Capitulo 6

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Un mes había pasado, las cosas no estaban del todo claras, cabe recalcar que Matías y Malena aún estaban juntos ante el resto de la gente pero había una frialdad palpable entre ellos. Matías, aunque aún acudía a sus citas y eventos sociales con ella, ya no podía ignorar lo que sentía por Enzo. Lo negaba, lo enterraba, pero siempre volvía, como una sombra que lo seguía.

Cada vez que veía a Enzo, sentía cómo esa sombra se hacía más grande, más pesada. Aun seguía visitando y frecuentando a Sofía, solía llevarla a las reuniones, y todos parecían encantados con ella y eso no le hacía gracia a Matías por obvias razones.

Sofía, siempre sonriente y carismática, parecía disfrutar de su cercanía con Enzo, lo que solo intensificaba el conflicto interno de Matías. A veces, cuando estaban en reuniones, observaba desde lejos cómo Sofía y Enzo reían y conversaban, mientras una punzada de celos lo invadía. ¿Por qué Sofía podía estar tan cerca de Enzo y él no?

Era el cumpleaños de Rafa, como era de esperarse, todos sus amigos se encontraban ahí; era una reunión en casa, Sofía como siempre estaba junto a Enzo.

Matías llegó un rato después, estaba solo, para sorpresa de muchos, Malena no habia podido ir porque tenía un viaje familiar.

El ambiente empeoraba si no tenía con quien estar...

Matías entró al lugar con una sonrisa forzada, saludando a sus amigos, pero con la mirada perdida, buscando inconscientemente a Enzo. Cuando lo encontró, vio la escena que había temido: Sofía y Enzo conversando en una esquina, demasiado cómodos. La risa de Sofía llenaba el aire, y Enzo parecía igual de entretenido. Matías sintió una ola de calor recorrer su cuerpo, no de envidia... O quizás si.

Enzo no lo había visto entrar, o quizás lo estaba ignorando. Matías ya no podía distinguir si su angustia era por lo que él sentía por Enzo o por la sensación de que Enzo podría mirarla de la misma manera que a él. ¿Y si Sofía sí lograba captar su atención?

Mordió el borde del vaso que tenía en la mano, tan fuerte que juro escuchar el cristal quebrase. Matías miró el vaso, sorprendido por la tensión que había acumulado en su cuerpo. Sin embargo, nadie parecía haber notado el pequeño incidente, o al menos, nadie lo mencionó. Se obligó a soltarlo, dejandolo en mesa, el sabor metálico en su boca lo alarmó un poco.

Comenzó a caminar en busca del baño o la cocina, necesitaba un momento de soledad para recomponerse, para dejar de pensar en cómo la risa de Sofía y Enzo seguía resonando en su cabeza.

Encontró la cocina vacía, un santuario momentáneo lejos del caos. Cerró la puerta detrás de él y se apoyó contra la encimera, cerrando los ojos por un segundo, tratando de respirar profundamente para calmar el temblor en sus manos.

El sabor metálico seguía ahí, un recordatorio tangible de lo mucho que había estado conteniendo. Se enjuagó la boca con un poco de agua, pero el alivio fue solo momentáneo.

Justo cuando comenzaba a sentirse un poco más tranquilo, la puerta se abrió lentamente. Matías levantó la vista y vio a Sofía entrando con una sonrisa despreocupada, la misma sonrisa que lo había inquietado toda la noche. Enzo entro tras ella, Vaya noche de mierda.

—¿Mati?— Hablo Enzo mirándolo con una sonrisa.

Matías cubrió su labio evitando las preguntas.

𝙈𝙖𝙡𝙚 ( 𝔼𝕟𝕫𝕠 𝕍𝕠𝕘𝕣𝕚𝕟𝕔𝕚𝕔 𝕩 𝕄𝕒𝕥𝕚𝕒𝕤 ℝ𝕖𝕔𝕒𝕝𝕥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora