Amortentia a las serpientes

3

Estaba acostado en mi cama, intentando relajarme después de las tensiones del día. A pesar de que había pasado ya bastantes horas desde que administramos la poción a Pansy, Blaise y Draco, algo en mi interior no dejaba de preocuparse. Justo cuando estaba a punto de conciliar el sueño, la puerta se abrió de golpe y Hermione entró corriendo, con una expresión de pánico en su rostro.

_ Chicos, creo que no funcionó ,dijo, con su voz temblando ligeramente.

Ron se sentó de inmediato, _ ¿Por qué, Hermione? —preguntó, con su tono urgente.

_ Pansy me agarró abrazada otra vez. Me libré de ella diciéndole que iba a cambiarme, pero está esperándome afuera. Blaise anda buscando a Ron, y el único que no he visto es a Draco, explicó Hermione rápidamente, con sus ojos buscando una respuesta en los nuestros.

Al escuchar el nombre de Draco, sentí una oleada de nerviosismo recorrer mi cuerpo. Me incorporé en la cama, intentando procesar lo que Hermione acababa de decir.

_ ¿Estás segura, Hermione? pregunté, con una mezcla de miedo y esperanza.

Ella asintió firmemente, con sus ojos mostrando la misma inquietud que sentía yo.

—Yo creo que es porque la poción fue demasiado fuerte. Ahora que lo pienso,  cuando le di la poción a Draco, no pareció haber cambiado tanto, reflexioné, recordando el momento exacto en que le ofrecí el vaso de jugo.

Hermione se mordió el labio, pensando rápidamente.

_ Tal vez la poción solo redujo un poco el efecto de la Amortentia, pero no lo eliminó por completo, sugirió.

Ron, intentando aliviar la tensión, bromeó, _ Lo único bueno es que Blaise me busca comida.

Hermione, indignada, agarró una almohada y se la tiró.

Mientras ellos discutían, mi mente no dejaba de correr. ¿Será cierto?¿Será que realmente tenía otra oportunidad, aunque fuera breve? La incertidumbre y la posibilidad me llenaban de emociones. Mi corazón parecía brincar de alegría ante la posibilidad. No podía evitar sentir una pequeña chispa de esperanza en medio de toda la confusión.

De repente, la puerta se abrió de nuevo y entró Pansy, con una gran sonrisa en su rostro.

_ ¡Aquí estás! dijo, corriendo hacia Hermione y abrazándola con fuerza.

Hermione, sorprendida, intentó apartarse.

_ ¿Cómo entraste? preguntó, tratando de mantener la calma.

_ Pues, cuando entró un Gryffindor, entré detrás de él. respondió Pansy con una sonrisa triunfante.

Miré a Ron, quien parecía igual de sorprendido que yo. La situación se estaba volviendo cada vez más complicada. La poción claramente no había funcionado como esperábamos.

Pansy miro a Hermione con una sonrisa radiante.

_ Hermione, salgamos. Quiero tomar una cerveza de mantequilla contigo, dijo, con una voz suplicante.

Hermione se removió incómoda, tratando de pensar en una excusa.

_ Bueno, Pansy, es que... yo...

Antes de que pudiera negarse, Pansy puso la carita más triste que jamás había visto, sus ojos llenándose de lágrimas fingidas y haciendo un puchero perfecto. Fue imposible no sentir un pequeño tirón de simpatía, y cuando miré a Hermione, noté que sus ojos comenzaban a doblegarse ante la ternura manipuladora de Pansy. Me causó tanta gracia que no pude evitar soltar una carcajada.

Hermione me fulminó con la mirada, claramente irritada por mi risa.

_ Está bien, Pansy, salgamos. También quiero un poco de aire, dijo, resignada.