Capítulo IV: -Hasta el cansancio.-

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-¿Puedes entrenar conmigo un poco más?-

Me había congelado ante su pregunta, ¡¿acaso tenía resistencia infinita?!

Sin embargo al buscar alguna señal que diera a entender que estaba bromeando, no encontré ni siquiera un rastro de deshonestidad o sarcasmo. Era la pura verdad así que me dispuse a responder con la misma honestidad.

-..No.-

-..¡¿Qué?! ¡¿Por qué no?!-

Como me lo esperaba se puso como loco pero no podía decirle que sí porque tenían que cerrar el gimnasio y no podía quedarme hasta tan tarde como él quisiera porque tenía que comprar algo y tenía que hacer tarea. Si de por si ya estaba muy cansado.

-Bokuto-san, perdón pero no puedo, tengo que hacer bastantes cosas y tengo el tiempo contado, además tienen que cerrar el gimnasio y no podemos regresar a casa tan tarde.-

-¡Pero Agaasheeee...!- El búho se desanimó de manera tan notable que se le desinfló el cabello pero murmuró algo que me sorprendió.

"Nadie nunca quiere entrenar conmigo..."

Por más que mi conciencia me decía que debía hacer mis deberes algo en la voz del mayor me dijo que debía al menos debería quedarme un rato para no afectarlo. Eran las 8 y podía desvelarme si quería ya que yo me hacía cargo de mi horario de sueño y estudio.

-Bokuto-san.-

El mayor se giró con esperanza en sus ojos ante mi llamada de atención hacia él.

-Vayamos a pedirle las llaves a Komi-san, no perdamos tiempo.-

Bokuto chilló de la emoción y sonrió mientras le lanzaba a abrazarme, que debido al repentino contacto me sonrojé hasta las orejas.

"A veces puedes hacer cosas muy repentinas eh, ¿Bokuto-san?"

Le devolví el abrazo lentamente pero me paré para que Bokuto me dirigiera al cuarto de club en donde preguntamos por Komi, el cual resultó que ya había ido a cerrar el gimnasio. Bokuto suspiró y nos fuimos pero mientras bajamos las escaleras Bokuto me dijo lo siguiente:

-Akaashi, no siempre es necesario una cancha para jugar voleibol, ¿o sí?-

Esto me sorprendió, era la temporada de otoño pero sin embargo mientras más noche más frío se volvía el clima y me giré a mirarlo en shock mientras sacaba una pelota del dicho deporte de su bolsa.

-Em... ¿Bokuto-san?-

Bokuto se volvió a hacia mí curioso y sus penetrantes ojos dorados mandaron escalofríos a recorrer mi espalda mientras me miraba expectante a lo que le diría a continuación.

-¿No crees que es malo quedaron afuera con este frío? No me gustaría que nos resfriáramos.- Bokuto suspiró y se sentó en las escaleras de la entrada al gimnasio mientras se daba pases a sí mismo.

-Akaashi, tenemos nuestras chaquetas para el frío..-

El mayor hizo una pequeña pausa y después dijo algo que la verdad no esperaría que dijera.

-No quieres entrenar conmigo, ¿cierto?-

El búho sonaba triste pero aún había seriedad en su voz, eso me quebrantó un poco el corazón. Ver que su característico semblante saludable y sonriente había cambiado a uno tranquilo pero triste, sin embargo me senté a su lado y tomé el valor suficiente para hablar.

-Bokuto-san.. eso no es así, tengo cosas que hacer pero no por nada estoy aquí contigo, ¿o sí?-

Si, la verdad no quería estar en el frío y quería irme pero todo.. creo que todo lo hacía solo por él...

El búho se giró perplejo a verme y una lágrima se le salió mientras hacía un puchero como si fuera un perrito triste. Ante esto yo también me quedé sorprendido al verlo lagrimear pero de inmediato lo consolé.

-Perdón si de verdad estás muy ocupado, yo- .-

No supe que hacer en ese momento pero lo primero que se me había venido a la cabeza fue lo que hice. 


Y si se preguntan que fue lo que hice, sip, lo abracé a mi pecho.

Los 2 nos sorprendimos pero no lo solté y él pronto me devolvió el abrazo mientras nuestras respiraciones se calmaban poco a poco, nos quedamos ahí por unos segundos pero no aguanté por el rubor que subía por mis mejillas y las teñía de un rojo vivo.

Cuando nos dejamos ir me volteé hacia abajo para que no pudiera ver mi rubor, que la verdad, no sabía el porque me ruborizaba pero Bokuto habló.

-Akaashi.- Su voz fue como un susurro, algo muy gentil pero no por eso perdía su tono alegre.

-Sé a donde podemos ir a jugar.-

El peligris me sonrió mientras tomaba sus cosas y las guardaba con una sonrisa en su rostro, esta siendo más leve.

-¿Qué esperas Akaashi? Vámonos.- Me miró y lo seguí.

Bokuto y yo saludamos al guardia el cual nos dejó salir de la escuela mientras Bokuto tomaba mi mano e íbamos corriendo por las calles no muy pobladas debido a que se hacía cada vez más oscuro en la iluminada ciudad cuando se me prendió el foco.

-Espera Bokuto-san, ¿tus padres saben que llegarás tarde?-

Bokuto siguió corriendo conmigo por la acera de una de las calles mientras me asentía, ante esto suspiré aliviado y paramos frente a un enorme campo de futbol mientras que detrás de todo el campo se encontraba un gimnasio donde estaban las luces iluminando. 

Bokuto me soltó de la mano y me guió hasta el gimnasio donde se encontraba vacío más solo estaban los de seguridad. Bokuto se acercó y de inmediato nos dejaron pasar dejando a la vista unas canchas de voleibol.

-¡Vamos Akaashi!- Bokuto me dijo sonriendo mientras corría hacia una de las canchas a prepararla mientras ponía sus cosas en el piso.

"Este lugar... está calentito."

Ayudé a Bokuto a colocar la red y en cuanto acabamos él sacó el balón de su bolsa y nos pusimos a practicar.

El aura que emanaba era de pura felicidad y mientras nos lanzábamos pases nos contamos muchas cosas, yo incluso le conté sobre mi secundaria y Bokuto parecía muy feliz de tener a alguien con quien gastar todas sus energías.

-Sabes Akaashi, eres la primera persona que conozco que es tan educada pero...-

Pensé que diría algo negativo sobre mi actitud y hábitos pero no.

-Sin embargo... creo que eres mi mejor amigo. Eres amable y gentil con todos, también los respetas... Es algo digno de admirar sin duda, te esfuerzas por todo y no esperas nada a cambio.-

Por alguna razón sentí esa sensación que todos tenemos en el estómago cuando estamos nerviosos pero creo que mi caso era diferente... me sentí feliz. Sonreí levemente ante las palabras de mi ahora amigo mientras le daba una colocación que el mayor remató gustoso.

-Bokuto-san, me alegro de haberte conocido.-

Le dediqué mi primera sonrisa mostrando los dientes, era sincera y al parecer esto reinició el Windows de Bokuto porque se quedó embobado viéndome mientras se acercaba y me abrazaba.

-Gracias 'Kaashi.-

Después de eso nos quedamos entrenando hasta que nos dolieran las piernas y brazos, luego nos fuimos a casa y yo quedé satisfecho con mi día.

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¡Holaaaa! Perdón x no haber estado publicando capítulos tan seguidos pero es q me la paso en el celular y no puedo escribir por ahí :(

¡En fin, les quería decir q subí este capítulo y el anterior para compensarlo. Si encuentran errores por favor háganmelo saber para corregirlo jaja, los quiero muxo!

Atte: Autora

Cambio y fuera skibidis ;)




Cuantas veces sea necesario (BokuAka +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora