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O1 | metamorfosis |
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MEISSA SE SENTÓ DE NUEVO A SU TABLA DE SURF con una sonrisa triunfante, mientras Austin chasqueaba la lengua. La rubia rió, salpicando con las manos un poco al rubio.
―Quiero la revancha. ―dijo, mientras se adentraba más en el agua.
Meissa sonrió, dispuesta a seguirlo; sin embargo, la voz de Emma la hizo voltear.
Había olvidado por completo que irían por un jugo después del entrenamiento de ambas. Issa había termino hace al menos una hora, así que, mientras esperaba a Emma, se divertida surfeando con Austin de manera casual.
―¡Issa! ―Emma volvió a llamar, sacándole un suspiro a la surfista.
―¡Austin! ―llamó a su mejor amigo, y señaló a Emma detrás suyo, dándole a entender que debía irse.
Ya fuera del agua –y cambiada–, Emma y Meissa charlaban con tranquilidad sobre las regionales de natación, probablemente el evento más importante para Emma en el momento.
Issa había ganado las regionales de Surf el mes pasado, y Emma había estado apoyándola en primera fila todo el tiempo, aunque ella casi no compartiera la pasión de Meissa por ese deporte. Por lo cuál, Meissa se había autocomprometido en apoyar y animar a Emma absolutamente en todo lo posible. Quería demostrarle tanto su gratitud como su amistad.
Mientras caminaban, pudieron ver a Cleo junto a una chica rubia en la lancha de Zane, haciendo que Issa riera un poco. ¿Cómo habían conseguido la lancha de Zane? De todos modos, cualquier cosa que le pudieran hacer a él, no era tan malo. Solo porque era él.
―¡Oye, Emma! ¡Issa! ¿Damos un paseo?
―¿Tienes permiso? ―preguntó, Emma.
―¿Eres mi madre? ―le respondió la rubia, con una sonrisa egocéntrica.
Meissa sonrió y bajó rápidamente, ganándose un suspiro y un pequeño regaño de parte de Emma. Pero aún así, ambas se montaron junto a Cleo, y la ahora nueva conocida, Rikki.
