Rebelión [Kamal Verdi de Secramise]

VI

Haun se reunió con Jade al verlo tan extraño, su comportamiento ha cambiado drásticamente, volvió a tener esa actitud ante la princesa, en donde parecía que para el Ariana era un monstruo, le expreso su preocupación y le conto, le recordó como era con la princesa, lo feliz que estaba hace una semana al lado de ella, se dio cuenta que sus palabras hicieron enfurecer a Jade, este le grito que no era el, que ese nunca había sido el, que nunca ha llegado a querer a la princesa, que la aborrece con cada fibra de su ser.

Cuando trato de agarrar a Jade para calmarlo este lo aparto de un  manotazo y se retiro dando un fuerte portazo que asusto a las sirvientas que pasaban por el pasillo.

Se quedo completamente solo en la habitación.

Una sensación de duda se instalo en su mente, como si de cierta manera estuviera de acuerdo con Jade.

Vio la luna recordando a sus padres, los Reyes de Darhan, ¿Cuánto tiempo lleva sin hablarles? ¿Sin enviarles una carta? ¿Cuándo comenzó a olvidar a su familia?

Sintiéndose asfixiado, con falta de aire decidió salir del palacio para dar una caminata, los recuerdos de sus humillaciones en este Imperio le dan nauseas que evita, no puede ponerse delicado si quiere seguir siendo de utilidad para la princesa, sus fuerzas flaquean cuando llega a el limite del territorio del palacio, arrodillado mira la luna con ganas de llorar, los recuerdos con sus padres lo inundan, siente que sus cartas ya no serán recibidas por ellos con el mismo amor de antes, ¿Por qué siente que los ha decepcionado?

Jade se detiene en seco cuando ve a la sirvienta que le había dado la "bienvenida" cuando se reunió con el tercer príncipe, está al parecer sintió su mirada ya que volteo.

Directamente a los ojos.

—Jade Meldea—la sirvienta hace una reverencia—, lo estaba buscando.

—¿Kamal quiere hablar conmigo?

—El Señor quiere que salga del palacio de la princesa, ahora y de inmediato.

—¿Perdón?

—Lo entenderá pronto.

Jade se dispuso a hacer caso a lo dicho y rápidamente salió del palacio, camina por el sendero sintiendo que poco a poco se va liberando de las cadenas, a pesar de estar caminando hacia la oscuridad, el palacio de Ariana está completamente iluminado pero siente que si camina hacia la oscuridad podrá tener su anhelada libertad, ve a Haun al lado de la puerta, al lado de la ansiada liberad.

—¿Ha donde vas, Jade?

—No lo sé, pero siento que voy al lugar correcto.

Con eso dicho deja a Haun atrás, el Comandante, el Hada de la luna lo observa con añoranza.

Haun siente como sus piernas vuelven a tener fuerza, mira hacia el palacio, la luz que emite le duele, sus ojos pican y se cubre con manga, retrocede esperando chocar con la reja de fierro, pero eso no sucede, sigue retrocediendo más y más, cuando se permite volver a mirar, se da cuenta que está bastante lejos del territorio de la princesa.