La Delgada Línea del Amor (Hürrem & Mahidevran)

C2. La sombra del destino

Mahidevran se fue corriendo hacia sus aposentos llorando mientras Gülşah la seguía

—Sultana por favor no llore —

Gülşah fue con ella a abrazarla y abrió la puerta de los aposentos.

—Entremos, usted necesita descansar, por favor sultana. —

Mahidevran estaba en piso sentada mientras lloraba y las lágrimas mojaban su vestido.

—No puedo verla así, por favor —insistía Gülşah  y Mahidevran se negaba con la cabeza. Gülşah la levantó de los brazos y la hizo entrar. Luego cerró la puerta.

—¿Cómo pudo...? el sultán ya no me ama... —decía Mahidevran mientras lloraba y se sentó en la cama—

—No diga eso, Sultana —Gülşah suspira —Por favor cambiese y duerma, ¿no va a cenar? —Mahidevran se negaba con la cabeza

—Duerme, mañana será un mejor día.

—¿Qué mañana será un mejor día dices, eh? —La mira a los ojos con ira y rencor —¡¿Cómo quieres que mañana sea un buen día si la maldita Alexandra está aquí?!

—Sultana por fav— la interrumpe Mahidevran

—¡Callate! —Le dijo la sultana y empezó a llorar mientras se desvestia

—¡Vete Gülşah, no te quiero ver!

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—Mahidevran, hoy realizaremos una fiesta en el harén para que puedas sentirte mejor. Quiero verlas a todas con una sonrisa —Le dice la madre sultana y Mahidevran sonríe.

—Gracias, en realidad se lo agradezco.

—No hay de que. No me gusta verte así, ¿que ye sucedió?

—Nada... Alexandra...

—¿Que hay con ella?

—Ayer fue jueves... y en vez de ir yo fue ella

—Ay Mahidevran, pero tienes que tener en cuenta que es lo que siempre hace el sultán. Cambiando de tema, ¿cómo anda mi hermoso nieto?

—Se fue al rezo del viernes, se fue con Süleyman.

—Aww, me alegro que tu hijo esté aprendiendo tantas cosas, como en este caso rezar. Creció tanto, recuerdo cuando era un bebé. —Dijo la madre sultana y Mahidevran puso los ojos en blanco.

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Las muchachas bailaban mientras las sultanas Hatice, Hafşa y Mahidevran estaban sentadas en los sillones y otras concubinas sentadas comiendo en almohadones en el piso.

—No veo a Alexandra — Dice Mahidevran.

—Está con el Sultán —Le responde Gülfem

Mahidevran trata de no llorar y sonrie.

—¿Te gusta la fiesta que hice para ti, mahidevran? —Pregunta Hafşa

—Sí... sí, me gusta, la estoy pasando de maravilla...

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Alexandra se encontraba en la recámara del Sultán con él hace dos dias seguidos. Se encontraba haciéndoles caras graciosas que divertían al Sultán

—Alexandra —Le llamó el Sultán

—¿Sí?

El Sultán se acercó a ella, le puso las manos en los hombros y la besó. Después sacó una tela y se la vendó en los ojos

—¿Qué haces? —Dijo la pelirroja mientras sonreía

—Tengo una sorpresa para ti

El sultan la lleva a su escritorio y le pone un precioso anillo verde de esmeraldas, luego le saca la tela de los ojos —Miralo, es para ti —Dijo el pelón. Hürrem se sorprende al ver el anillo

—¿Es para mí?

El sultán se acercó a ella, le puso el cabello detrás de la oreja —Hürrem

—¿Hurem? —

—No, es Hürrem

—Hürrem, ¿Que significa Hürrem?

—Hürrem es la alegria. Ahora tu eres mi alegría. Ese es tu nuevo nombre —Le dijo dándole un beso en la frente