ᴀɴᴛɪᴄꜱ; ✧˖*°࿐

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Sí, yo merengues otra vez. Bien, veamos. Hice otro mini especial a parte. Así que... Este también se basa con las memorias de Gojo.
Y como sé que ustedes son tan buenos lectores las partes estarán separadas. O sea, habrá un separador que yo solita hice. Que va a aclarar el transcurso de cada parte.
También quisiera agradecer por todo el apoyo que he estado recibiendo por parte de ustedes. Muchas gracias y sin más espero que disfruten de la lectura. 💗





Se imaginaba de todas las formas posibles en que ser padre era algo realmente divertido; grave error. Desde que nació su hijo apenas podía tener un tiempo de descanso. Como Utahime había dejado el mundo de la hechicería él se encargaba ahora de ser el proveedor de la casa en pocas palabras. Sobre todo en salir aún a lidiar con las maldiciones.

Su vida se resumía en:
-Trabajar, salir a sus viajes de negocios y lidiar con las maldiciones.
-Llegar a casa, ayudar a Utahime a tratar con el bebé ya que no podía dejarle todo solo a ella.

Incluso, él se preocupaba mucho porque notaba el cansancio en sobremedida en ella. Si bien había contratado a una nana para que los ayudara a ambos. Igual, era un desastre total para ambos padres inexpertos. Bien dicen que la realidad pega de una forma completamente distinta.

-¿Cómo puedes hacer tanta caca? -

Hizo un ademán estando asqueado por haberle recién cambiado el pañal. Su pequeño en parte lo miraba sonriendo. Aún estaba tan pequeño que le mostraba una adorable sonrisa sin dientes. Gojo simplemente suspiro, no podía enojarse con su pequeño. Si bien se moría también del cansancio como Utahime tenía que dar su mejor esfuerzo también.

-Quedate quieto, Sato...-

Y, ahí se pudo escuchar el sonido de una regadera. Pero era que su propio hijo le había meado la cara. La cara de Gojo no tuvo comparación alguna ya que quedó completamente en shock. Mientras que su pequeño aplaudía contento feliz por la travesura que acababa de hacer. Era obvio que al ser tan pequeño no estaba consciente de lo que hacía del todo.

-Señor Gojo, ¿Necesita ayuda?-

Como si fuera que el mismo angel de la guardia bajo a ayudarlo. Él no dudo ni dos veces en cederle a su hijo a la nana para que lo cambiara. Ya ese día de pañal no quería culminarlo él. Tenía que darse una merecida ducha antes de oler a orine.

-TE LO DEJO EN TUS MANOS, MIZUKI. CON PERMISO-Se retiro el de hebras albinas con rapidez con la intención de irse al baño.

Una vez logro su cometido pudo salir de la ducha con nuevos aires. Era refrescante al menos quitarse un poco el peso encima con una buena ducha. La parte inferior de su cuerpo estaba cubierta con una toalla mientras que tenía una extra en mano secándose sus mechones. No le importaba estar en dichas condiciones ya que su baño estaba en la misma habitación que compartía con Utahime. Así que era su exclusiva privacidad.

Suspiró con cansancio adentrandose a su habitación. Nunca pensó que su vida iba a dar un giro de noventa grados. Pese a que sufriera consigo en su pasado por su soledad. Si bien no le gustaba el estrés que conllevaba cuidar una criatura. Era su hijo y fruto de su amor con la mujer que él amaba. Nada cambiaba el hecho en que él pudiera compartir momentos con su hijo, convivir juntos. Especialmente en verlo crecer y que no hubiera obstáculo alguno que se lo impidiera.

Poder abrazar a su hijo, poder tocarlo, poder llevarlo a dormir y otras cosas más que implicaba tener interacciones con su pequeño. Era algo que lo llenaba de gozo porque podía disfrutar su paternidad. Su mirada presto atención a un pequeño retrato que estaba en la encimera del cajón cerca de su cama. En dicha foto podía apreciar a él junto con Utahime y su bebé. Era un cuadro familia que habían decidido tomar para tenerlo como recuerdo. Aunque dicha admiración quedó al aire al escuchar a Utahime llamándolo para ayudarlo con Satoshi.

♡⃞🎐Misfortune. ᛬  ᴳᵒʲᵒʰⁱᵐᵉ. ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora