Un Sistema en My Little Pony

Capítulo 4: La unicornio y el dragón

Humano y Cebra sonrieron cuando pudieron observar un pueblo en la distancia, alegres de finalmente haber llegado a su destino.

-No puedo esperar para llegar ¿Que clase de criaturas conoceré alli?- expresó el chico emocionado mientras aceleraba el paso ligeramente.

-Debo advertirte, querido amigo, los ponis no son muy amables con lo desconocido- dijo mirando la entrada del pueblo a lo lejos -Te veran, correrán y se ocultaran, pues mientras no te conozcan, te temerán-.

-Oh valla- dijo desganado -¿Que debo hacer entonces?-.

-Para que el pueblo te acepte, tu única salida, es hallar a Twilight Sparkle y sus amigas, ellas harán que el pueblo te acepte y será Twilight quien tú duda conteste- dijo dando una sonrisa triste -por el momento, aquí debemos separarnos, espero que algún día volvamos a encontrarnos-.

El pelinegro asintió y se agachó, dándole un fuerte abrazo a la cebra, quien lo devolvió feliz.

-Gracias por todo, Zecora, prometo que te visitaré pronto- dijo mientras la soltaba y se ponía de pie -¿Donde vive tu amiga exactamente?

-Busca el árbol que es usado como hogar, ya verás que no es difícil de encontrar- dijo señalando un gran roble a la distancia -preséntate a ella como un amigo, y no dudará en hablar contigo-.

El pelinegro asintió, dándole otro pequeño abrazo antes de despedirse y caminar en dirección al pueblo, donde al verlo, los ponis no tardaron en entrar en pánico antes el ser desconocido que se acercaba a ellos, corriendo hacia sus hogares, cerrando puertas y ventanas.

-Pasó de un pueblo normal a un pueblo fantasma en menos de diez segundos- dijo la IA mirando los alrededores con gracia -Si así reaccionan ante todo lo que consideren peligroso, no me sorprende que el señor supremo te enviara para salvarlos-.

-Me hubiese gustado una mejor bienvenida- dijo ligeramente decepcionado, aún si Zecora le había dicho que pasaría, no esperaba que fuese tan literal -Bueno, no ganaré nada intentando hablar con alguien, busquemos esa casa árbol para conocer a la amiga de Zecora-.

Sin decir mas, caminó por las, ahora vacías, calles del pueblo, viendo ocasionalmente algún que otro poni curioso que se asomaba por las ventanas, solo para volver a ocultarse al momento en el que era visto.

-Casa árbol, casa árbol... Era mas visible desde afuera del pueblo- dijo con ligera frustración.

-Tengo una sugerencia- dijo Lauriel con emoción -Sube a algún tejado e intenta ubicarte desde allí-.

-De hecho, no es mala idea- dijo de acuerdo, caminando hacia la casa mas cercana, comenzando a escalar por la pared para poder para tener una mejor vista.

Allí en lo alto de aquel tejado, pudo observar el gran árbol a la distancia, este tenía varias ventanas e incluso un balcón con un telescopio.

-Usar un árbol como casa fue algo muy creativo- dijo el pelinegro mientras bajaba del tejado y retomaba su camino.

-Solo espera a que haya una tormenta- expresó la IA con gracia.

El chico se acercó al lugar, quedándose viendo la puerta durante unos segundos, mientras pensaba en la mejor forma de presentarse, nunca había conocido a un unicornio antes, pero según los mitos de su mundo, eran criaturas bellas y majestuosas, por lo que pensó que tal vez tratarla con el debido respeto ayudaría a dar una buena primera impresión.

Con decisión, golpeó tres veces la puerta y espero, unos cuantos segundos después, está misma fue abierta por un lagarto morado con espinas verdes que se le quedó viendo fijamente sin emitir sonido alguno.