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-Kyaaa...! ¡Lo has visto Hoshina!?

Lo sacudí alegremente mientras por dentro me derretía como una fan.

-Si te refieres a lo horrible que se ve, si.

-¡Soshiro!

-Desde cuando tanta confianza para llamarme por mi nombre?

-¡Tu ni siquiera me prestas atención!

Hice un berrinche mientras movía mis manos y el río.

-Es que... Es chistoso, ni siquiera se acuerda de tu existencia , jiji.

Cubrió con su mano esa pequeña risita y quede estática sin moverme.

-Eres cruel...

-¿Hay que aceptar la realidad no?

-¡Nunca te tomas nada en serio!

-Y tu no aceptas que él ni recuerda tu nombre.

-Claro que si! ¡Hasta le hablo todos los días!

Se rió de mi y agarro su estómago.

-¡Si te refieres a que ni siquiera te deja el visto!

Le di un golpe en la cabeza y quedó un poco tuerto.

-¡Ya lo hará!

-Uy si...

Siguió riéndose y cerré mis puños.

-¿Como te puede gustar alguien así? Cuando te lo cruzas ni te mira.

-Ay... mientras mas frío es conmigo más me interesa~

Junte mis manos como toda una enamorada ilusionando.

-Masoquista.

-¿¡Eh!?

-Mientras menos interés el te tenga más te enamoras, siempre lo noté, siempre fuiste alguien... Extraña.

-Grosero.

-¿Sabes que él fuera de combate es un flojo?

-No te creo.

-Uy si, deberías de verlo en ese estado, es horrible, pareciera que ni se bañara, perderias el interés en ese instante.

-No te creo.

Camine a una máquina expendedora de jugos y saque dos para darle uno a Hoshina.

-Que amable, siempre te pones así cada que me terminas hablando de él.

-Él es como una debilidad para ti no?

Río y solo me coloque algo nerviosa.

Aún recordaba la primera vez que me tope con Gen Narumi, el amor de mi vida según yo.

Se veía tan serio, tan, pero tan masculino, tan concentrado, me enamore en ese instante.

He intentado todo para poder llamar su atención, realmente todo, me han dicho que pareciera irritarlo ya.

-Kikimura.

-Te he dicho miles de veces que solo me llames ____.

-Kiki.

-_____.

-¿Que tal Mura?

-No quiero, solo ____.

-A mí me gusta Kiki.

Rode los ojos, era inútil intentarlo llevarle la contraria a Hoshira.

-Oye Kikimura ¿Por qué siempre te pones tan terca con tu apellido?

Simplemente rode mis ojos y me dirigí a la azotea del lugar con un bicho atrás de mi llamado Hoshira.

-Mañana empiezan las pruebas para los reclutas.

-¿Te has acordado? No quieres acompañarme Kikimura? Igual estará Ashiro.

-Podria estar haciendo algo más interesante.

-¿Acosar a Narumi?

-¡No!

El río.

-Quizas, aprender a cocinar.

-¿Para mí?

Se me acerco con una sonrisa de oreja a oreja, a veces solo me daban ganas de arrancarle la cabeza.

-No.

-¡Pero si yo siempre te cocino a ti! ¡Te hasta traigo!

-¿Era tuyo?

-¡Si! ¡Siempre dices que está exquisito!

-Pense que era de la capitana Ashiro, tu comida sabe horrible.

Coloque una cara de disgusto y seriedad.

-¿Entonces por qué decías que sabía bien!?

-Pense que era de Mina, no iba a ser grosera.

El se agarró el pecho de manera dramática y luego volvió a reír como si nada.

-Yo se que igual me cocinaras a mi.

-En tus sueños.

-¿Y si fuera Narumi?

-Iugh, no se parecen en nada, aunque, no te ilusiones tan pronto pero quizás  y te traiga algo.

Él sonrió.

-Bueno, me voy, me dices como van en las pruebas, sería interesante conocer gente curiosa.

-Va a estar esa niña.

-¿Cuál? ¿El supuesto futuro del país?

Me desconcerte un momento.

-Al parecer, debería de ser la mejor de todos.

-Que interesante.

Me aleje del lugar para ir mi habitación.

-Mañana, mañana, gente nueva.

-Aun así nadie superara a Narumi.

Mire mi celular que hasta el fondo de pantalla eran de él.

Quizás y estaba un poquito, tan solo un poco de más obsesionada con él.

Mire el techo y suspiré, me cambié y coloqué un vídeo de cocina de como hacer brownies.

-¡Okey! ¡Mi sujeto de prueba sera Hoshina!

Confiaba en mi amigo más cercano para que me ayudara en el gusto de la comida.

Podía odiarlo de vez en cuando pero, era realmente agradable.

-Sigo sin entender la rivalidad que tiene con Narumi.

Me puse a pensar varias cosas, seguía sin entender aquello aunque por eso él hacía bromas.

Intentaba matar mi ilusión pero la verdad solo la hacía más grande, no podía evitarlo aunque quisiera, cada vez me enamoraba más de él.

Mientras menos atención me daba, más me enamoraba.

¿Pero y si me diera su atención? ¿Ya no me gustaría?

Me detuve a la mitad de la receta.

Era curioso, ahora quería descubrírlo.

Suspiré.

-Ni una mirada me da cuando me lo cruzo y espero a que me diga un hola.

Ni siquiera yo me entendia.

Seguí viendo aquel video con la receta, de aquí para allá un poco de desorden, detalles nada más.

¡Dame tu atención! (Gen Narumi X Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora