Capítulo 8| Alma.

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8|Para ti soy Alma.

—¡¿Que diablos haces, Paloma?!— grita Cassian, sacando la cabeza por la ventana del coche que suele compartir con mi hermano cuando me le coloco al frente con este encendido.

No había perdido tiempo en seguirlo cuando he escuchado que las palabras "hermanita" habían salido de su boca. Enfurecida y dolida.

—Arranca— espeto, retándolo y me inclino hacia él en el capote del auto— No te llevarías a tu hermanita por delante, ¿o me equivoco?— le suelto con veneno y noto el asomo de sonrisa burlona que quiere arrasarlo completamente.

—¡Vuelve a casa, hazme el favor!— me grita, enojado.

—A mi no me estes pidiendo ningún favor y baja del maldito coche para no bajarte yo misma— me palpita el corazón como si estuviese en una carrera de caballos.

—¿Que es lo que te pasa, maniática?— me gruñe con el entrecejo fruncido, le hecha una mirada a la tal Camille y eso me hace rechinar los dientes. Inhalo y exhalo, ¿ahora va a decirme que con ella es con quien eligió unir su alma?

«Respira...»

Relamo mis labios antes de volver a hablarle con falsa calma, sabiendo que por dentro estaba ardiendo completamente.

—Baja del coche, Cassian.

Sus cejas se alzan de la impresión ante mi semblante totalmente frío.

—¡Bájate!— exijo nuevamente y camino yo misma a la puerta del piloto y se la abro con brusquedad. Sus ojos nunca se apartan de los míos y estos se dicen tantas cosas que, esperaba, algún día nosotros nos dijéramos.

Sintiéndose digno y correcto, le dice algo a la chica a su lado, la cual se ha encontrado confundida todo este momento, y luego baja del coche para cogerme del brazo suavemente, aunque enojado por los mil demonios.

—¿Se puede saber que coño te pasa por la cabeza al pararte frente a un carro ya encendido apunto de arrancar?— gruñe en mi cara y yo alzo el mentón para verlo mejor— ¡No te me vengas a callar ahora que se que tienes muchas cosas que decir!

«¿Que ibas a hacer con ella?»

—No ibas a arrancarlo conmigo ahí.

—¡Eso no significa que lo tengas que hacer!— me reclama— ¿Cual es el motivo de esta rabieta?

—¿Rabieta?— espeto con enojo— Te estas marchando de nuestra fiesta familiar.

—Claro, y eso es lo que te molesta— dice con sarcasmo.

«No»

—Sí.

—Nadie va a notar si me voy por unas horas.

«¿Horas?» siento un dolor inexplicable en el pecho que me hace retroceder.

—Yo lo noté— me tiembla la voz y tengo que aclararme la garganta para que esto desaparezca y para que él no note mi derrumbe.

Cassian bufa con molestia, sin siquiera notar el dolor que estoy cargando justo ahora, la pesadez que no me permitía expresar todo lo que sentía con su presencia ante la mía. Mi corazón le decía que si pero la parte sensata de mi cabeza gritaba que no.

—Que extraño, ya que te he visto muy conmovida con las palabras de tu novio y muy cómoda con su toque.

Su tono aborrecido me hace respirar con fuerza.

—James no es mi novio— niego rápidamente.

—¿Y por que mierdas te estaba tocando?— da un paso más cerca a mi, como si eso fuese posible y baja su cara a la mía— ¿Por que te dejaste poner sus manos encima?

El Mejor Amigo De Mi Hermano. «LIBRO II»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora