Capitulo 4
Habían pasado algunos meses desde el incidente de la foto, y aunque la relación entre Paty y Belén seguía tensa, Paty decidió intentar una vez más demostrarle a Belén cuánto la amaba. Decidió ir al restaurante de Belén con un ramo de flores, esperando sorprenderla y empezar a reparar su relación.
Al llegar a "El Jardín de Belén", Paty vio a través de la ventana a Belén hablando con una joven. La conversación parecía amistosa, pero también muy cercana y cariñosa. Paty sintió una punzada de celos en su corazón. Sin pensarlo dos veces, dio media vuelta y se alejó del restaurante, dejando caer las flores.
Paty, con el corazón roto y los celos nublando su mente, decidió que ya no podía seguir luchando por una relación que parecía estar desmoronándose. Al día siguiente, llamó a Belén para ponerle fin a su relación.
—Belén, esto no está funcionando. Te vi ayer con esa chica y no puedo soportarlo más. Creo que es mejor que terminemos —dijo Paty con voz quebrada.
Belén, sorprendida y herida por las palabras de Paty, intentó explicarse.
—¿De qué estás hablando, Paty? ¿Te refieres a Clara? Ella es solo una amiga del pasado que vino a visitarme. No hay nada entre nosotras.
Pero Paty ya había tomado una decisión.
—No importa, Belén. He llegado a mi límite. Lo siento, pero esto tiene que terminar.
Belén sintió que su mundo se desmoronaba, pero entendió que no podía forzar a Paty a quedarse.
—Está bien, Paty. Si eso es lo que quieres, lo aceptaré. Pero siempre te amaré.
Paty colgó, sintiéndose más perdida que nunca. En un intento desesperado de llenar el vacío que sentía, comenzó a pasar más tiempo con Javier. Aunque sabía que sus sentimientos por él no eran los mismos que tenía por Belén, encontró consuelo en su compañía.
Con el tiempo, Paty y Javier comenzaron a salir como pareja. A pesar de sus esfuerzos por mantener una fachada de felicidad, Paty no podía dejar de pensar en Belén. Javier, aunque cariñoso y comprensivo, no podía reemplazar el amor profundo que Paty sentía por Belén.
Una noche Paty y Javier fueron a un restaurante “El Rincón del Sabor” tenía un ambiente acogedor , con luces tenues y una música suave que creaba el ambiente perfecto para una cena íntima. Javier y Paty se sentaron en una mesa cerca de la ventana, desde donde se podía ver la ciudad iluminada. Ambos estaban disfrutando de una agradable conversación, riendo y compartiendo anécdotas.
—Esto es realmente delicioso —dijo Paty, saboreando un bocado de su plato.
—Sí, definitivamente tenemos que venir aquí más seguido —respondió Javier con una sonrisa, levantando su copa de vino para brindar.
De repente, la puerta del restaurante se abrió y, para sorpresa de Paty, entraron Belén y Clara. Las dos amigas estaban charlando animadamente, sin darse cuenta de la presencia de Paty y Javier. Sin embargo, cuando Belén levantó la vista y los vio, su expresión cambió momentáneamente, aunque trató de ocultarlo con una sonrisa educada.
Paty sintió un repentino nudo en el estómago. Y tomó una decisión impulsiva. Sin pensarlo dos veces, se inclinó hacia Javier y le dio un beso en los labios. Fue un beso apasionado y firme, uno que claramente enviaba un mensaje.Javier, sorprendido pero no disgustado, correspondió al beso por unos segundos antes de que Paty se apartara. Belén, por su parte, no pudo ocultar la mezcla de emociones en su rostro.
Belén se quedó viendo a Javier y Paty, se dio la vuelta y se dirigió con Clara a su mesa. Paty observó cómo se alejaban, sintiendo una gran preocupación. Sabía que el beso había sido impulsivo
Mientras tanto, Javier y Paty retomaron su conversación, aunque el ambiente había cambiado ligeramente.