Capítulo 8

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Yeonjun se despidió de Soobin y Beomgyu. No le agradaba separarse de su mejor amigo, pero entendió que quería pasar tiempo con Soobin, no lo mantendría a su lado mientras hace cosas aburridas de trabajo y atiende conferencias.

Una vez los perdió de vista, se volteó para regresar a las puertas del hotel.

Sin embargo, sintió un agarre algo brusco en su antebrazo que lo detuvo.

Cuando volteó, sintió otro jalón en su ropa.

Entonces miró hacia abajo.

La pequeña niña lo miró con ojos grandes y se separó dos pasos de él.

-Um, buenos días, oh, tardes. Mi nombre es Tali y soy scout del club Tortugas. ¿Quisiera comprar una galleta para apoyarnos, señor?

-Ah...que no soy un señ- -suspiró- okay, ¿cuánto cuestan las galletas?

Yeonjun se dirigió hacia las escaleras del hotel mientras mordía su galleta de choco menta. Una vez llegó a su habitación, terminó la galleta y, con un mejor humor gracias al azúcar, prendió su computadora y comenzó a trabajar.

-Chan, ¿cómo rayos pasaste la prepa sin saber hacer formato APA?

-Umm...¿pero sí me vas a enseñar cómo hacerlo? -contestó su compañero.

Yeonjun masajeó sus sienes.

-Yeonjun-ssi, ¿también podría ayudarme a mí? -interrumpió otro.

Hacer equipo con nuevos empleados a veces puede ser...complicado. Un poco.

Luego de una hora de resolver dudas y hablar de más y más trabajo, alguien tocó su puerta.

Yeonjun pensó que podría ser el servicio de hotel, ya que Beomgyu no podría haber vuelto tan pronto. Miró por la mirilla y vio una silueta que vagamente reconocía.

Abrió un poco la puerta y asomó la mitad de su cabeza.

-¿Sí?

-¡Hola, Yeonjun-ah!

-Hola...¿qué haces aquí?

-Soobin me dijo que te dejaron solito, así que vine a hacerte compañía -Jisun se acercó a la puerta, pidiendo paso.

-Oh, no me quedé solo. Lo que pasa es que tengo trabajo. Así que, en realidad, no puedo salir ni puedo atenderte ahora, lo siento -dijo con una sonrisa nerviosa, de esas que muestras por cortesía.

-Puedo esperar a que termines. Incluso, podríamos ir a ese bosque al que fueron la otra vez y me enseñas cómo te transformas, ¿sí?

Yeonjun no sabía qué responder. Jisun era una persona muy directa, ese tipo al que no le puedes decir que no por pena.

-Es que...realmente tengo trabajo ahora. Mucho. Creo que hoy no es un buen día para eso.

-Tengo mucho tiempo libre, en serio.

-Jisun, de verdad -Yeonjun negó.

-Oh... -Jisun miró al suelo-. Está bien, no hay problema, ¿me acompañas a tomar un taxi? -preguntó con una pequeña sonrisa.

Yeonjun suspiró.

-Okay. Sólo eso.

Estuvieron en silencio hasta salir del hotel. Una vez estaban frente a la calle cuando, luego de revisar su celular, Jisun se volteó hacia Yeonjun.

-Vamos, pasará por mí en la calle de atrás.

Yeonjun, confundido, la siguió.

Jisun lo guió, caminaron rodeando por la izquierda al hotel hasta llegar a la calle detrás del edificio. Estaba el estacionamiento a unos metros, también notó el basurero y puertas bajo llave que sólo podía acceder el personal del hotel.

Moonlight on usDonde viven las historias. Descúbrelo ahora