Benedict

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  Capitulo 5

Colín

La tranquilidad de saber que Penélope y yo ya estábamos en mejores términos me hacía sentir de mejor humor.

Penélope es y será una persona muy especial y durante estos meses tuve la duda de por qué ella está tan molesta conmigo.

Y el ahora saberlo y a verlo solucionado me hacía sentir muy mucho mejor.

Al entrar a casa vi a Eloise, leyendo algo que intento ocultar pero su nerviosismo la delató.

— Donde estabas

— Por ahí. ¿Que estás leyendo?

—Nada

Realmente ella pensaba que me podía engañar y disuadir . Le pedí que me diera lo que tenía en la mano.

— A whistledown, y te mensiona.

Leí lo que decía de mi, y ciertamente no me importaba su opinión.ella ni siquiera me conocía para opinar de mi.

—¿Cómo estás?

—No me interesa lo que whistledown diga de mi, pero arruinar a la señorita Thompson ... Bueno, lady Crane y luego casi arruinarte a ti el año pasado, eso jamás se lo perdonaré.

—¿Y tú, tienes idea de quién es?

— No lo sé. Pero créeme que si lo llegó a saber, me asegurare de que su vida quede arruinada.

Fueron mis últimas palabras, antes de retirarme. Whistledown había arruinado mi día.

............

Los días habían transcurrido tuve mi primer encuentro con Penélope, para sus lecciones.

Un poco torpes, pero Penelope tenía un gran ella es linda, amable, gentil. Una persona que realmente te sabe escuchar, una gran amiga. Quién no se podría enamorar de ella.

Antes de llegar nuestro próximo encuentro, tenía que relajarme.

— Volverás mañana

— tal vez

Mi prioridad era llegar ahora a mi encuentro con pen, ya iba realmente retrasado.

Era increíble como la atención de las señoritas, se ponían en mi.
No era algo que me molestará, pero realmente los cambios te llevan a cosas inesperados.

Por fin vi llegar a Penélope, llegó a mi lado junto a uno de los puestos del mercado, sin pensarlo llegué mucho antes que ella .

—¿ Seguro  que quieres retomar mis lecciones?,  no me enojaría si me crees una causa perdida

—La verdad es que no necesitas lecciones.

—Lo aceptas no tengo remedio.

Claro que no era es la razón, ella sería la persona más elegible sin siquiera intentarlo

— Claro que lo tienes, lo que pasa es que no lo nesesitas. Ya sabes cómo hacer esto.

— Te lo aseguro que no lo sé

Claro que sabía, siendo solo una niña tuvo un gran encanto. En el momento que nos encontramos, apesar de que fueron circunstancias no tan agradables.

— ¿Recuerdas el día que nos conocimos?. Yo iba a caballo, en mis asuntos. Cuando me agredió  un pañuelo del amarillo más chillos.

—No fue mi culpa, que el viento se lo llevará .

—Viento o no, te veías contenta cuando aterricé en el fango.

—Te pedí disculpas

—Si y fuiste muy encantadora al respecto.— hice una pausa recordando aquel dia. — Te mofaste de hecho, sin piedad. Y ya se por que.

Se dio la vuelta para seguir con su recorrido por el mercado

— Por que éramos niños, antes de que la vergüenza de la adultes se asentara. Antes de que nos importará el que dirán.

— Colin, es imposible estar en sociedad y que no te importe el que dirán.

Continuamos nuestra plática durante un tiempo más. Tenía la gran duda de saber por qué tenía tantas intenciones de un marido. Claro que no me quedaría con la duda.

............

El siguiente baile me tenía impresionado con sus adornos, nada de esto se ve en el extranjero.

Espere al rededor de quince minutos desde mi llegada en busca de Penélope, cuando mis ojos la encontraron.

Y sorprendentemente no estaba sola. Benedict era su compañía.

Por qué hoy mi hermano no se sintió indispuesto o por qué no nos olvidamos de traerlo


..........

Benedict tu juego a empezado




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