summer songs !¡ gian odoguardi

23. let's play

¡maratón especial 50k!
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VEINTITRÉS:
juguemos

bianca's pov

balanceaba mi cuerpo pacientemente sobre la nieve, esperando a que todos los chicos vayan subiéndose a los asientos del telesilla, viendo como los empleados ayudaban a subirlos. riendo de vez en cuando cuando a alguno le costaba subir y requería más ayuda. el viaje estaba siendo demasiado divertido para mí. los chicos del colegio que nos habían tocado eran demasiado copados. estábamos siendo "coordinadores" pero no realmente, porque no sabíamos ni la mitad de lo que verdaderamente hacían ellos. simplemente le seguíamos el paso y los hacíamos reír. sin mencionar que salíamos de joda gratis y además, nos pagaban.

quién pudiera, ¿no?

—¿falta alguien más?— preguntó uno de los empleados. miré a mi alrededor y nadie más estaba. —supongo que vas sola, morocha.— dijo y asentí con una sonrisa. caminé hasta allí y puse mi culo en la silla, y a un lado mis antiparras. estaba a punto de comenzar a subir, cuando una voz se escuchó detrás.

—¡eu, falto yo!— escuché y solté un quejido audible. giré la cabeza viendo como Giani venía corriendo como podía sobre la nieve, apresurándose para subirse a la silla.

—¿no te podes subir en otra solo?— pregunté, una vez que llegó hasta donde estaba.

—¿tenés olor a chivo? por eso no querés que me siente al lado tuya.— preguntó burlón y le respondí sacándole el dedo del medio.

—es mejor que vayan de a dos, en caso de que ocurra algún accidente.— indicó el empleado. chasquee la lengua cuando me miró con una sonrisa de lado. no tuve más remedio que hacerle lugar. agarré mis lentes dejándole el lugar y él se acomodó al lado, su hombro rozando con el mío.

—me caías bien, Denis.— le dije por última vez y él solamente rió. el telesilla avanzó y estábamos subiendo.

no recordaba tan lento a estas cosas.

miré la nieve debajo de mis pies y alrededor mía. el día estaba soleado causando que el sol chocara en tu rostro y minimice el frío de la montaña. totalmente agradable, aunque no era del team frío para nada. observé de reojo al morocho estaba con la mirada hacia las vistas, más específicamente hacia el centro de la ciudad. observé su pelo moverse gracias al viento, su piel morena parecía brillar y el conjunto de invierno que tenía parecía hacerle resaltar. Gian parecía tener un tipo de magnetismo de todos. esté en el lugar que esté, siempre va a llamar la atención debido a que era un chico lindo, fachero, que se vestía bien, y el plus que te encontrabas cuando te dabas cuenta de que era un buen tipo.

no entendía por qué últimamente notaba todos esos detalles sobre él, ni por qué la voz se me ponía nerviosa al hablarle, como si mi orgullo se tambaleara cada vez que nuestros ojos se encontraban. trataba de convencerme de que lo que sentía era simple irritación, el resultado de todos esos roces y discusiones que habíamos tenido. pero, ¿por qué mi corazón se aceleraba cuando sonreía de esa forma despreocupada? intenté apartar la idea de que me empezaba a gustar.

eso nunca.

era la primera vez que nos veíamos en el día, ya que él y los otros chicos tuvieron otra actividad más temprano. pensé en lo extraño que era que no me estuviera molestando, pero como si fuera que lo manifesté, habló: —¿no querés sacar una foto mejor? me estás ojeando todo.— me jodió. giré los ojos y volteé la mirada, evitando la suya. —vos me debes una, eh. mira que no se me olvida.— me señaló y arrugué las cejas sin entender.

» me hiciste pasar vergüenza en nuestro churrito de pinamar.— volví a mirarlo y sonreí diabólicamente.

—ah claro, cuando le confesaste a toda la audiencia que la mejor cita que tuviste en tu vida fue conmigo.— recordé e imitó mi sonrisa de forma burlona. —gracias, así más pibes quieren salir conmigo.— le jodí y le di dos palmadas a su hombro en forma de agradecimiento.

—vamos a jugar algo.— dijo con el rostro serio, causando que me ponga nerviosa de pronto. —una carrera desde arriba, y si perdes...-

—dejame a mi primero.— interrumpí, y él alzó las cejas escuchándome con atención. —si yo gano, y vos perdés; tenés que hacer una lista de cinco cosas lindas que pensas de mí. vas a leerla en público y no debes mentir.— señalé. giró la cabeza y volví a observar su perfil.

—bueno, dale.— aceptó. —pero si yo gano, vos tenés que pedirme una cita.— mi sonrisa finalmente se borró. —frente a todos.— como si no fuese suficiente, añadió. —y los de budweiser pueden grabar y publicarlo.— agregó y me ofreció la mano para cerrar la apuesta.

con el orgullo en la garganta, miré su mano fijamente pensando en la vergüenza que pasaría frente a la gente de acá, y a todo el fandom de tarde de tertulia. él también tenía su reputación en juego, y aunque trataba de mantener la calma, pude ver el destello de nervios en su mirada. la apuesta era simple: quien perdiera, tendría que admitir públicamente que había estado equivocado sobre el otro. pero si ganaba, Gian era quien pasaría la vergüenza y yo estaría de lo más contenta. 50-50, no estaba segura de que ganaría, pero tampoco pensaba perder. así que con decisión, tomé su mano y le di un apretón. su sonrisa creció, así como la mía, sabiendo que de alguna manera, ambos estábamos a punto de cruzar un punto sin retorno.

—preparate para perder, boba.— dijo orgulloso y se colocó el antiparras. me fije que ya estábamos a punto de llegar.

—¿perder? ni idea, no soy de por acá.— le dije de forma modesta y me bajé del telesilla, dejándolo con la palabra en la boca.