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Observó cómo Jungkook, normalmente tan seguro, ahora parecía vulnerable y nervioso, esperando su respuesta, después de un momento de silencio, sonrió tímidamente

—¿Un beso? ¿A mí?

Jungkook asintió, su rostro mostrando una mezcla de esperanza y ansiedad.

—Eh, eh... uh... uh... es... solo... —Jungkook cubrió su rostro completamente sonrojado, dejando sólo un espacio entre sus dedos para poder ver a Jimin—. No pienso preguntarlo de nuevo, Jimin.

El rubio sintió un calor en el pecho al escucharle, su sonrisa se amplió, y sus mejillas se sonrojaron ligeramente. Asintió lentamente.

—Está bien, pu-puedes...—susurró con el corazón en la garganta.

No te arrepientas después, pudiste haber dicho que no. Se regañó Jimin a sí mismo. No lo haré, no lo haré...

Jungkook dejó escapar un suspiro, comenzó a acercarse lentamente; sus manos temblaban un poco mientras levantaba su mano izquierda para tocar suavemente el hombro de Jimin, buscando apoyo.
Se inclinó hacia adelante mirando de arriba a abajo; de sus ojos a sus labios y de nuevo a sus ojos, sus rostros se encontraban cada vez más cerca y hasta ese momento ninguno había apartado la mirada del otro; Jimin se sintió morir ahí mismo, la respiración de Jungkook acariciaba su piel ocasionando pequeños escalofríos que iban de su nuca por toda su columna vertebral.

Finalmente, cuando sintió que los labios del pelinegro estaban por rozar los suyos, Jimin cerró fuertemente los  ojos dejando de respirar; Jungkook subió la mano que se encontraba sobre su hombro hasta acariciar su rostro, levantó un poco la barbilla de Jimin con ayuda de su pulgar para que estuviera a su altura y en el momento en que por fin sintió el roce, este fue suave, tímido y cálido; extremadamente cálido, sin embargo, el contacto fue breve, tan breve que no hubo tiempo de procesarlo correctamente cuando ya se había alejado de él.

Jimin parpadeó un par de veces y lo miró, en el momento en que sus miradas se cruzaron, ambos se sonrojaron y voltearon hacia lados contrarios teniendo una muy pequeña y casi imperceptible sonrisa en el casi de el rubio.

—Um... —susurró Jimin sin saber qué decirle exactamente—. Tu... Tú cara está muy roja, ¿estás bien? —preguntó  observándolo aún y sintiendo él mismo que su corazón saldría de su pecho en cualquier momento.

Jungkook abrió sus ojos y parpadeó varias veces sintiendo su rostro arder como nunca antes lo había sentido.

—Eh... Creo que hay que ir a casa a ver a Sua, si ya has terminado tus ejercicios, claro —emitió una tosecilla repetidas veces aclarando su garganta y así evitar el temblor de su voz, Jimin asintió y empezó a ponerse de pie, Jungkook se quedó sentado en su lugar con la mente aún en blanco; sin poder creer lo que había hecho hasta que la mano de Jimin apareció frente a su rostro.

—Jungkook, ¿vamos? —preguntó aún con su mano extendida para ayudarle a parar.

—¡Ah, sí! —tomó su mano, su pequeña mano en realidad, porque cuando dirigió su mirada a estas, se dio cuenta que a comparación de la suya, parecía que había agarrado la mano de un niño; al percatarse de cómo se había quedado analizando sus manos juntas, extrañamente sintió un hormigueo por todo su cuerpo pero no malo o desagradable—. Gracias —dijo en un murmullo soltando su mano tras estar de pie y a su lado—. Vamos a casa —Jimin asintió con una pequeña sonrisa siguiéndolo por el camino entre los árboles.

Ninguno de los dos dijo nada durante el regreso, simplemente comenzaron a correr de nuevo pareciendo niños pequeños compitiendo entre sí, revasándose cada cierto tiempo y empujándose levemente para desestabilizar al otro mientras corrían y así "ganar" lo inexistente, a ambos les ayudó a relajarse y también a sacar toda la adrenalina de ese primer beso entre los dos hasta llegar a donde Sua.

💙🐰 Niñero por accidente 🐥💛 KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora