Capítulo 3

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Beomgyu observaba con atención su alrededor. La ciudad no se veía muy diferente a una común en su país, sin embargo, había pequeñas diferencias.

—Llevamos tres cuadras y no he visto una farmacia de emergencia, supongo que aquí no las necesitan —le dijo a Yeonjun.

Yeonjun asintió.

—¿Qué es una farmacia de emergencia? —preguntó Soobin.

—A veces tenemos emergencias que no son de nuestra persona, si no de nuestro lobo —respondió Yeonjun—, también la forma de comportarse de la gente es diferente aquí.

Llegaron a un pequeño café, el cual Soobin recomendó visitar.

—¿A qué te refieres? —preguntó Soobin mientras se sentaba.

—Yo noté que muchas personas iban solas. Eso no es muy común en nuestro país —contestó Beomgyu.

—¿Solas?

—M-hmm —asintió Yeonjun—, de donde venimos, es muy natural que siempre busquemos estar acompañados, pero por lo que investigué, los humanos no-cambiaforma no tienen problema con pasar mucho tiempo solos o vivir solos.

Soobin alzó las cejas sorprendido. 

—No sabía que eso era tan importante para ustedes.

Compartieron un pequeño pastel de dulce de leche. Beomgyu habló un poco sobre su familia y su infancia en su ciudad, Yeonjun complementó algunas anécdotas, ya que muchas de ellas las vivió junto con su mejor amigo. Soobin escuchó con atención y varias veces se encontró riendo por las ocurrencias de un pequeño Beomgyu.

—¿Y qué hicieron entonces? —preguntó Soobin.

—Mi mamá me encontró arriba en un árbol con un mono, desde eso nunca me llevaron al zoológico de nuevo. 

Yeonjun recordaba vívidamente ese día; la preocupación lo consumía mientras le gritaba que dejara de escalar el árbol y le recordaba que debían volver con sus mamás. Beomgyu, evidentemente, no le hizo caso; sin embargo, todo el tiempo que estuvo arriba en el árbol jugando y hablando un extraño idioma de señas con el mono, Yeonjun se quedó junto al árbol, pacientemente esperando a que los encontraran mientras estaba atento por si Beomgyu se caía o si necesitaba ayuda para bajar. Sonrió al recordar ese día.

El resto del día, Soobin los llevó a conocer una parte turística de la ciudad, era una plaza abierta con una gran fuente en medio, variedad de tiendas alrededor, puestos de comida, y muchas, pero muchas flores. 

Entraron a varias tiendas, las cuales eran bastante diferentes a las de su país. Beomgyu notó que había muchas más tiendas de joyería que en casa, también eran más finas y, en su opinión, más bonitas.

—Creo que de donde venimos no le dan mucha importancia a esto, ni siquiera nos casamos como ustedes, no usamos anillos y esas cosas.

—Ah, cierto —respondió Soobin—. Aquí hay muchos estilos diferentes, revisa si algo te gusta.

Beomgyu observaba las vitrinas de cristal con asombro y mucho cuidado. 

—Beom, estaré en la tienda de enfrente —le avisó Yeonjun.

Levantó un dedito pulgar hacia el alfa en respuesta.

Minutos después, algo plateado llamó su atención.

—Uh~, me gusta esto. ¿Es un brazalete?

—Disculpa, ¿podemos ver este? —Soobin señaló el accesorio al joven de la tienda.

—Por supuesto —contestó el chico—, este modelo también tiene un brazalete gemelo, puede ser para parejas o amigos. Incluso, se les puede grabar letras o frases, si gusta.

Moonlight on usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora