Capítulo 5: Caída

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Las noticias se permanecían neutras, solo información del clima o debates políticos, pero nada de las guerrillas en oriente. La comunidad estaba tranquila, pero Edmund sabía lo que se aproximaba, debía tomar riendas en el asunto. Su misión principal fue reparar las fallas en su hogar, tanto en resistencia y seguridad, también encargó cámaras de vigilancia en una tienda online, restando como una última tarea comprar los suministros.

Llamó a Sandor y le preguntó sobre su disponibilidad, al recibir una respuesta afirmativa, ese día emprendería un viaje rápido al supermercado. En lo que buscaba las bolsas de compras, observó que su hijo estaba viendo televisión y pensó que sería buena idea llevarlo con él.

Dashiel fue arrastrado hacia el auto a regañadientes, Aithne miró con curiosidad a su esposo y Edmund le explicaría la situación.

- ¿A dónde van? -preguntó Aithne con una sonrisa traviesa, sabiendo que Dashiel no estaba muy contento con la idea de salir.

-Iremos de compras, necesitamos algunas cosas y pensé que sería bueno que te quedaras en casa después de una semana ajetreada en el trabajo -le respondió Edmund con calma.

Aithne asintió con complicidad -está bien, ve y haz los mandados -. Dijo con un guiño hacia su esposo.

-Espero volver lo más rápido posible -resopló el adolescente, sabiendo que no tenía escapatoria.

Edmund lanzó una mirada divertida mientras se dirigía hacia el auto -volveremos pronto -. Dijo entrando al auto y cerró la puerta con un golpe suave.

Encendió el auto y emprendieron viaje.

El trayecto solo duró media hora, aparcaron en el estacionamiento y salieron del vehículo. Dentro del supermercado mayorista de la ciudad, Sandor apareció frente al padre y al hijo.

-Tío Sandor, ¿Qué haces acá? -le preguntó informalmente Dashiel, Sandor le estrechó su mano para saludarlo.

-Hola Dashiel, estoy muy bien ¿y vos? -Le contestó sarcásticamente entre risas.

-Perdón tío -se rio -pero en serio ¿por qué viniste? -volvió a preguntar el adolescente.

-Le pregunté si quería acompañarnos -se interpuso Edmund.

-Claramente, es la primera vez que haces las compras sin Aithne ¿verdad? -La pregunta era dirigida hacia el menor de los Knox, lo cual éste asintió -quería observar que tal lo hacías, así se lo digo a Aithne.

Dashiel se tapó la boca para evitar reírse, Edmund rodeó los ojos y Sandor se disculpaba entre risas con su amigo.

Dentro del mercado, el mayor de los Knox empujaba un carro de compras por los pasillos, el menor veía cada producto que su padre le indicaba, muchos de estos productos eran descartados por su fecha próxima de vencimiento.

- ¿Esto no es mucho para 3 personas? -preguntó el adolescente al ver la cantidad de bolsones de alimentos no perecederos.

-Es para no tener que volver a salir a comprar -respondió orgulloso el padre mientras hizo filo para la caja.

-De acá a un año por lo que veo, hasta llevas los pañales que aun ni le quedan a Anya -comentó, una ceja estaba levantada, demostrando duda.

-A esto se le llama anticipación, Dashiel -defendió Sandor -siempre fue algo que definió a tu padre.

Edmund asintió ante esas palabras, es algo exagerado y él lo sabía, pero luego se encargaría de explicar esta situación a su esposa e hijo, cuando se sintiera preparado. Al momento de llegar a la caja, los productos fueron pasados y el valor de lo que se pagaría fue exorbitante para Dashiel.

IRREGULARES: Mundo PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora