Oneshot prompts | Football edition

O.S 9: Gavi x Pedri

Datos de la historia:

Pareja: Pedri x Pablo (Gavi)

Género: Fútbol RPF, fluff, (b)romance

Extensión: 762 palabras

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Pedri no podía evitar fruncir el ceño cada vez que Gavi entraba los vestuarios. Había algo en la actitud despreocupada e infantil de su compañero de equipo que le crispaba los nervios. Ese tonito petulante al expresarse, esa sonrisa pícara que traía la mayor parte del tiempo, el modo en que bromeaba con todos como si el mundo fuera un gran juego de azar.

¿Acaso no se tomaba nada en serio? Para Pedri, el fútbol era su vida, su pasión y ver a Pablo restarle importancia al deporte de sus amores con sus payasadas y trivialidades, era como una puñalada al corazón. Pedri quería golpearlo a veces, borrarle esa expresión burlona de un puñetazo.

Claro que no lo hacía, era demasiado profesional para eso. Pero la animosidad que sentía hacia Pedro crecía con cada día que pasaba. Por otra parte, el chico de tan solo 18 años no lograba comprender por qué Pedri lo detestaba tanto.

Un día, después de una sesión ardua de preparativos contra el Getafe para asegurar puntos en liga, Gavi reunió el valor para confrontar a Pedri cuando se quedaron solos en los vestidores.

—Oye Pedri, ¿puedo preguntarte algo?

Pedri lo miró de reojo con recelo mientras terminaba de vestirse.

—Claro, ¿qué pasa?

Gavi se removió en su lugar, un poco intimidado por la fría mirada de su compañero. Generalmente era de esa manera, y sus interacciones terminaban siendo jodidamente incómodas.

—Es que... yo noto que me miras mal y parece que te molesto. ¿Hice algo para ofenderte?

Pedri parpadeó, sorprendido por la franqueza de Gavi. La verdad era que ni él mismo entendía del todo por qué lo detestaba tanto. Por supuesto, la actitud infantil de Gavi lo sacaba de quicio, y él era una persona poco tolerante a su personalidad, sin embargo, no era razón suficiente para justificar su desagrado por su compañero más jóven.

—No, no hiciste nada —respondió con un suspiro—. Es sólo que... tu forma de ser choca conmigo, supongo.

Gavi ladeó la cabeza, confundido.

—¿Mi forma de ser? ¿Te refieres a que soy un poquito bromista?

Pedri asintió, sintiéndose un poco avergonzado por su inmadurez. Técnicamente, Gavi no estaba haciendo nada malo al ser alegre, de hecho, si lo pensaba mejor, gracias a él era que el equipo se mantenía unido y con un estado de ánimo positivo. La culpa le invadió de inmediato, quién estaba siendo inmaduro, era él mismo.

—Es que a veces parece que no te importa nada —confesó—. Que no te tomas esto en serio, sabes bien como nos está yendo esta temporada, no estamos para bromas en este momento.

Los ojos de Gavi se abrieron con sorpresa, para después sonreír con dulzura. Se acercó hasta Pedri, quedando frente a él, tomándose el atrevimiento de cubrir las manos del canario con las suyas.

—Oye, pero qué dices, claro que me importa y me lo tomo en serio. Ser bromista no significa que no ame el fútbol y el club tanto como tú.

Pedri se ruborizó al tenerlo tan cerca y el contacto cálido que mantenían sus manos unidas, solo incrementaba su vergüenza. La sinceridad en los ojos de Gavi era aplastante. De repente se sintió como un tonto por prejuzgarlo.

—Lo siento, tienes razón —murmuró avergonzado—. No debería haber asumido...

—Oye, oye, todo bien —Gavi posó una mano en su hombro en un gesto reconfortante—. Todavía podemos ser amigos, ¿no?

El corazón de Pedri se aceleró ante el toque. ¿Amigos? ¿Era eso lo que quería de Gavi? Algo en su interior se removió inquieto. Con Gavi tan cerca, una nueva emoción brotó en su pecho, sofocando ese supuesto "odio" que había sentido previamente hacia el chico.

—S-sí, claro, amigos —balbuceó, perdido en los ojos café claro de Gavi.

La sonrisa del chico se ensanchó y de pronto lo estaba abrazando con fuerza. Pedri se tensó al principio, pero luego se relajó contra el abrazo, inhalando la fresca fragancia que emanaba del cabello de Gavi.

Quizá no era odio lo que sentía después de todo. Quizá era... ¿algo más?

Ese pensamiento lo golpeó como un rayo y se separó bruscamente de Gavi, las mejillas encendidas y un fuerte calor emanado de su pecho. El chico lo miró con curiosidad.

—¿Estás bien, Pedri?

—S-sí, es sólo que... tengo que irme —balbuceó antes de prácticamente huir del vestuario.

Gavi parpadeó, confundido por su repentina partida. Pero una sonrisa pícara curvó sus labios. Tal vez ese tierno canario no lo odiaba tanto después de todo, quizás si se esforzara un poquito más, terminaría ganándose el corazón de Pedri. 

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Como extraño a Gavi genteeee :( era el que le ponía salsa a los partidos, especialmente en los clásicos ;;

btw, pueden creer que ya estamos en la eurocopa/copaamérica y yo con pedidos de tiempos mundialeros y la temporada 22/23 JJAJAAJAJAJ nopuedeser. 

Espero que este oneshot les haya gustado, quiero que sepan que las peticiones estarán abiertas en cuanto termine con los pedidos pendientes, les estaré avisando mediante mi tablero de anuncios <3 

Nos leemos en el próximo oneshot, besitos <3