El chupasangre y el bichito son hermanastros

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Miré a Hotaru sorprendido. ¿No me había dicho que su hermanastro no sabía a donde se había marchado? ¿Por qué estaba ahí entonces? No sabía que estaba pasado, pero seguramente nada bueno...

-Yûta...- Susurró cerrando los puños. Volví a mirar a ese tal Yûta con el ceño fruncido. Su mirada era gélida, y estremecía cada uno de mis huesos. No se como describirlo, pero mirándole a los ojos sentía un miedo inmenso.

-¿Tu hermano es un vampiro?- Le pregunté a Hotaru mirándole. Pero no me respondió. A cambio de eso oí como Yûta chasqueó la lengua.

-¡¿Qué puta manía tenéis los mortales con los vampiros?!- Exclamó. Retrocedí un paso. -¡¡No todas las criaturas que tienen colmillos tienen que ser vampiros!! ¡Yo soy un demonio, mételo en tu cabeza!-

Oí unos pasos apresurados detrás de mí.

-¡¡Rio-kun, Ho-chan!!- Exclamaron los lobeznos. Se pararon a mi lado y miraron a Yûta. Éste los miró divertido. Riku y Sena se miraron extrañados y volvieron a mirar a Yûta con un poco de duda.

-Anda, un vampiro.- Dijo Riku. Yûta casi se cae al oír eso. De nuevo lo estaban confundiendo. Yo como era un humano no tenía ese problema. Escondí una risita a la vez que Yûta me miraba mal. Pero mal, mal, con una de esas miradas que advierten la muerte. Me tapé la boca con la mano y me encogí un poco. Pero no podía parar mi risa, eso era demasiado.

-Pero no puede ser, es pleno día. Ya habría muerto.- Dijo Sena, provocando una gran risotada de mi parte. Me estremecí al sentir la fría mirada de Yûta. Vale, ahora sí debía parar de reír si no quería que me clavara los colmillos en el cuello. Yûta suspiró y lo oí soltar algún que otro improperio.

-No soy un maldito vampiro.- Dijo con mal humor. -Soy un demonio chupa-sangre.-

-¿Cuál es la diferencia?- Preguntó Riku. Yûta sonrió socarronamente y puso los brazos en jarra.

-Ellos son unos pijoteras y unos dramáticos de mierda. Nosotros somos más radicales, y solemos ser una mezcla entre vampiros y otros seres.- Yûta miró a su hermano haciéndolo estremecer. -Seres como la zorra de tu madre.-

-¡Cállate!- Exclamó Hotaru. -No te metas con la mujer que te cuidó durante más de un milenio.- Hizo una pausa. -¿A qué has venido? Sabes que aquí no te queremos.- Yûta bufó.

-Bueno, bueno... Directo al grano, ¿eh?- Se rió. -He venido a informarme, últimamente ha habido mucha actividad por aquí. ¿Quien diría que los armantes de este jaleo erais vosotros?- Se lamió los colmillos. -Pero mejor, así lo podremos retomar donde lo dejamos.- Tenshi avanzó hasta ponerse delante de Hotaru.

-No le tocarás un pelo mientras yo esté aquí.- Dijo en un tono firme. Yûta sonrió de forma burlona mostrando sus colmillos. -Lo mejor será que te largues por donde has venido.-

De repente una gran nube de humo negro apareció a mi lado. Fue tomando forma hasta que apareció Koruta.

-¿Estáis todos bien? He oído una explosión y...- Miró al frente y fijó su mirada en Yûta. -Anda, un vampiro.- Yûta gruñó.

-¡¡Que soy un demonio, joder!!- Exclamó desesperado. Koruta me miró y asentí encogiéndome de hombros.

-Está bien...- Murmuró Koruta. -Y, ¿has venido para...?-

-Viene a curiosear.- Contestó Tenshi. Koruta miró a Yûta y se encogió de hombros.

-Adelante, puedes hacer lo que te plazca mientras no me estropees las flores.- Todos le miramos un poco confusos. -¿Qué? Están preciosas, sería una lástima que me las marchitara.-

Te amaré hasta que me muera (Dropped)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora