Capítulo 7| Cassian.

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7| Sacarla de mi cabeza pero no de mi corazón.

Me destruyeron sus palabras y no planeaba negarlo. ¿Que Paloma creyese todas esas estúpidas cosas que las personas se habían encargado de especular acerca de mi? me afectó que ella, una de las únicas personas que más me importaban que lo hiciera, lo sacara a la luz en nuestra pequeña discusión.

Mi alma había llamado su nombre y ella ni siquiera lo notó.

Todo estaba en silencio ahora, en mi cabeza y en mi corazón. Pero sabía que en cualquier momento aquel estrangulador silencio se convertiría en caos, sin yo menos esperarlo y acabaría con todo en el camino, jodiendome aún más la existencia.

Me llevo la copa de champagne rosa que me ofrece una camarera, a la cual le guiño un ojo y la cual me devuelve una mirada coqueta. Podría ir detrás de ella si mi culo no hubiese sido patéticamente pateado por la única e inigualable; Paloma Herrán.

La diosa que eligió usar un vestido blanco el día de hoy, recoger su cabello y que sus ojos azules fuesen sus únicos accesorios hipnotizantes. La odiaba, la odiaba hoy más que nunca por que no sabía lo que me estaba causando, por que tal vez en su cabeza nuestra conversación no había significado nada para mi cuando lo significó todo e incluso me dejó al borde del abismo.

—¿Que haces?— Lee llega hacia mi con el ceño fruncido.

Voy por mi quinta copa, ¿y tú? ¿ya te besaste a uno de los amigos de tu padre?

«Obviamente, no es eso lo que le digo, por mi mismo bien»

—¿Como que, qué hago?— me llevo la copa a los labios y él me la arrebata— Leone— le advierto entre dientes.

—Dejaste de beber—me recuerda cómo si ya no lo supiese y mira a su alrededor, a la defensiva.

—Es solo una maldita copa de champagne.

«O una quinta... pero, ¿que tan importante son los números, verdad?»

—Tú no bebes—repite firme y yo bufo, desganado— sabes que no puedes hacerlo.

«Óyeme pero que cosa tienen este y mis hermanos conmigo»

—Pues hoy es un buen día para empezar a hacerlo... otra vez— mis ojos se dirigen a su hermana, solo por instinto, para asegurarme de que estaba bien y cómoda. Los aparto inmediatamente cuando la imagen de ella y de un chico a su lado me perturba la estabilidad. Suelto un gruñido interno, con rabia y celos, dirigiendo mi mirada a ellos una vez más— ¿Quien es ese?— le pregunto a Leone entre dientes, intentando disimular lo que sea que esté sintiendo en estos momentos.

—Es James.

Simple pero no lo suficiente para tranquilizarme, así que giro mi cabeza hacia él tan rápido que escucho a mi nuca tronar.

—Es James— repito a secas— ¿Quien coño es James?

Leone enarca una ceja a la misma vez que le bufo en la cara.

—Es hijo de uno de los inversionistas de mi padre— explica. Mi mirada se enciende cuando, una vez más, la busco con estos. La está tocando, ¿que diablos hace el fulano de James tocándola?— ¿Cassian?— llama Leone y me obliga a centrarme en él y yo lo hago, antes de hacer algo de lo que no estaría orgulloso después —No me jodas— espeta cuando le arrebato la copa y me la bebo de un trago.

—No me jodas tu a mi, bonitillo— no estaba de humor y él claramente lo notó.

— ¿Que pasa? ¿que ocurre? ¿que va mal?–cada pregunta para mi es cómo si estuviese en una balacera.

El Mejor Amigo De Mi Hermano. «LIBRO II»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora