TREINTA Y CINCO:
el anclabianca's pov
en el momento que el telón se cerró, las luces bajaron y los gritos dejaron de escucharse; pude soltar un enorme suspiro. en ese mismo momento, fue como si todo el peso que tenía en los hombros dejó de sentirse. bajé la mirada y comencé a respirar hondo, intentando controlar mi elevado ritmo que causaba la adrenalina. escuchaba murmullos a mis costados, pero mi vista comenzaba a nublarse. tragué saliva y miré hacia arriba. los chicos se abrazaban y felicitaban, con enormes sonrisas en sus rostros. intenté, traté de ignorar la enorme presión que crecía en mi pecho cada vez más.
pero no pude contenerme.
sin importar si me notaban o no, corrí afuera del escenario sin rumbo alguno. necesitaba calmarme antes de seguir, porque sentía que el corazón se me estaba por salir del pecho, las manos me temblaban a más no poder, y definitivamente; estaba teniendo un ataque de pánico. me recosté sobre la pared más cercana mientras soltaba sollozos silenciosos. odiaba que no podía controlar estos momentos, odiaba el hecho de que las cosas se me escapasen de las manos. mi ansiedad social había llegado a su límite con el show que había hecho por un par de horas, y sumándole los nervios de semanas atrás donde ensayamos todo miles de veces esperando la perfección. y sí, todo había salido bien, había hecho un show en un teatro con mis mejores amigos. ¿por qué tenía que sentirme así?
la ansiedad era una mierda.
no sabía cómo, pero terminé haciéndome bolita en el piso, con las piernas contra mi pecho intentando calmarme. no sé por cuánto tiempo, pero volví un poco a la realidad cuando escuché mi nombre siendo llamado. alcé la mirada, viendo a un Gian preocupado mirándome. cuando vió mis ojos llorosos, no dudó y se arrodilló frente a mí.
—eu, ¿qué pasa? ¿pasó algo?— preguntó con las cejas fruncidas analizándome, buscando alguna razón por la cual estaba hiperventilando en el suelo. sostuvo mi rostro entre sus manos y negué sin poder responder. —Bian, ¿estás bien?
—ataque... de pánico.— logré decir como pude, y volví a esconder mi rostro entre mis brazos.
lo próximo que sentí fueron sus brazos rodeándome con un abrazo fuerte, casi desesperado. su calor me envolvió por completo, y por un momento, el caos en mi mente se detuvo. el aire escapó de mis pulmones en un suspiro profundo, como si estuviera soltando todo el peso que llevaba dentro. intenté calmar mis sollozos, pero las lágrimas seguían cayendo, aunque ya no con la misma intensidad. su abrazo era constante, firme, como si estuviera decidido a sostenerme. sentí sus manos moverse suavemente por mi espalda. su calor se mezclaba con el mío, creando una burbuja donde nada más existía. me concentré en su presencia, en la forma en que sus dedos rozaban mi cabello con ternura, en los susurros suaves que escapaban de sus labios.
"estás bien", repetía una y otra vez. cada palabra penetraba en mi mente, luchando contra el ruido externo que atacaba mi ansiedad. no sabía cuánto tiempo pasó, pero poco a poco mi respiración se volvió más estable. mi pecho ya no dolía con cada inhalación, y los sollozos se convirtieron en un suspiro tembloroso. cerré los ojos, dejando que aquel momento me envolviera por completo. no entendía cómo lo hizo, pero su abrazo pareció absorber cada emoción negativa que pasaba por mi mente y cuerpo.
—gracias.— susurré poco tiempo después, aún en sus brazos.
fue su turno de soltar un suspiro. —tremendo el susto que me metiste.— confesó y no pude evitar soltar una risita. —posta morocha, la próxima avisa.
solté una carcajada y me separé del abrazo, mirándolo de frente. las cejas preocupadas se habían ido y ahora había una expresión de alivio. sonreí y él hizo lo mismo. alcé la mano y acaricié de forma suave su cachete, mientras miraba fijamente sus ojos color chocolate. la nube de odio cegado en que estaba anteriormente había desaparecido en cuestión de una noche, y ahora cuando miraba a Gian no sentía más que cariño e ilusión. por primera vez en lo que parecía una eternidad, sentí que podía soltarme, confiar en alguien más para sostener el peso que me aplastaba. y él estaba allí, asegurándose de que no me derrumbara, sosteniéndome con una fuerza que no era solo física, sino también emocional.
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summer songs !¡ gian odoguardi
FanfictionSS | donde Bianca odia a Gian, pero termina enamorándose @-SAT3LLITE, 2024 • minúsculas intencionales • social network