DOS GOTAS D EAMOR

UN NUEVO RAYO DE SOL HA DESPERTADO

DOS GOTAS DE AMOR CAPITULO 10
"UN NUEVO RAYO DE SOL HA DESPERTADO"

Lágrimas derramadas
Lágrimas perdidas
Lágrimas mías
Sin dueño que hiera

Lágrimas consoladas
Lágrimas paradas
Lágrimas perdidas
Sin dueño que hiera

Lágrimas sin sentido
Lágrimas de ira
Viniendo sin compromiso
Sin dueño que hiera

Lágrimas de dolor
Paradas con amor
Con amistad
Con sonrisas robadas
Y penas sin contar

Autor: Ivon Mendoza


Continuaban allí, mirándose absortos, hipnotizados; sintiendo los corazones latir extrañamente rápido y fuerte. Las manos de ambos temblaron y los dos dieron un paso adelante y se abrazaron. Esta vez no como amigos, mucho menos como simples conocidos. Si no de una forma más estrecha, más cercana. Sin pensar ni meditar sus acciones, se sonrieron mutuamente y acercaron los labios poco a poco, como a cámara lenta. El tiempo esta vez no les jugaba en contra, nada allí les apremiaba.

Cuando sus labios se rozaron, los dos abrieron los ojos, que habían cerrado de forma instintiva y se estremecieron con aquel contacto electrizante. Fue por esta misma razón que exhalaron un suspiro sobre la boca del otro, abriendo los labios un poco más.

Esta vez fue Armando quien, con absoluta suavidad pero con una decisión férrea, dio un casi imperceptible mordisquito en el labio inferior de ella, que fue suficiente para que Betty, habida de continuar experimentando las sensaciones tan maravillosas que estaba sintiendo, abriese su boca, permitiéndole la entrada en ella.

Armando comenzó a recorrer con su lengua cada parte de la boca de ella, a explorar cada uno de los rincones que ella le estaba permitiendo conocer. Poco a poco Betty fue participando en aquel beso, que no por ser suave, estaba exento de pasión. Luego de unos segundos de recorrer sus bocas con lentitud, de saborearse y reconocerse mutuamente, comenzó a abrirse paso la pasión entre ellos.

Betty alzó ambos brazos y, casi de forma inconsciente, rodeó su cuello con ellos, mientras pegaba su cuerpo al de él; Armando por su parte comenzó a acariciar su espalda, de arriba abajo, con ansias. En este punto el beso se había tornado más febril. Ahora las bocas luchaban una contra la otra en una guerra que parecía no querer terminar y se mordisqueaban los labios cada vez con más pasión. Unos golpes en la puerta, hicieron que se separaran bruscamente y dieran un respingo, al tiempo que se miraban asustados, casi taquicárdicos.

La enfermera que pasaba a revisar a los niños, les vio a ambos totalmente rojos y supuso que había interrumpido. Pero no le dio tiempo a decir nada cuando Betty, bastante azorada, pidió un permiso y salió casi corriendo de la sala de hospital, dejando a Armando totalmente aturdido.

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El espectáculo de drag queen, más conocido en esa como el "WINEHOUSE", esa noche Colombia era el centro de la fiesta anual de winehouse, y era organiza por uno de los presidentes de la asocia de trans Hugo Lombardi, ya que él era el encargado de los vestuarios y la temática de este tipo de eventos, y para qué negarlo le quedaban espectaculares y entre menos se lo esperan asistía más gente de lo que esperaban.

Esa noche se integraba un miembro más al show, esté constaba de un espectáculo inigualable, la primera parte era la muestra de vestuario según la temática, la de esta ocasión era "animales salvajes y sexys" para el primer lugar era una noche entera en la suite presidencial del hotel de Cartagena de indias, el segundo lugar era una noche romántica con la pareja en un hotel Colombiano y el tercer y último lugar una cena en el Lenoir.

Segundo era un karaoke, con los temas más antiguos de aquellos que se llevaban en los años 60 y 70's y para terminar con el espectáculo una coreografía demostrando sus agilidad en el baile y la danza clásica de los drag queens antepasados, esta es una coreografía divina, pues lleva muchos pasos coordinados y la música es maravillosa.

Hugo esta emocionado su mayor aspiración era ganar el primer premio hace tanto tiempo que está solo y quiere irse de vacaciones, y con el disfraz de conejitos hot que llevaba puesto, estaba 100% de que iba al ganar. Además que estaba muy "nerviosa" porque tenía que ver el listado de los invitados, de los participantes, la comida, el trago, la música y otras cosas más que lo ponían de un nervio espantoso.

L: hugita! Acaban de venir a dejar este papel para que inscribas a este participante nuevo

H: ¿Cómo? ¿A esta hora?.... si falta media hora para que todo empiece

L: si, mi vida es porque no se atrevía a concursar.

H: bueno está bien, ¿Cuál es el nombre de la participante?

L: la mariposa del carnaval, y no vieras la conejita tan divina que se apareció con ese nombre -suspiro al decir eso-

H: la mariposa del carnaval – repitió aun sin creérselo – " ¿es el?... ¿Será el?, no puedo creer que se haya animado a salir del estúpido closet que nos encierra a todos, si yo creía que se iba al morir en su terquedad, ayyyy... pero tan divino en usar mi apodo de Ecomoda, "ay mi Mario cuanto te amo"

L: ay si, así se llama ese bombon, bueno darling te dejo porque debo prepararme para el show

En una esquina parada con cierta timidez se encontraba "una" coneja, de estatura promedio, con una máscara que le cubría los ojos y un traje con muchas lentejuelas, este observaba con cierto detenimiento los pasos que el hacía, como se movía con familiaridad en ese sitio, como se veía de irresistible con ese traje que llevaba, se había animado a ir porque no podía soportar pensar que él estuviera rodeado de miles de tipos que pudieran robárselo, así que de esa forma se dio cuenta que era tiempo de salir de un agujero y de aceptar lo que era, lo que en verdad deseaba y al que de verdad amaba.

Hugo lo vio ahí parado, no sabía si acercarse o no lo que si sabía era que los estaba observando desde que llegó, y eso lo hacía ponerse como un pavo real demasiado emocionado, pero estaba demasiado ocupado para ir a calmar sus deseos de ir lo a buscar y besarle como era su deseo.

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La noche termino y la fiesta fue un éxito, el ganador fue nada más y nada menos que la mariposa del carnaval, por sus movimientos sexys, en la tercera parte del show.

V: ¡me has huido toda la noche!

El susto que se llevó, casi le hace tener un infarto en ese momento, giro sobre su espalda para saber quién le había asustado de tal forma, y ante sus ojos se fue asomando un conejo de color blanco y muchos brillantes, con las letras "HOT" bordadas en las orejas del disfraz.

V: no te asustes, que se quién eres.

C: ¿Cómo lo sabes?

V: porque solo tú eres mi mariposas de carnaval.

No se escucharon más palabras, porque un beso robado había callado toda opinión, protesta y defensa, pues el beso más esperado se había sucedió por fin, ambos corazones galopaban deprisa, las manos de ambos temblaban de nervios, de amor y cada una de las fibras de los enamorados destaca a punto de estallar.
Habían besado mucho, habían amado a muchos pero el beso que estaban dando había quitado todas las ansias de más bocas, entendieron por qué ahora, en esa vida eran el uno para el otro, y que por más que trataron de evitar estaban total y Absolutamente enamorados.

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Esa mañana no podía evitar encontrarse ansioso por la inminente cirugía que debería realizar junto al equipo médico en tan solo unas horas. No era que le pusiese nervioso el hecho de operar a un paciente propiamente tal, más bien se trataba del paciente. Porque primero era un niño pequeño, y además, el hijo de Beatriz, una persona a la cual... quería y apreciaba mucho.

Suspiró nervioso al acercarse a la sala en la que sabía que ella se encontraba; se sentía nervioso y el hecho de verla le traía de forma casi instantánea los recuerdos de la intensa escena que habían protagonizado la tarde anterior.

Recriminándose a sí mismo, se dijo que en este momento debía quitar de su pensamiento cualquier cosa que no fuese Leo y la inminente cirugía. Ya estaban preparando todo en el quirófano, y el corazón estaba siendo trasladado, en una hora estaría allí, por lo que debían proceder con rapidez.

A: Hoy he recibido una noticia espléndida, Beatriz. Ya tenemos donador para Leo. – El abrazo de ella le hace trastabillar por lo inesperado, pero él la estrecha contra él con ternura y prosigue diciendo – Al haber encontrado un donador compatible, la cirugía será realizada de inmediato.

Betty le mira con espanto, por lo inmediato de su actuar y cuestiona, entre ansiosa y atemorizada, aún sin soltarlo de su abrazo.

B ¿pero, por qué la prisa? ¿Tan grave está mi niño?
Armando la separa un poco de él con suavidad, para poder mirarla y sonriendo levemente, se dispone a explicarle.

A: En teoría sí, Beatriz. Si somos sinceros, debo decir que Leo está grave. Bueno, ¿eso usted ya lo sabía, no? – Asevera con suavidad para intentar calmarla al darse cuenta de la magnitud de la noticia – Pero además está el corazón. La preservación de este órgano es vital para que el cuerpo del receptor responda bien, y para que en el futuro su vida no se vea afectada. Esto quiere decir que el corazón requiere de unos cuidados médicos específicos, y que por tanto, no puede mantenerse fuera de un organismo por más de 5 horas, de otra manera, ya no nos serviría. Así que estamos obligados a practicar la cirugía hoy mismo.

Betty está feliz, es más, exultante sería la palabra precisa para definir su estado de ánimo. Sin embargo no puede evitar que un nudo punzante le oprima el pecho y que unas ganas de llorar la asalten al escuchar a Armando.

B: Yo.... Doctor, lo siento. – Murmura cuando sin poder evitarlo rompe en sollozos – Yo confío en usted, sé que es un médico magnífico y que sabe lo que hace pero es que.... Es que....

Armando vuelve a abrazarla con cariño y le da un beso en la cabeza, acariciando su espalda con suavidad, y comprendiendo a la perfección lo que ella siente en aquellos momentos.

A: Betty, confíe en mí, confíe en el equipo médico, confíe en que Leo es un niño fuerte, pero sobretodo, confíe en Dios, él nos ayudará, ya lo verá. – Contesta también con la voz rota por la emoción. Y con seguridad añade, tomando su cara y posando la mirada en sus ojos que a su vez le miraban húmedos por las lágrimas – Además, en los niños este tipo de operaciones es menos riesgosa, ellos muestran mayor resistencia y mejor respuesta al recibir el órgano, pues el organismo de los infantes está menos maltratado.

Ella le escucha y le sonríe, apoyándose en él confiada, abandonándose entre sus brazos y dejando fluir todo el congojo y el dolor que le oprimen, y dando rienda suelta al miedo que siente. Cuando ambos se abrazan y suspiran, se sienten más confortados, más seguros de sí, y después de unos segundos intensos, él se separa e intentando sonreír, le seca las lágrimas con los dedos al tiempo que le dice.

A: Ahora vendrán a buscarlo para llevarlo a sala de operaciones. Le prometo que haremos hasta lo imposible, Beatriz. – Le dice, mirándola a los ojos y dándole un abrazo posteriormente.

Ella solo es capaz de sonreírle y devolver el gesto con ternura.

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Se desperezó en la cama y estiró ambos brazos con pereza. No se acordaba en donde estaba, solo sabía que había tenido unos sueños sumamente agradables. El olor a café recién hecho le asustó e hizo que se sentase en la cama sobresaltado y abriese los ojos de golpe.

Cuando miró la habitación no pudo evitar inquietarse. De momento no lograba recordar en donde estaba ni con quien, solo sabía que no era ni su casa, ni mucho menos su habitación, así como tampoco había dormido solo. Eso se lo confirmaban las ropas tiradas en el suelo de manera desordenada.

Cuando vio aparecer al hombre de sus sueños, enfundado en un chándal y recién duchado, portando una bandeja con el desayuno en sus manos, no pudo evitar sonreír con ternura.

M: Hugo.... ¿qué hago aquí? – preguntó sin poder evitar el sonrojo que le producía encontrarse en aquella situación. El susodicho se acercó y, poniendo la bandeja sobre la cama, le dijo, acercándose a él y dándole un beso en los labios.

H: Dormir conmigo, mi amor. ¿Es que acaso no te acuerdas? Pasamos la noche juntos.

El rubor de Mario le hizo emitir una risita pícara, que tuvo el poder de avergonzarle más, si era posible. Titubeante, preguntó.

M: ¿pero tú y yo...? Ay, Hugo.... Yo.... No ¡no sé qué me pasó! – Exclama sincero, mientras se toma la cabeza con ambas manos, desconcertado de su propia reacción.

Hugo se acerca insinuante y con voz sensual, le ínsita.

H: ¿quieres que te refresque la memoria, corazón? – Ante el silencio de él prosigue, esta vez más atrevido – mmm, veo que sí, que te provoca tanto como a mí.

Y dejando todo propósito a un lado se deshace de las ropas que le cubrían y se acerca a su amado de forma sugerente, mientras lo abraza y le da un beso que deja a Mario sin defensas. Solo es capaz de responderle con la misma o más pasión.

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Ya estaban todos allí. Un equipo médico que acompañaba y trabajaba codo a codo junto a Armando, quien era el cirujano cardiovascular; el corazón ya había sido traído hasta ellos y estaba listo para ser implantado a Leo.

Con una leve sonrisa los médicos se saludaron y entonces llegó el paciente en la camilla, ya conectado a varias maquinarias que harían las veces de corazón. Armando lo miró con ternura y no pudo evitar que las manos le temblaran al percatarse que la vida de aquel pequeño iba a estar en sus manos; miró al cielo, pidiendo ayuda divina, y después de lanzar un profundo suspiro, se pusieron manos a la obra, mientras iba operando Armando explicaba el proceso que llevaba esta operación, ya que en la sala se encontraban residentes de la facultad de medicina.

- Lo primero fue anestesiarle, para poder comenzar con la operación; junto con esto administraron medicamentos encargados de su presión arterial y del ritmo del corazón, debido a que no poseía ningún nervio. Además de empezar desde aquel mismo instante a monitorearle con catéter arterial periférico, catéter venoso central y catéter vesical, una especie de tubo alargado y fino, que es introducido en un tejido intravenoso, para que la operación se lleve a cabo con corrección.

- Lo siguiente es efectuar la asepsia y antisepsia, que involucra varias partes del cuerpo.

- El proceso de apertura y posterior salida del corazón enfermo es bastante complejo, pues implica no solo la salida del corazón, sino también la manipulación de las venas cavas y la arteria aorta, que deben ser suturadas de forma circular para la colocación de las cánulas y derivación cardiopulmonar. Sin olvidar, por supuesto, la administración de heparina a través de la aurícula derecha. Después de varias manipulaciones más y de que todos los profesionales están absolutamente coordinados en sus respectivos trabajos, se extrae el corazón enfermo.

Una vez finalizado este primer proceso, se saca el corazón que se implantará, el cual es extraído del envase en que se trasladó, que por su puesto, tiene una temperatura adecuada para la conservación del mismo. A continuación se efectúan los cortes e incisiones necesarios para que, en síntesis, el corazón del donador se adapte al cuerpo del receptor, sin distorsionar la anatomía.
Concluida la unión del corazón, y cuando ya está establecida la actividad cardiaca, se verifican las condiciones de equilibrio ácidobase, temperatura del paciente y se reinicia la ventilación para posteriormente retirar la DCP. Se verifica la hemostasia, se concluye el proceso de aireación, se liga la orejuela de la aurícula izquierda, se colocan dos electrodos epicárdicos temporales que funcionarán como un marcapaso externo y después de la previa colocación de drenajes torácicos, se cierra la pared torácica de la manera habitual.

Una vez terminado, los médicos se miran y al unísono, suspiran profunda y largamente, con rostros cansados, pero satisfechos. La cirugía ha sido larga, pero ha valido la pena. Ahora solo resta espera.

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Betty se encontraba fuera de aquella sala de operaciones en donde su pequeño estaba siendo intervenido desde casi 4 horas. Nicolás, Sandra y sus papás la acompañaban, intentando apoyarla.

Nicolás la mantenía abrazada mientras ella no cesaba de llorar en silencio, rezando porque a su hijo no le ocurriese nada y porque aquella operación resultase un éxito para él. Don Hermes y doña Julia se mantenían tomados de la mano y en sus ojos se podía ver el dolor que sentían y las ojeras denotaban la falta de sueño. Sandra en tanto se encontraba mirando a la familia con tristeza, mientras hacía grandes esfuerzos para no romper a llorar. Se le rompía el corazón al verlos tan mal, y más, al pensar en que Leo, ese pequeñito indefenso, estaba siendo operado en aquellos momentos.

La llegada de Armando, les sacó a todos del letargo en el que se encontraban. Betty fue la primera en levantarse y prácticamente correr hacia él, preguntándole.

B: ¿mi niño.... Cómo está mi niño, doctor?

Armando intentó regalarle una sonrisa, pero el agotamiento solo le permitió hacer una mueca. Aunque su gesto sereno tranquilizó a los presentes.

A: Tranquila, Beatriz, no se preocupen. – Añade al verlos a todos expectantes – Como suponíamos, la operación ha sido exitosa y hasta ahora, todo ha salido como estaba previsto....

El abrazo y los besos nerviosos con los cuales Beatriz le riega el rostro, no permiten que él continúe con su explicación y le hacen sonreír sinceramente.

B: ¡Gracias, doctor!... – susurra ella llorando y riendo a la vez - ¡muchas gracias por salvar a mi niño, usted es un ángel!

Armando la abraza con ternura y responde de la misma manera a los padres de la joven, que también entre risas y llantos, le agradecen de mil maneras lo que hizo para con su niño. Él, con felicidad responde que es su trabajo, que se siente feliz salvando vidas, pero ellos no pueden dejar de agradecer por tanto bien que les hizo al salvar la vida del niño.

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CINCO DÍAS DESPUÉS

Las mañanas Bogotanas siempre son cálidas, y frescas, en donde cada una de ellas trae consigo días estupendos, días tristes o días con muchas emociones.
Esta mañana no será la excepción de la regla, ya que en el hospital Nacional de Bogotá se realizarán dos milagros, dos ángeles retornaran del cielo para dar alegría a sus seres queridos.

"¿Qué esto, que no me deja tragar? Tengo tanta sed un momento ¿Qué hago yo aquí?"
Estas eran los pensamientos de Leonardo Pinzón al encontrarse en un hospital, entubado y sin poder gritar para que le fueran a quitar esa cosa que tenía en la boca. De pronto por la entrada de la habitación entra un hombre alto, canoso y con rostro cansado, en su bata esta bordado con letras grandes y negras su nombre Dr. González.

Dr.G: muchacho que bueno que ya despertó, ya mismo le quito el respirador y llamo a su mama

El doctor toco el timbre que avisa a las enfermeras de que un paciente necesitaba algo, en pocos segundos la enfermera que llegó al auxilio le retiraba con una sonrisa el respirador al niño, mientras le decía.
Enf: ¡qué bueno que ya despertó Leo! Ahora solo queda que su hermanito también abra esos hermosos ojos tan lindos que tienen. Bueno esto ya está, te voy a pedir que no hables mucho si? Y no te muevas mucho hasta que tu mami regrese de casa, pobre ha estado todos los días, las noches aquí con ustedes. Te dejo niño bello

L: gra... gra... gra..cias

Enf: no tienes nada que agradecer pequeño, me retiro

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AM: Ecomoda Buenos días

V: Buenos días con el Dr. Mendoza por favor

AM: ¿de parte de quién?

V: del hospital de Bogotá

AM: ya se lo comunico

V: gracias

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AM: doctor lo llaman del Hospital

A: páseme la llamada, gracias... ¿Quién habla?

V: uy no Armando cada día estas más pesado.

A: ¿González?

G: ¿Quién más ah?, le tengo noticias de sus niños

A: ¿Qué noticias? No me digas que...

G: si Armando despertó uno y creemos que en unas horas va a despertar el otro, solo es cuestión de tiempo

A: BUENÍSIMO. ...¿Quién de los dos despertó?

G: el niño que usted opero, Leo me parce que se llama.

A: si así se llama, voy para allá, ¿ya le avisaron a la mama?

G: no hermano, ese placer se lo dejo a usted, pero apure le que el niño está buscando a su mama.

A: Gracias amigo, hablamos en un rato Chao

Para Armando esa noticia es más que excelente, pues siempre le había dado mucha satisfacción cuando sus pacientes se recuperaban y más si eran casos peligros, pero en esta ocasión no sólo era la alegría que sentía que el pequeño volviera a la vida, sino que iba cumplir con la promesa que le hizo a la madre años atrás.