STANDARD VERSION GÓTIC

Rompe las cadenas

Llegó el día de la última sesión espiritual para ser un Oficial Supremo.

Nos echaron a los dos en el piso e hicieron un círculo alrededor nuestro varios encapuchados con máscaras.

-Cierren los ojos – dijo uno de ellos. Nosotros obedecimos y comenzaron a rezar para que entrase en nosotros el espíritu guía mayor para saber poner orden sobre Terac. Los mareos no se hicieron esperar. Siento que algo muy poderoso quiere aplastar mi cráneo. <<Ya fue suficiente>> murmuré. Tomé un respiro, me incorporé y empujé al primero que vi para huir del salón en el que estaba. << ¡¡Taylor!! ¡¡Vuelve al ritual, es muy peligroso salir y dejar la puerta abierta!!>>dijo un maestro. No le hice caso y salí del piso subterráneo y llegué al exterior. << ¡Ey! Taylor ¿A dónde vas?>>me decían varios alumnos. Podía divisar desde lejos el portón cerrado. <<¡¡Taylor, vuelve al ritual!!>> me gritaron los guardias. <<Todo lo puedo en Cristo que me fortalece>>dije y con mis dos manos me imaginé que tenía agarradas las compuertas del portón y las abría. Lo imaginado se plasmó en el plano físico, el candado se rompió y las compuertas se abrieron de par a par. Salí de esa prisión satánica y corrí despavoridamente por calles poco transitadas para perderlos de vista.

Llegué a un parque: <<Soy libre, por fin>> dije y di una carcajada de alivio. Debo ir a mi hogar, tengo que ir sin que me vea las patrullas de la ciudad. Seguí corriendo. Las pocas personas que había por allí me quedaban viendo raro. Llegué inevitablemente a una avenida. Continué caminando para no llamar la atención de la gente. De pronto escucho a lo lejos un comunicador de un militar. <<Sí, creo que es él, lo tenemos>> sonó el aparato. Volví a correr metiéndome en un pasaje que me llevó a un parque sin personas. Dejé de correr para tomar aliento, pero al otro extremo aparecieron dos oficiales. Miré atrás y había otros dos oficiales. Me apuntaron con sus armas. <<T-7, se le ordena que vuelva a la academia, no tiene permiso de salir a la calle aún>> Dijo uno de ellos con gorra militar roja.

-No quiero - les imploré.

- Tiene que hacerlo para lograr ser un oficial supremo nuevaerista.

- No volveré a ser un esclavo del sistema.

- Joven, no se lo vamos a repetir, viene con nosotros o tendremos que actuar.

- He dicho que no!! – les grite con tanta ira que se escuchó otra voz gutural muy grave salir de mi ser.

Después de esto pude verme a mí mismo muy furioso levantando mis manos hacia ambas direcciones en donde se encontraban los policías a la vez que un exoesqueleto biológico se apoderaba de mi cuerpo. Los policías se quedaron atónitos. Sin siquiera poder reaccionar estos fueron alcanzados por mis dedos demoniacos que se estiraron y traspasaron sus cuerpos. Luego de esto el ser que me poseyó desapareció y volví a mi cuerpo. Allí me encuentro ahora, tirado en el suelo respirando como si hubiera estado muerto. Miro como caen los cuerpos de los policías al suelo.

Me incorporo y me alejo del lugar lo que más puedo. Tomo un taxi para que me lleve directo a mi casa. Allí me recibió mi mamá con lágrimas en los ojos.

-Mamá, no hay tiempo para eso – sentía que en cualquier momento saldría aquel monstruo y mataría a todo lo que se moviera.

Subí a mi cuarto, ¿Qué he hecho? ¿Cómo lo saco de mi interior?

-Fuera de mi demonio!! ¡¡Fuera de mi Ahora!!

-Cholo, ¿qué pasa? ¿Por qué gritas así? – dijo mi mamá desde el otro lado de mi puerta.

- No es nada mamá, ¡no te acerques!

- Entonces ¿por qué gritas tan feo?

- Soy peligroso hice algo malo, muy malo. Te lo contaré después.