Capitulo 3

184 10 39
                                    

Enzo cerró la puerta lentamente, sintiendo cómo el peso de la soledad volvía a caer sobre él. Se quedó apoyado contra la puerta por unos segundos, tratando de procesar la interacción que acababa de tener. Sabía que necesitaba encontrar una manera de lidiar con sus sentimientos y su situación, pero no estaba seguro de cómo hacerlo.

El tiempo pasó lentamente, y el día se convirtió en tarde. Enzo decidió salir a caminar, necesitaba aire fresco y un cambio de escenario. Caminó sin rumbo fijo, disfrutando de la brisa y del bullicio de la ciudad que lo rodeaba. A veces, perderse en el anonimato de la multitud era un alivio.

Después de un rato, encontró un pequeño parque y se sentó en un banco, observando a la gente que pasaba. Parejas paseando de la mano, niños jugando, ciclistas pasando a toda velocidad. Todo parecía tan simple para ellos.

"¿Por qué no puede ser así de simple para mí?" pensó Enzo, sintiendo una mezcla de envidia y resignación.

...

Después de limpiar la cocina, se sirvió un vaso de agua y se sentó en el sofá, mirando el techo. La casa estaba demasiado silenciosa, el tipo de silencio que amplifica los pensamientos no deseados.

Necesitaba callar sus pensamientos de alguna manera, se dirigió a su estante y saco una botella de vino, una copa y camino de nuevo al sofá.

El cielo fuera comenzaba a oscurecerse, y las luces de la ciudad se encendían una a una. Enzo se levantó y se acercó a la ventana, observando el paisaje urbano que ahora brillaba con una luz nueva.

Enzo vertió el vino en la copa, observando cómo el líquido rojo llenaba el vidrio. Tomó un sorbo, permitiendo que el sabor amargo se extendiera por su boca, y luego se recostó en el sofá, tratando de encontrar consuelo.

Encendió la televisión, buscando algo que pudiera distraerlo, pero ningún programa lograba captar su atención. Cambió de canal repetidamente, hasta que finalmente se rindió y apagó el televisor. El silencio volvió a envolver la habitación, pesado y opresivo.

El sonido de su teléfono Irrumpio en el silencio tan horrible de su apartamento. Un mensaje que no esperaba y que tampoco quería, un mensaje de Matías, tomo el teléfono y lo arrojo quien sabe dónde, volvió a llenar la copa, se sentía patético.

No podía evitar preguntarse cómo había llegado a este punto, sintiéndose tan desconectado de los demás y de sí mismo.

...

Era casi media noche, Enzo despertó por un sonido fuera de su apartamento, el se había quedado dormido en el sofá después de un par de copas más, se levantó al escuchar el timbre sonar repetidas veces, su sorpresa no fue tan grata como esperaba, Matias estaba en la puerta.

Se quedó mirándolo por unos segundos, tratando de entender por qué estaba allí. Aún estaba un poco ebrio asi que pensó que estaba alucinando.

—¿Puedo pasar?— pregunto el castaño ahí parado.

Enzo se hizo a un costado para que el chico pudiera entrar a la casa, se apresuró a tomar la botella vacía y la copa y llevarlas a la cocina. —Perdon, no esperaba visitas.

Matías no era muy partidario de que su amigo tomara alcohol.

—¿Estuviste bebiendo Enzo?— pregunto un poco molesto

𝙈𝙖𝙡𝙚 ( 𝔼𝕟𝕫𝕠 𝕍𝕠𝕘𝕣𝕚𝕟𝕔𝕚𝕔 𝕩 𝕄𝕒𝕥𝕚𝕒𝕤 ℝ𝕖𝕔𝕒𝕝𝕥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora