Rebelión [Kamal Verdi de Secramise]

V

Y después de mucho tiempo.

El Emperador ha caído.

El palacio imperial se sumió en el pánico cuando Jaider de Secramise cayó gravemente enfermo, los doctores se apresuraron a atenderlo temiendo que fuera envenenamiento, pero una trágica noticia seria dicha.

"El Emperador padece de cáncer".

Fue el diagnostico dado a la afligida familia.

Cuando la noticia fue dada solo una pregunta surco la mente de los nobles.

"¿Quién es el sucesor al trono?"

La tradición dictamina que debe ser el hijo legitimo y varón.

La ley estipula que debe ser un hijo varón del Emperador.

La Emperatriz junto a su fracción están dispuestos a romper con esa ley, la princesa Ariana es quien debe tomar el trono, por ser la hija legitima, la primera estrella del Templo apoya está decisión, pero los nobles solo han dicho una cosa.

"El Emperador debe decidir".

Una pequeña mentira para que el Emperador esté en el salón del trono.

Kamal ingresa a la habitación donde su madre es tratada, el medico hace una reverencia y se retira dejándolo solo, se sienta en la elegante silla que antes pertenecía a su progenitora, se acerca al oído de está y le da la buena noticia, que Jaider ha caído, aunque muchos crean lo contrario, que todavía tiene tiempo para elegir y educar a su heredero, la verdad es que solo le quedan unos cuantos días de vida.

—Te agradezco por haber estado enfermando a el Emperador, Madame Verdi—dice alejándose del oído de ella—, es de las pocas cosas buenas que haz hecho, estoy seguro que debes estar deseando despertar para verlo, pero lamento decirte que no planeo dejarte en coma por mucho más tiempo, cuando acabe mi plan, morirás.

Deja una flor negra en el velador y se retira dejando al medico entrar con el liquido que mantiene a su madre en el estado en que está.