Rin x fem!reader recuento de palabras: 1530 advertencias: comer/beber, besar, se hace referencia a la lectora como "novia" y "diosa" y se da a entender que es una niña, pero siempre puedes pensar en ella como gn o masculino. Si me perdí algo más, ¡por favor, házmelo saber!
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Rin no era la persona más agradecida; a menudo se quejaba de muchas cosas, especialmente en el campo cuando un pase era descuidado o cuando su regate o el de sus compañeros de equipo no era el adecuado. No era de los que apreciaba el paisaje que lo rodeaba, ya fuera una hermosa puesta de sol en la playa o un día lluvioso visto desde la ventana de su sala de estar.
Aunque no era particularmente receptivo a su entorno fuera del campo, eso no significaba que no fuera observador. Todo lo contrario, de hecho. Se daba cuenta de cada detalle sobre ti (y su entorno), incluso los más pequeños. Podía ser algo tan simple como un tono diferente de lápiz labial o un nuevo par de aretes, o algo más notable como un corte de pelo reciente o zapatos nuevos. Se daba cuenta de todo.
Eran las 5:24 , veinticuatro minutos después de su hora habitual para empezar el día. ¿Por qué llevaba la cuenta?, podrías preguntar. Por ti. Hace veinticuatro minutos, cuando intentó despertarse, te vio moverte mientras dormías. Lo tomó como una señal de que si se movía, te despertarías, y no podía permitir que eso sucediera. No cuando estabas trabajando demasiado tu linda cabecita . Así que decidió recostarse de nuevo, mirándote. No pudo evitar sentir que su corazón se calentaba al verte: cabello desordenado, labios ligeramente separados, pestañas descansando sobre tus mejillas, una pequeña cantidad de baba acumulándose en la comisura de tu boca. Para cualquier otra persona, podrías haber parecido un desastre, pero ¿para él? Se encontró asombrado.
Para él, eras absolutamente hermosa, ya fuera porque te vestías elegante para salir de noche, en pijama cuando aparecía inesperadamente o simplemente dormías en sus brazos. Se sentía agradecido por poder verte. Por verte sonreír radiantemente después de comer tu postre favorito. Por verte hacer pucheros cuando se burlaba de ti por resbalarte en un charco.
Fue entonces cuando se dio cuenta de verdad: tenía que estar agradecido por las pequeñas cosas de la vida (en esta situación, su capacidad de ver). ¿ De qué otra manera se suponía que iba a adorarte como la diosa que eras?
Audiencia
Rin siempre fue un oyente. En cambio, tú hablabas mucho más, expresando abiertamente lo que sentías. Estar con Rin te permitía hacer eso más de lo habitual porque a él nunca le importó, o nunca le importará, sentarse allí escuchándote hablar de algo tan mundano. Si fuera cualquier otra persona, probablemente se habría ido, pero él no lo hizo. Escuchó pacientemente tu voz suave porque realmente disfrutaba escuchándote hablar.
Eran las 3:18 AM . Por lo general, a esta hora intempestiva, Rin estaría durmiendo. ¿Pero hoy? Allí estabas tú, sentada en su sofá, hablando de algo. No podía entender exactamente qué; su mente estaba confusa, tu voz melosa lo abrumaba. ¿Qué los trajo a ambos a esta situación? Una pesadilla, una que Rin tuvo. Las pesadillas no eran inusuales para él, bastante frecuentes y normales si le preguntabas. ¿Pero la que tuvo hoy? Decir que lo asustó era quedarse corto. Para Rin , su hermano Sae y tú, su mejor amiga de la infancia y ahora novia, eran las personas más importantes en su vida. Su relación con su hermano era extremadamente tensa, y sabía que su vínculo podría nunca volver a ser lo que era. Entonces, cuando tuvo una pesadilla en la que lo dejabas por su hermano , lo aterrorizaste. Incluso ahora, una hora después de despertar, el pensamiento le dejó un sabor amargo en la boca. Pero allí estabas tú, sentada frente a él, hablando de tu semana porque él te lo pidió. Quería distraerse, así que ¿qué mejor manera que ahogarse en la comodidad de tu abrazo y tus dulces y melódicas palabras? Hablar de cómo viste un nuevo café para gatos en el camino del trabajo podría haberle parecido aburrido en cualquier otro momento (aunque igual te habría escuchado solo para verte feliz). Pero en ese momento, lo hacía feliz porque significaba que podía escuchar tu voz angelical que lo arrullaba para que volviera a dormir.
Tocar
Al principio, Rin no era la persona más cariñosa, pero con el tiempo empezó a desear tus caricias. Un simple roce de tus hombros cuando estabas de pie junto a él hacía que su corazón latiera con fuerza y su cabeza diera vueltas. En poco tiempo, prácticamente estaba apegado a ti cada vez que podía, sin importar el momento o el lugar. Trataba de controlarse más en público por el bien de su personalidad de " chico duro ".
No podía explicar por qué tu tacto le traía tanto consuelo, pero lo hacía. Le hacía sentir completo, aunque fuera solo por un momento. Creía que era suficiente y merecía amor. Incluso si no era ' Rin Itoshi: delantero estrella de Blue Lock ', sabía que seguirías ahí.
Ahora, aquí está él en un nuevo café para gatos, mirándote de mal humor mientras acaricias a un gato que está cómodamente recostado en tu regazo con una mano mientras tomas un sorbo de café con la otra. Rin no podía creer que estuviera celoso de un gato, pero lo estaba. Le disparó dagas al gato hasta que un toque repentino en su mejilla lo sacó de su trance. Le preguntaste dulcemente si algo andaba mal. Él negó con la cabeza, sabiendo que no le creías. Pero, ¿qué se suponía que debía hacer? ¿Decirte en voz alta que deseaba tanto estar en el lugar de ese gato? Mataría por recostarse en tu regazo, mientras pasas tus manos por su cabello.
Fue casi como si hubieras leído su mente. Te acercaste más y le susurraste al oído, prometiéndole que lo abrazarías cuando volvieras a casa. La idea lo puso muy contento por dentro. Era ridículo, en realidad, pero en ese momento no parecía importarle. Cuando se trataba de ti, podía dejar de lado todo su ego con tal de que lo abrazaras.
Gusto
Rin no era una persona confusa. En la mayoría de las esferas de la vida, tenía claro lo que quería lograr. Pero cuando se trataba de ti, era como si alguien hubiera activado un interruptor. Su yo habitual, tranquilo y sereno, podía convertirse en masilla en tus manos con un simple beso . Su yo del pasado no se dejaría atrapar ni muerto comportándose así, pero ¿cómo se suponía que iba a resistirse a tus dulces besos?
Fue casi ridículo. Habías comprado recientemente un nuevo brillo de labios y cometiste el grave error de aplicártelo delante de él. Se quedó mirando tus bonitos labios mientras aplicabas una generosa capa. Siendo la novia tan generosa que eras, le ofreciste un poco. En lugar de alcanzar el tubo, ¿qué hizo? Te agarró la cara, ahuecó tus mejillas y colocó sus labios sobre los tuyos, transfiriendo el brillo de tus labios a los suyos. Podía sentir el sabor a vainilla y ansiaba más, el dulce sabor abrumaba sus sentidos. Se apartó para dejarte respirar, murmurando lo dulce que sabía, antes de atraerte hacia ti para otro beso.
Sabía que si realmente le gustaba tanto el sabor y la sensación del brillo labial, podía aplicárselo directamente. Pero ese no era el caso en absoluto. Lo importante era el sabor y la sensación de sus labios contra los suyos. Ese sabor y esa sensación agradables eran algo a lo que siempre podía acostumbrarse.
En esos momentos, con el sabor a vainilla aún presente, Rin se dio cuenta de que, por más sereno que estuviera en otro lugar, contigo no necesitaba estarlo. Podía dejarse llevar, saborear cada beso y simplemente disfrutar del consuelo y la alegría que traías a su vida. Y mientras te abrazaba, supo que ese era su lugar: envuelto en tu abrazo, saboreando la dulzura de tu amor. .
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