El clima había cambiado drásticamente de un día caluroso a una temperatura fría y húmeda apenas cayó la noche. Las hojas de los árboles a la orilla de la carretera se movían junto al viento como si tuviesen vida propia. La luna desde lo alto saludaba a los apresurados transeúntes de Madrid, mientras mi mirada yacía inerte en el brillo de la luminosa ciudad.
- Se que lo vas a pasar en grande - tararea David mientras da pequeños saltos de alegría.
- Y una mierda.
- Ashen... - me pasa un brazo por encima del hombro - Sólo déjate llevar.
- No soy de dejarme llevar - musité, quitándome su brazo de encima.
- Una vez al año no hace daño.
- Que mierda de frase sin sentido - negué con la cabeza.
(...)
Contexto.
La razón por la cual decidí salir de la habitación un jueves por la noche es cuanto menos razonable. Resulta que David llevaba insistiéndome varios días con ir a una fiesta, evidentemente me negué al principio pues no tenía razón alguna para privarme de mis horas de sueño por una basura de evento social. Sin embargo, David persistía en no querer ir solo y me pidió que pensara en algo que proporcionarme a cambio de mi compañía. Después de mucha insistencia por su parte, accedí a ser partícipe a cambio de que se callara la puta boca siempre que yo me dispusiera a leer. El aceptó mi demanda y ahí estábamos, frente a lo que al parecer era un bar.
- Mola - se frota ambas manos - ¿ A que si ?
La campanilla de la entrada anunció con un leve tintineo nuestra llegada.
Recorrí con la vista aquél antro repleto de universitarios con tendencias a vicios de todo tipo. El humo de los cigarrillos inundaba todo aquél sitio herméticamente cerrado.
Entre el mar de personas que se encontraban en aquél sitio di con una mirada curiosa. Sus ojos me observaban entre la gente que iba y venía hasta que la inercia se hizo cargo de que desviara la atención, ya sea por vergüenza o miedo de ser notada. La inercia de los cuerpos es tan jodidamente real que me encontré a mi mismo sonriendo ante aquella figura retraída.
Resulta ser que la noche pinta divertida.
(...)
- Otro vodka con café - la escuché balbucear desde el otro extremo de la barra.
Instintivamente busqué la fuente de la voz. Para mi sorpresa ella estaba mirándome fijamente con cierto destello de osadía en la mirada que no la caracterizaba.
- Marchando un Black Russian - dijo el bar tender con tono divertido.
- Avi... creo que deberías parar - la voz de la chica a su lado intentaba sonar persuasiva.
- Entonces dile a... a... - me señala torpemente con el dedo - ese... que se vaya. Su cara... Ehm.. me incita a beber.
- Ava...
Reí entre dientes.
- ¡ Psst Eh ! - me señala nuevamente, haciendo que varias personas a nuestro alrededor fijen su atención en nosotros - Te estoy viendo.
La ignoré abiertamente.
- ¿ No es esa la chica de la fiesta de bienvenida ? - pregunta curioso David antes de darle un sorbo a su bebida.
- No lo sé - me encogí de hombros - No la conozco de nada.
- ¿ Así que no me conoces de nada... ? - la voz de la niña con problemas de autocontrol provenía directamente de mi espalda.
Fantástico.
Lo que me faltaba.
No estaba de humor para lidiar con una borracha a tales horas de la noche cuando perfectamente podría estar en mi cama. Sin embargo, aquella situación tenía algo de gracia.
- ¿ Y tú eres ? - pregunté indiferente.
- Te... has... - un hipo le hace arrastrar torpemente las palabras - dedicado a joderme la existencia desde que puse un pie en la universidad...
Sonreí divertido. David y la chica que acompañaba a Ava nos observaban espectantes.
- Jugar con la autoestima de las personas está feo.
- Ava... - la otra chica la toma por los hombros - Debemos irnos.
- No me voy a ningún sitio hasta decirle a este tío un par de... cositas - tartamudea.
- Estoy muriendo por saber lo que una niñata borracha tiene que decirme - me burlé.
Mechones de su cabello caían tapando la poca visibilidad de sus ojos que la tenue luz del bar brindaba.
- Eres un idiota.
- ¿ Lo soy realmente ? - le di una sonrisa de boca cerrada.
- Con esos aires de... de... ¿ Cómo se dice ?
- ¿ Autosuficiencia ? - comenté divertido.
- Egocentrismo - arruga la nariz.
- Es irónico que intentes acusarme de egocéntrico cuando tú asumes constantemente que tengo algún tipo de problema contigo - aclaré.
- ¿ Y no es así ? - puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos a la defensiva.
- No - ladeé la cabeza - No es el caso.
- Que sepas... - agarró mi copa y se la bebió de un solo sorbo - que Rayne es muchísimo más guapo y buena persona que tú.
- ¡ Ohhhhhhh ! - vociferó el idiota de David - ¡ Golpe crítico al orgullo !
- Cállate.
- Ava, déjalo estar... - su amiga intentó calmar las aguas.
Entonces por una razón que desconozco la agarré del brazo y la saqué a rastras de aquel sitio.
¿ Qué estoy haciendo ?
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Ashen
RomanceEsta, estimado lector, es una historia que cuenta el destino de dos almas con tonalidades distintas, una brillante y hermosa, otra oscura y opaca. De la cual un simple aroma a esencia floral hará que sus destinos se entrelacen sutilmente hacien...