la espera bajo el calor del cielo de la costa se estaba poniendo un poco incómoda. casi el grupito completo de tdt había decidido empezar con la mejor de las ondas las vacaciones en Pinamar, y que mejor levantándose temprano y yendo a por un desayuno no muy nutritivo. la fila para el café era extrañamente larga a las nueve de la mañana en el centro, y los tres amigos esperaban uno detrás de otro el momento para pedir.
detrás de Bianca, quién iba primero, estaban tonto y re tonto, o sea; Marti y Nico. quiénes tenían menos disimulo al intentar hablar bajo, más bien parecía que estaban gritando en voz baja, sobre la situación que ponía un poco nervioso al grupo de amigos. la morocha fingía demencia leyendo una y otra vez los precios de la cafetería, mientras escuchaba cuchichear a sus amigos detrás.
—pero Nico, decile vos. yo ya hablé mucho de "esto" con ella.— insistió la otra morocha. —capaz hace falta que un amigo hable de "eso".
—¡ayia! pero no me pegues, Martin.— escuchó quejarse y Bian esbozó una sonrisa sin poder evitarlo. —vos sabes lo incómodo que me pongo al hablar de "eso" con nuestras amigas.
—es hora de que te pongas los pantalones, vegano.— respondió y lo próximo que sintió la morocha fue un suave empujón por parte de su amigo.
—uy perdón, fue Marti.— se excusó rápidamente y ella hizo un gesto como de "no pasa nada". cómodamente, o intentándolo, Nico le rodeó los hombros con su brazo con cierta comodidad, preparándose para "la charla" con su amiga. —¿y?
Bianca arrugó las cejas divertida y preguntó. —¿y qué?
—¿qué onda con...— miró brevemente hacia atrás, donde Marti alzó los dos pulgares animándolo. —...eso?
entonces Torres no lo supo contener y soltó una carcajada, extrañando a sus amigos y un poco a la gente de alrededor. se tapó la mano silenciando su risa que fue cesada en poco tiempo. se limpió las casi lagrimas en sus ojos y suspiró.
—ay Nico, sos horrible hablando con mujeres. ¿cómo conseguiste novia?— preguntó burlona.
—daa.— se quejó el chico y se soltó de la morocha, mientras de fondo se escuchaba la risa delicada de Martina. —uno hace el intento y no se lo valoran, loco.
Bianca decidió por terminar con la intriga del grupo enfrentándolos. se dió la vuelta y puso a Marti y Nico uno al lado de otro como si fuesen hermanos. —bueno, miren. acá está la cosa.— comenzó, y como si una señora estuviese a punto de escuchar un chisme, ambos abrieron los ojos y escucharon atentamente. —pasó "algo" con Gian en Las Vegas, que para él no fue nada, para mí tampoco. no sé que pasa con él, ni porqué actúa así. yo estoy actuando normal y seguiré así. sigo odiándolo y él a mí, eso es algo que no cambio y no va a cambiar.
» ahora estoy un poco enojada, sí. pero con el tiempo se me va a pasar como las una y mil discusiones que tuve con él. donde yo finjo demencia y él no se atreve a pedirme disculpas.— soltó el aire contenido. —trabajamos juntos, entonces tendré que comportarme frente a ustedes y las cámaras. pero si es por mí, lo quiero ver tres metros bajo tierra. ¿se entiende?
ambos asintieron al mismo tiempo.
—y si...- intentó Marti.
—¿intento hablar con él?— preguntó y soltó una risa burlona. —es más fácil recibir una bendición del papa.— y volvió a darse la vuelta, en espera de su café.
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biancatorres 17h
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van a llover vacas,, ACTUALICÉ!!!!!!!
perdón por la demora, tuve un pequeño (grande) bloqueo con esta fic. y también que tenía las ideas pero no exactamente como plasmarlas acá,, pero ahora está todo bien volvimos a la programación habitual
yo solo les aviso q las vacaciones de esto se viene con todo uuuu
