Superior Star-Lord

C114: ¿Hermanos?

Peter caminó por los pasillos de la Sala Roja con una sonrisa en la cara, después de haber salido de hablar con Rocket después de una larga y esclarecedora conversación. No era la persona más inteligente, pero las ingeniosas ideas de Rocket sobre cómo contrarrestar las habilidades magnéticas de Magneto habían aumentado enormemente su confianza.

Porque al final del día, si Magneto no podía usar su poder, entonces era solo un hombre común y corriente, y Peter podía matar a cualquier hombre común con una sacudida de sus dedos. No es que planeara matar a Magneto, a menos que, por supuesto, Magneto lo traicionara e intentara matarlo primero.

Mientras Peter caminaba, decidió que era hora de establecer la fecha, el lugar y la hora de su reunión con Magneto. Sacando su teléfono, hizo la llamada. Pero, en lugar de responder a Magneto, la mujer de antes lo recogió.

Antes de que pudiera decir nada, Peter la cortó. "Central Park en la ciudad de Nueva York, sábado, 9 a.m.".

Ella trató de responder, pero Peter colgó el teléfono antes de que pudiera, con una sonrisa extendiéndose por su cara. Sabía que ella probablemente estaba enojada, y ese pensamiento lo divirtió sin fin. "Mystique va a patear mi trasero cuando nos veamos por primera vez... o al menos lo intentará".

Cuando Peter colgó el teléfono, notó dos figuras de pie al final del pasillo, aparentemente esperándolo. Eran Logan y Peggy.

Peggy se dio cuenta inmediatamente de la sonrisa en la cara de Peter y dijo: "¿Supongo que has tomado una decisión?"

Peter asintió. "Sí, y acabo de programar la reunión con Magneto. ¿Dónde está el profesor?"

Peggy lo miró, la preocupación evidente en sus ojos, antes de responder: "Fury y Coulson lo llevaron de vuelta a la escuela. Estaba preocupado por los niños, así que hice que se lo llevaran de vuelta". Luego preguntó: "¿Estás seguro de que es una buena idea conocer a Magneto?"

Peter asintió de nuevo. "Sí, estaré bien. Y si no va bien, entonces tendrás un terrorista mutante menos del que preocuparte".

Peggy frunce la frente. "¿Y eres capaz de hacer eso? Ya sabes, hay una razón por la que lo dejamos en paz y lo dejamos operar sin obstáculos. Magneto es uno de los individuos más poderosos de este planeta".

Peter se encogió de hombros. "Ya veremos. No he visto sus poderes en acción, así que nunca lo sabré con seguridad. Pero no voy a ir a esta reunión para empezar una pelea o matar a nadie, así que espero que no vaya por ese camino".

Peggy asintió, todavía preocupada. "¿Dónde te encuentras? Haré algunos arreglos para ayudarte, en caso de que surja la necesidad".

Peter negó con la cabeza. "Preferiría que no hicieras nada. Rodear el área con francotiradores y agentes solo pondría en riesgo a esas personas y se interpondría en mi camino si estalla una pelea".

Peggy frunció el ceño, insistiendo en: "Al menos déjame venir".

Pero una vez más, Peter se negó. "Estaré bien solo, Peggy. Prefiero no traer a ningún rehén potencial que pueda ser utilizado en mi contra. Iré solo".

Peggy parecía frustrada con su negativa, pero también entendió su punto de vista. "Bien..." Ella estuvo de acuerdo a través de los dientes apretados, su renuencia palpable.

Como una anciana e impotente, Peggy sabía que se interpondría en el camino si estallaba una pelea entre individuos superpoderos. Al darse cuenta de esto, no pudo evitar arrepentirse de no haber aceptado la oferta del profesor Erskine hace todos esos años.

Si lo hubiera hecho, entonces podría haber podido venir, pero lamentablemente, fue Steve quien se convirtió en el Capitán América y no ella. Pensando en Steve, el hombre que perdió, el estado de ánimo de Peggy se volvió sombrío, mirando a la distancia mientras su mente deambulaba hacia atrás, recordando el pasado.