Princesa & Guardia [Chaesoo]

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Todos en el palacio estaban reunidos...era el funeral de el rey.

Jisoo sostenía la mano de Rose, acompañándola y dándole fuerza. Había perdido a su padre, ellas mas que nadie sabia ese sentimiento, ambas habían visto morir a sus progenitores, era algo que tenían en común...el sentimiento era igual de doloroso.

Lisa estaba abrazada a Jennie, esta secaba sus lagrimas. El rey siempre había sido alguien importante para ella, fue como su hija, la crío mientras su padre estaba en las antiguas guerras sirviendo como el segundo al mando, Lisa conocía el sentimiento, su padre estuvo con ella hasta los 12 años y luego se tuvo que ir, dejándola con la madre de Jisoo, años después la mayor falleció, compartían el dolor.

Katnnis y Lizbeth miraban con tristeza el cuerpo de el rey, el las había protegido, las había acogido cuando llegaron a el reino, solo eran dos adolescentes buscando refugio, el vio algo en ellas, les dio la oportunidad mas grande de sus vidas, le habían servido con el corazón y ahora...solo podían recordarlo.

Axel miraba con algo de culpabilidad, su reino había sido causante de la muerte de el rey, causante de el dolor que todos estaban sintiendo. Sintió su mano ser tomada, Moonbyul le dio un leve apretón como si tratara de decirle "No es nuestra culpa, al contrario, el vio como nos poníamos de su lado, tranquilo". Suspiro, sonriéndole levemente a la pelinegra.

Rose miro a su madre, la reina, esta lloraba en silencio viendo como los guardias enterraban el cuerpo de su esposo, la persona que amo, el que le dio la mano ese día...

FlashBack

La rubia corría aterrada de los caballos que la perseguían, estaba asustada, lagrimas corriendo por sus mejillas mientras ella corría por su vida.

Corrió por el bosque tratando de perderlos pero fue inútil, los corceles esquivaban muy bien cualquier tipo de vegetación. Se tropezó con una raíz cayendo y sujetando su tobillo lastimado.

-¿Ya te cansaste de correr, cariño?. -un hombre mayor con una cicatriz desde la frente hasta la mejilla bajaba de un caballo. -¿porque corres?, no te haremos nada. -rio con maldad.

-D-déjenme, por favor. -suplicó entre lagrimas.

-¡Cállate!. -fue abofeteada por el hombre. -¡¿Qué acaso no te enseñaron a respetar a los hombres?!. -la tomó por el cabello. -las mujeres nacieron para servirnos, asi que cumple con tu papel. -dijo mientras tomaba una cuchilla. -o de lo contrario...-deslizo el arma por la mandíbula de la chica. -tendré que romper mi promesa de llevarte nuevamente a tu padre con vida. -rio.

La rubia cerró los ojos con fuerza cuando el hombre hizo presión en su mejilla. Un poderoso gruñido se escucho alertando a todos.

-!¿Que creen que hacen?¡. -un joven pelinegro llegaba con una espada y armadura. El chico miro a la rubia, ancho los ojos al reconocerla. -¡Suéltala, es una orden!. -dijo apuntando al el hombre con la espada.

-¿Quien mierda eres?. -dijo el hombre soltando el cabello de la rubia y dejando que esta caiga a el suelo.

-¡Soy el príncipe de este reino!, !¿Qué demonios hacen con la hija de el consejero real?!.

-Eso a ti no te importa, principito. -rio el hombre mientras desenvainaba su espada. -ganaría mucho por secuestrar a las hija del consejero real y devolverla casi...-miro a la chica en el suelo. -casi intacta a cambio de una recompensa pero...-miro de pies a cabeza a el pelinegro que no se inmutaba. -¿cuanto mas ganare con el hijo de el rey?. -sonrío.

-¡Déjela tranquila!. -ordenó. -de lo contrario me asegurare de que mueran.

-La dejaremos con una condición. -el joven frunció el ceño. -que tu te entregues a cambio. -el hombre sonrío.