El tiempo avanza y deja huella, las malas elecciones buenas lecciones y solo el mismo tiempo dirá que será de nosotros mañana. He pensado en todas las cosas que no supe ver, disfrutar o entender. Extrañé a quien no supe amar, recordé ese amor maternal de hace tantos años y que ahora hecho de menos. A veces se siente que ya es demasiado tarde como para hacer lo que nunca hicimos, besar a quien nunca besamos y despedirse por última vez de quién no volveremos a ver. Dicen por ahí que la ignorancia es una dicha, que mientras menos sabes, mientras menos entiendes lo efímera que es la vida, lo corta y fugaz que es, más feliz eres. Nada nos asegura el después, ni siquiera un segundo más. Entre más envejezco y mi mentalidad se transforma adecuándose a los nuevos tiempos, empiezo a creer que la felicidad se encuentra en el ahora, en el abrazo de un ser querido, en la risa contagiosa, en el acto de vivir sin reservas ni demoras. La enseñanza es la siguiente, el tiempo es el enemigo de la felicidad. Pues si tu felicidad está construida en base a planes futuros, al mañana... nada te asegura que ese día llegará. Plantéate tus metas y trabaja en conseguirlas, pero no olvides lo antes dicho, el tiempo avanza y deja huella y tarde o temprano se llevará, como la muerte arrastrando su guadaña, la felicidad. Todo es efímero, querido lector. Memento mori.
Tuyo por siempre,
Noir.
(...)
— Ashen — Lucy se estira sobre la cama — que nombre más raro...
— Su nombre no es lo único raro que lo rodea — aclaré.
— Tengo el ligero presentimiento que el chico malo quiere rollo contigo — se burló mientras se disponía a agarrar fuerzas para despegarse de la cama.
— Tengo el ligero presentimiento que estás leyendo mucho Wattpad.
Me recojo el cabello en una coleta frente al espejo del armario.
— Plantéatelo como una posibilidad — se detuvo detrás de mí y le sonrió a mi reflejo.
— Que va tía, nos llevamos fatal — hice una mueca de disgusto — ¿ No viste como me trató ese imbécil en las escaleras ?
— Admite que está cañón — alzó ambas cejas en señal de espera a mi respuesta.
— Me recuerdas a Helen cuando hablas así.
— Sabes que tengo razón.
— Su personalidad mata todo posible atractivo en él — añadí.
— Admítelo.
— Solo sé que no sé nada — le sonreí a través del espejo abiertamente.
(...)
En este punto de la historia solo tenía una cosa clara respecto a Ashen. Él es mi antagonista.
— ¿ Qué harás después de clases ?
Esa era la pregunta clave y diaria de Lucy que me hacía plantearme qué hacer con mi vida luego de cumplir mis obligaciones de universitaria.
— Creo que iré a la biblioteca.
Esto me huele a flashbacks.
— Ni se te ocurra.
HOSTIA PUT—
Era él, nuevamente.
Después de casi infartar, respondí al CLARÍSIMO ataque de mi enemigo mortal que bien sabido queda en mis memorias que es Batman cuando se trata de aparecer de la nada:
— Ni se me ocurra el qué — volteé a mirarlo.
— Ir a la biblioteca — su tono leve y autoritario de costumbre se mostraba de tal forma que parecía aclarar lo evidente.
— ¿ Y por qué no ?
A estas alturas de la conversación, tanto Lucy como Rayne nos observaban anonadados.
— No quiero que andes metiendo tus narices cerca de mi cuando intento concentrarme en mi lectura — me sonrió de medio lado como sólo un chulito de manual sabe hacer — Niñata.
Me limité a entreabrir mi boca sin saber muy bien qué decir. Como ya resultaba frecuente, su evidente descaro a menudo me dejaba sin habla.
— Todo parece indicar que te quedó claro — añadió aún con la sonrisa en sus pálidos labios.
Entonces dió la espalda y se marchó. Probablemente en dirección a la biblioteca cuya entrada se me había prohibido hace un instante por un tío que se cree con la potestad de decirme qué cojones hacer.
Fantástico.
— ¿ Ese tío de que va ? — plantea la interrogante Rayne, un tanto malhumorado.
— Buena pregunta — agrega Lucy — Yo flipo.
Las miradas puestas en mí, a la espera de una reacción en respuesta a su acción.
Cuando por fin di con la lengua que me había dejado a medio comer el gato, dije:
— Por mis ovarios que voy a ir — observando la puerta por la cual mi verdugo se había marchado.
No quiero acostumbrarme a ser machacada por él. Era inaudito que me sintiera constantemente presionada e intimidada por un tío cuyo nombre y tendencias eran más raras que las mías propias. Era mi anticristo encarnado, pues me descolocaba con una facilidad abrumadora con ese tono arrogante que tanto me fastidiaba, sin embargo he de añadir que NO pienso ponérselo tan fácil.
Por mis ovarios que me va a escuchar.
Memento mori: Recuerda que morirás.
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Ashen
RomanceEsta, estimado lector, es una historia que cuenta el destino de dos almas con tonalidades distintas, una brillante y hermosa, otra oscura y opaca. De la cual un simple aroma a esencia floral hará que sus destinos se entrelacen sutilmente hacien...