¡Las Citas!

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Seiya ya no sabía cómo sentirse ahora. Lo único que atinaba a hacer era suspirar algo abatido por su situación, pero una parte no evitaba sonreir enternecido por lo que había pasado horas antes de llegar a la mansión.

No queria entrar a su habitación, por lo que ahora estaba en la parte trasera del jardín, debajo de un frondoso árbol para tratar de apaciguar sus ideas, recreando en su mente lo que había pasado.

No sólo tuvo una cita con shiryu, sino que también lo tuvo con ikki, y con Hades aún no se daba, en realidad. Aunque fuera de eso...

¿Enserio tres hombres eran capaces de hacer cualquier cosa con tal de enamorarlo? ¿De que se quedara con uno de ellos?

Sin duda disfrutó la compañía de shiryu e ikki (por separado, claro) sin embargo, en pocas horas su tormento ahora era decidir a quién elegir, y destruir de paso el corazón de los otros dos. Porque ambos hombres, con los que ya había salido, querían una respuesta, y eso es lo que más temía.

Rememoró ambas citas que tuvo horas atrás, habían sido diferentes, pero las dos le habían echo sentir bien, era difícil de olvidar y superar. Era raro que Hades aún no lo llamara para salir, habían quedado en comunicarse. Aun no daban ni la media noche, pero no quería salir tan tarde.

Sin verlo venir quedó totalmente dormido debajo del árbol, no fue por causas naturales, o cansancio, del que se dejara vencer por el sueño. Más bien alguien lo había provocado, y ahora lo llevaba a otro lugar. Lo raro era que no tenía malas intenciones. Nada de que preocuparse, porque en poco tiempo se sabrá el paradero de ambas figuras.

Y hablando de raros, él no fue el único que tuvo una "encantadora" noche. ¿Tan bueno fue?

Para él sería un sí, pero no para los pobres involucrados en aquella, loca e inesperada velada. No sólo fueron shiryu e ikki, no. También estaban involucrados el otro trío. Los cuales habían llegado recientemente a la mansión, con Mérida corriendo como loca en busca de un baño, al igual que los otros dos.

—— ¡Aghh! ¡Apurate, niña! ¡Yo también necesito usar el baño! —— saori golpeaba con fuerza la puerta del cuarto, del cual la pelirroja ya llevaba más de una hora ahí. —— ¡se me esta secando la grasa y la mermelada en el cabello! ¡Y es difícil de quitarlo cuando esta así! ¡¿Cuánto tiempo necesitas para tomar un baño?!

—— ¡pues disculpa por hidratarme! —— se escucho el sarcasmo del otro lado de la puerta. —— ¡además, recuerda que soy mujer y nosotras nos tardamos tomando un baño! ¡¿si tanta es tu prisa, por qué no usas el baño de uno de tus hermanos?!

—— porque no es correcto. Yo respeto su privacidad y su vida.

——...

——...

——... Ay, aja.

—— ¡Aghhhhh! ¡Apurate!

Saori continuó golpeando la puerta para que la otra saliera más rápido, detras se asomó hyoga con el bebé shun. Ambos ya recién bañados y con ropa más cómoda, Cisne venía cargando al pequeño con una mano, mientras que con la otra sostenía una pequeña toalla y frotaba la cabeza del bebé para secarle el cabello.

—— ¿aún sigue en el baño? —— saori volteó a ver a ambos.

—— tu cabello sigue un poco rosa...

—— ya me di más de tres lavadas, y aun no se quita. Almenos shun no sufrió mucho. —— A comparación de los tres, shun fue el único suertudo en no sufrir mucho en aquella "misión encubierto" —— ¿Mérida aún sigue en la ducha?

—— ¡si! ¡Y me urge bañarme! ¡A este paso tendré que cortame el cabello!

—— ¿Tee~? —— preguntó sonriente el bebé, a causa de lo graciosa que se veía saori así. Aunque mucho más por el cabello de esta, se asemejaba al nido de cuervo.

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