me molesta, es muy entendible para serte sincera, Pero Ken que haremos con ella – señaló a la bebé quien sonrió y se acercó al vidrio casi como llamandola ella se acercó un poco y la vio de lejos – hola pequeñita ¿Como estás? – se abrazo a si misma por el frío que sintió en ese momento, estaba descalza y empapada

– le diré a mina que te dé ropa, vamos arriba mi papá va a venir – ella solo asintió y camino junto a el en aquel elevador junto a mina

– bien ve a abrirle a tu papá, yo me cambiaré – camino hacia una habitación con mina quien le entrego una bata grande y larga bastante suave, ella le entrego su ropa y la puso a lavar, se puso unas pantuflas y miro a mina

– hace bastante no te veo mina, te vez diferente – soltó una risita y se abrazo a si misma

– usted también se ve diferente señorita okamura – sonrió viendo a mina

– bueno tengo 25, si estoy ya grande aún que no quisiera – se giro y miro la ropa en la lavadora – tendremos que idear alguna estrategia para cuidar a la bebé, ayudaré en lo más posible al parecer me conoce –

– segun los que veo también se imprimió en ti, no reaccionó de mala forma cuando te vio incluso fue como si te llamara – ella asintió y escucho como la puerta de la entrada se cerro de un portazo entre ambas se miraron, sabian lo que había pasado

– yo voy a estar al pendiente de la bebé – ella asintió y vio como mina se fue, se quedó parada unos segundos hasta que fue hacia Ken de forma suave y lenta viendolo desde el pasillo grande, lo vio entre enfadado y desilusionado caminando hacia la cocina y sacando una caja de donas apagando todo y tirándose en el sofa

– ¿Estás bien Ken? – se acercó un poco a el poniendo su mano en el espaldar   del sillón algo alejada de el, el sofa era gigante

– ¿Yo? Super bien – dijo sin mirarla, estaba despeinado y comiendo una dona

– claro, se nota – ella lo miro preocupada soltando un suspiro – ¿Tuviste una pelea con tu papá? – el la miro de reojo y solo asintió levemente ella camino lento hacia el quedando detrás de el y apoyando de forma suave sus manos en los hombros de el

– no importa ahora, no es como que sea la primera vez –

– aún así, tranquilo, debes estar calmado el estrés tampoco es bueno mucho menos despues de tantas cosas – el cerró sus ojos y tomo su mano acurrucando su cara en ella, sus manos eran pequeñas y suaves, resoplo dejando que todo el aire saliera de sus pulmones y ella le acaricio la mejilla con su pulgar

– si, tienes razón, Pero es complicado todo esto... Ser ultraman, mi papá, el beisbol, La lagartija – ella sacudió suavemente su mejilla

– no le digas lagartija, no es una lagartija – el solo sonrió con los ojos cerrados echando su cara hacia atrás y abrió sus ojos viéndola con una leve sonrisa ladina

– perdón súper mamá – soltó una risa y ella le movió la mejilla de nuevo haciendo que ella riera suavemente, el giro su cara y le beso la palma de la mano, ella solo sonrió viendolo a los ojos, el momento se vio interrumpido por la bebé que empezó a llorar de nuevo – agh... –

Ella quito su mano y camino hacia ese elevador viendo que el no se levantaba

– vamos Ken –

– no quiero –

– pues te toca, vean a este yo no voy a hacer todo sola – camino hacia el y lo agarro de la muñeca casi arrastrándolo con ella mientras el llevaba su caja de donas de su brazo

– sabes que no se español ¿cierto? –

– sip, y creeme que voy a aprovechar eso –

Soltó una risita y entro junto a el al elevador para bajar a ver a la bebé quien estaba llorando fuerte se nuevo, cosa que para ella era preocupante y la inquietaba mucho, era una amante de los niños mientras Ken apenas y llegaba a soportar a un niño... A casi 10 kilómetros de distancia, sería muy complicado incluso desde el día 1.


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love me harder - Kenji satoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora