𝙈𝙖𝙡𝙚 ( 𝔼𝕟𝕫𝕠 𝕍𝕠𝕘𝕣𝕚𝕟𝕔𝕚𝕔 𝕩 𝕄𝕒𝕥𝕚𝕒𝕤 ℝ𝕖𝕔𝕒𝕝𝕥)

Capítulo 4

Después de lo acontecido esa noche, Matías tenía un conflicto interno, no había logrado hablar del tema con Enzo pero eso no impedía que la imagen de aquel beso se repitiera una y otra vez como si fuera un disco rayado, ¿Había algún problema con eso? Si, había más de un problema; Matías estaba con Malena, ese era el problema 1 y por otro lado, quería volver a sentir los labios de Enzo.

"¿Qué se supone que haga ahora?" pensó, sintiendo un nudo en el estómago. No podía negar lo que había sentido durante ese beso, pero tampoco podía ignorar la realidad: estaba con Malena. Amaba a Malena, o al menos eso era lo que siempre había creído.

Matías sacudió la cabeza, como si con ese gesto pudiera deshacerse de sus pensamientos. No quería lidiar con esto, no ahora. Lo único que sabía con certeza era que no podía simplemente volver a casa como si nada hubiera pasado.

Tomó su teléfono y, con manos temblorosas, escribió un mensaje a Malena: "Necesito tiempo para pensar. Nos vemos mañana". Dudó un momento antes de enviarlo, pero finalmente presionó "enviar". Guardó el teléfono en el bolsillo y comenzó a caminar.

Finalmente, cuando el cansancio comenzó a vencerlo, se detuvo frente a un café que aún estaba abierto. Entró y se sentó en una de las mesas junto a la ventana, pidiendo un café solo, como si la cafeína pudiera darle la claridad que tanto necesitaba. Mientras esperaba, miró su reflejo en el vidrio de la ventana, viendo a un hombre que ya no estaba seguro de quién era o qué quería.

Pero entonces, una idea comenzó a tomar forma en su mente, una que lo inquietaba y lo intrigaba a partes iguales. ¿Y si Enzo no era el único que sentía algo más en esa amistad? ¿Y si Matías también había estado reprimiendo sus propios sentimientos todo este tiempo?

Jugueteo con la taza en sus manos, su mente supo que quizás hablar con Enzo era una buena opción.

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—¿Puedo pasar?— pregunto la chica, Enzo no tuvo opción, se hizo para un lado y la dejo pasar

—¿Esta todo bien?— Pregunto Enzo confuso, se apresuró a limpiar un poco. —Disculpa, no planeaba visitas...

—No te preocupes— dijo Malena y se sentó en el sofá. —Enzo seré directa... Necesito que convenzas a Matías.

—¿Que?— pregunto Enzo mirando a la chica.

—Si! Tu eres su amigo, seguro a ti si te escucha! — Dijo Malena rápidamente —De verdad no quiero terminar con el porque es un chico encantador, lo amo demasiado pero...

—¿Pero?— Pregunto el morocho.

La chica soltó un suspiro.
—Quiero experimentar! No sé, probar cosas nuevas! Pero no lo quiero dejar...

—A ver a ver...— Interrumpió Enzo rápidamente. —¿Quieres que yo hablé con el para que te deje tener aventuras con alguien más mientras lo tienes a él solo porque no lo quieres dejar?— Suspiro indignado.

—Tampoco lo pongas así...— Dijo Malena riendo un poco —Suena terrible.

—Es básicamente lo que me estás pidiendo Malena— Estaba serio, ¿Quien se creía para venir a pedirle esa clase de favores?

—Enzo, no seas tonto, nos conviene a los dos... —Enzo se quedó petrificado.

—¿A-a que te refieres?— dijo titubeante.

—No soy tonta, se muy bien que no querés a Matías como a tu amigo simplemente— Dijo la chica con una expresión seria.

Enzo se quedó sin palabras, sintiendo cómo su corazón se aceleraba. La revelación de Malena lo había dejado aturdido. ¿Desde cuándo lo sabía? ¿Matías le había contado algo?