Adiós... (Continuación.)

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(_._._)/ Narra Hotaru \(_._._)

Me sentía débil, una escoria. No podía hacer nada, era incapaz de mover mi cuerpo. Tan solo podía mirar el pozo por donde había desaparecido mi amigo. Eso me destrozaba. Y el monstruo que había encima de mi no ayudaba.

Lo miré con furia y le agarré la mandibula inferior con la mano derecha y la superior con la izquierda para evitar que se acercara a mi. Le miré a los ojos realmente enfadado y de un movimiento seco le partí la mandibula tirando de cada una para un lado diferente.

El coco-araña puso los ojos en blanco callando todos los sonidos que salían de su cuerpo y cayendo con un gran estruendo sobre mi, haciendo que gritara de dolor.

Mi cuerpo dolía y mi pecho estaba oprimido por el gran cuerpo del monstruo dejándome sin respiración.
¿Me iba a morir? Me daba miedo pensar en eso, no quería dejar este mundo jamás. Extrañaría la risa de Koruta cuando hacía cabrear a los demás, extrañaría a Riotsu cuando se enfadaba, extrañaría a los lobeznos traviesos y... Aunque me costara admitirlo, extrañaría las regañinas de Aoka, su cara de enfado cuando le gastaba una broma, su sonrisa de victoria cuando él me la gastaba a mi... Sin quererlo eso se había vuelto mi día a día, e intentar vivir sin ello sería una real pesadilla para mi.

Tenía que liberarme, como fuera. Intenté arrastrarme, con lo que conseguí sacar la mitad de mi cuerpo de debajo del monstruo. Pero aún faltaban las piernas y, por más que lo intentaba estas no querían salir. Miré a mi alrededor para buscar algo con lo que ayudarme. Milagrosamente, di con la katana de Riotsu. La agarré para usarla como palanca.

-Vamos nena, no me falles ahora...- Dije clavando la espada debajo del monstruo. Apreté, apreté y apreté hasta que el monstruo se levantó un poco. Pero no era suficiente. Apreté más hasta que dejé de notar presión en las piernas. Me alejé de la bestia dejando ir la katana y respirando cortadamente.

Esa espada era realmente fuerte. Sena le había hecho no se qué exorcismo dejándola con Ataque+, resistencia++ y un corte finísimo, como la espada de Akai Sanddo al nivel 80. (Acabo de demostrar que soy un friki de los videojuegos.)

Me levanté con dificultad. Tenía que actuar rápido, no podía perder más tiempo del que ya había perdido.

Agarré la katana de Riotsu y me lancé al pozo sin pensarlo.

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Todo estaba oscuro. No recordaba que había pasado, tan solo sabía que me había lanzado al pozo en un desesperado intento de salvar a mi amigo.

-Agh...- Dije incorporándome. Me levanté y junté mis manos para intentar hacer un poco de luz.

-Hikari ball...- Susurré. Mis manos empezaron a brillar y finalmente la luz se solidificó en una bola brillante que flotaba. La sostuve sobre mi mano derecha intentando ver algo en ese lugar. Tan solo logré toparme con cuatro paredes a mi alrededor.

Mierda.

Estaba atrapado. ¿Como había llegado hasta allí? ¡¡Aaagh, tenía que salir como fuera!!

"Atrapado, ¿eh?" Dijo una voz en mi cabeza.

Ah si, se me olvidaba. Además de ser un completo friki de los videojuegos, estoy loco de atar y oigo voces en mi cabeza. Pero tan solo las oigo en momentos importantes de mi vida. Es una verdadera putada, pero es lo que hay.

-Cállate, maldita sea.- Dije enfadado. La voz solo se rió.

"¿Que me calle?" Preguntó entre risas. "Si quieres salir de aquí será mejor que me escuches." Suspiré resignado.

Te amaré hasta que me muera (Dropped)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora