¡Dame tu atención! (Gen Narumi X Lectora)

2

-Asi que, un anciano llamado Kafka Hibino logro entrar.

Me quedo mirando.

-¿32 años? ¿Ni siquiera pudo activar un porcentaje del poder del traje?

-Si lo piensas es gracioso, además, es bastante terco!

El río.

-Salvo a la muchacha Shinomiya.

-¿Uh? ¿Si? ¿Entonces derrotó a ese Kaiju el solo?

-Mh, no lo creo, pero el muchacho Reno Ichikawa también la salvó, ella menciono que habían sido ambos.

-Interesante, ¿Entonces que? ¿Son amigos ahora ellos tres? Escuché que Shinomiya tiene un ego por las nubes.

-Solo es mejor al promedio, me interesa más ese anciano.

Lo mire de reojo y vi que abrió sus ojos, cuando lo hacía me daban escalofríos.

-Lo voy a tomar, quiero vigilarlo más.

Pocos días después era la graduación de los novatos, escuché que tal anciano había sido desubicado comentándole algo a la capitana Ashiro.

Hoshina dijo que la capitana había sonreído por aquello, eso me había tomado por sorpresa.

-Van a expulsar al señor Hibino si no logra demostrar más.

-Pero solo en si no sucede nada en tres meses, la otra noche, se quedó hasta tarde estudiando, se está esforzando.

Me miró y empezó reír, lo mire alzando una ceja.

-¿De que te ríes ahora?

-¡Puajj! ¡Me acorde que libero solo un 1% del traje! ¡Le contó a Shinomiya y ella lo desprecio! ¡Se veía tan gracioso!

-En ese tiempo, solo libero un 1%? Que horror... Con razón se está esforzando el doble.

-¡Pero lo hubieras visto Kikimura! ¡Puajj jaja! ¡Se veía tan gracioso.

Rode los ojos y busque algo entre mis bolsillos.

-Mira, Hoshina.

-¿Uh? ¿Que tienes?

Me miró curioso acercandose.

-Woah! ¿Para mí!?

Abrió la pequeña bolsa y habían dos brownies.

-Yo sabía que me ibas a dar algo!

-¿Y que tal? ¿Como los encuentras?

-Estan... Pasables.

-Para la otra no te doy nada.

-¡Pero Kikimuraaa!

...

Estaba en uno de los camiones dirigiendome a dónde se encontraba un gran Kaiju, en otro camión debería de estar Hoshina, con su tropa.

Y por supuesto que no me quivocaba.

Me entró al curiosidad y con cuidado me dirigí hacia él.

-¿Él es Hibino?

Pregunté y asintió, se empezó a acercar a él, al verlo admirando a la capitana.

-¿Ya tienes ganas de rendirte?

Le pregunto.

-Para estar a su lado se necesita el mismo calibre de poder como el que acabas de presenciar.