Te amaré hasta que me muera (Dropped)

¿Ya no me quieres? (Asesino, eres un idiota.) :l

Los días junto a Koruta pasaron normales. Nos veíamos en el instituto, ibamos a clases juntos, reíamos a la hora del recreo, y cuando se acababan las clases me acompañaba a casa.

Pero había algo en Koruta que había cambiado. Ya no se mostraba tan amable conmigo, es más, dudaba que me quisiera ya. Era como si hubieramos empezado de nuevo y yo no fuera más que un amigote para él...

Bueno, era lo que yo quería, ¿no? Koruta se había alejado de mi porque yo le había pedido en cierta manera que tuvieramos una realación no muy precipitada. Pero... ¿Qué me pasaba? No me gustaba que Koruta actuara así, no era el Koruta que me hacía sonrojar constantemente, él que me hacía reír como un loco...

-¿...Otsu? ¡Riotsu!- Me llamó. Yo le miré con sorpresa.

-Lo siento, no estaba prestando atención...- Dije. Koruta suspiró.

-He dicho que qué te parece si luego vamos a un café, a tomar algo.- Dijo. En ese momento mi corazón dió un salto. ¿Él y yo juntos?

-¿I-iremos s-solos?- Pregunté timidamente. Koruta se rió.

-Claro que no.- Dijo. -Iremos todos juntos.- Miré al suelo un poco deprimido.

-E-está bien...- Dije. Koruta me dio unas palmaditas en la cabeza.

-¿Ocurre algo?- Preguntó. Yo le aparté la mano de mi cabeza.

-Nada de nada.- Dije fríamente. Koruta suspiró y se adelantó a hablar con Aoka. Hotaru se quedó a mi lado mirándome un poco triste.

-¿Pasa algo?- Me preguntó. Yo ni le miré. -Últimamente Koruta y tu estáis muy distantes. ¿Ha ocurrido algo?- Le agarré la mano a Hotaru.

-Acompañame.- Dije. Koruta y Aoka se giraron.

-¿No quieres que te lleve yo a casa Rio-kun?- Dijo. Eso también me fastidiaba. Ese "Rio-kun" con el que me había apodado.

-No.- Dije fríamente. Koruta se quedó un poco confuso. Tiré de Hotaru hacia mi casa escuchando quejas de su parte.

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-Entonces, si lo he entendido bien...- Dijo dejándo la taza de té que le había servido. -Le has dicho a Koruta que no sabías lo que sentías por él, a parte de que ya erais pareja, él ha aceptado frenar un poco para que pudierais conoceros más y ahora se está comportando como si nada pasara entre vosotros.- Yo asentí.

-Encima no ha sacado el tema en todo el tiempo que ha pasado ya...- Dije. Hotaru suspiró.

-Hablalo con él.- Dijo. -Hoy nos ha citado a todos, lo coges un momento y hablas con él.- Yo me froté el brazo.

-N-no se...- Dije. -M-me da un poco de vergüenza.-

-Vamos.- Dijo dándome un toque amistoso. -¿Vergüenza, tu? No me jodas...- Me reí.

-Lo intentaré.- Dije. Hotaru asintió dándome palmaditas en la espalda.

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Había llegado la hora. Me había duchado, lavado el pelo y me había vestido de una forma que resultara "atractiva" (si es que una camiseta de manga corta azul, unos pantalones tejanos y unas converse azules eran atractivas).

En ese momento estaba revisando mi pelo, que por más que lo arreglaba, no me convencía. De repente el timbre empezó a sonar con insistencia. Agradecido estaba de que mi padre hubiera tenido que marchar a Okinawa por asuntos de trabajo.