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Cuando Seokjin llegó a su pequeño departamento algunas cajas ya estaban desempacadas y las demás estaban apiladas en un lugar específico donde no estorbaran, repasando el lugar con la mirada no encontró a Jungkook hasta que escuchó la puerta del baño abrirse mientras él iba sacándose los zapatos.

—¡Daddy! —Le sonrió feliz con toalla a la cadera y una pequeña en uno de sus hombros.

Seokjin observó las gotas de agua en su cuerpo, en su cabello, en su pecho contorneando sus pectorales definidos y como algunas recorrían en medio de su abdomen ligeramente marcado.

—Date prisa que mojaras el suelo. —Dijo dejando la bolsa con comida que traía consigo, entreteniéndose sacando las cosas de ella.

—Que bueno que ya llegaste, te extrañé. —El menor lo abrazó por el costando dejando un beso en su mejilla lleno de cariño y adoración logrando que Seokjin sonriera. —Me di una ducha porque sude mucho hoy.

Con puchero en sus labios se alejó de Seokjin para irse a cambiar, mientras el mayor buscaba platos y utensilios en su pequeña cocina.

—Yoongi preguntó por ti, más tarde vendrá porque quiere saber cómo estás. Y bueno, ninguno de los dos estábamos tranquilos sabiendo que estabas aquí solo. —Seokjin se recargó en la encimera viendo a donde Jungkook se había ido, que era un rinconcito donde desde su lugar no podía verlo.

—Pero les respondí todo el día a sus mensajes. —Respondió cansado el pelinegro.

Seokjin entonces notó algo que en la mañana no estaba en su casa, cajas de cereal acomodadas perfectamente frente a él, con el ceño fruncido se acercó mirando que estaban nuevas y entonces se volvió a girar a su cocina y abrió los estantes, llenos de productos, no había un espacio sin llenar, todos bien acomodados para caber en la alacena.

—¿Qué es esto? —De pronto se sintió muy tenso. —¿De donde salió todo esto, Jungkook?

El nombrado caminó hasta el mayor mordiendo su labio inferior con nerviosismo, sentía que había hecho algo malo cuando no era así.

—Salí a comprar comida antes de que pudieran quitarme las tarjetas. —Kim lo miró, con ojos vacíos, como si su alma hubiera abandonado su cuerpo. —No sabía hasta cuando las tendría y necesitaba aprovechar, sabes que necesito muchas cosas y no quería ser una carga para ti más adelante.

—Saliste. —No era una pregunta. —Saliste de casa cuando te dije claramente que no lo hicieras.

—Quería ser de ayuda. —Jungkook junto sus manos mirando hacia abajo, jugando nervioso con sus dedos.

—¿Y que si te perdías? ¿Y que si te rastreaban? ¿Y que si te pasaba algo? —Seokjin sentía que estaba a nada de reventar de coraje, de miedo.

—Estaba pensando en nosotros, esto está pasando por mi, no quería quedarme de brazos cruzados. Compré comida para unas dos semanas o más, además también compré mis cosas de little e incluso compré una cama para nosotros. —Dijo ilusionado acercándose al mayor, con ojos brillosos.

—Me desobedeciste. —El castaño miraba las cosas frente a él. —No seguiste la orden que te di. No quiero ni pensar en si te hubieras perdido, Jungkook. Esta zona no es como lo que tú conoces. ¡Te pudo pasar algo!

El menor entonces sintió que el preciso lugar en el que estaban lo asfixiaba, esa cocina en el pasillo tan pequeño antes de entrar al departamento, además de la situación en sí lo ponían mal y por primera vez sintió que su corazón dolía.

—¡Soy un adulto funcional, Seokjin! —Su garganta también dolió. —Me puedo valer por mi mismo el momento en que yo así lo decida. No soy un estupido que no sabe usar un gps o pedir ayuda en la calle, puedo hacer el súper, puedo estudiar, puedo hacer trámites e ir al doctor yo solo. Cuando yo... —Sollozo mirando al castaño frente a él. —Cuando yo te llamó a ti y pido tu ayuda no es porque yo no pueda, es porque tú me haces sentir seguro. No tienes que cuidarme todo el tiempo, no te quedes con la imagen mía de little, soy tu pareja y quiero que me veas también como eso, no como un niño indefenso que tienes que cuidar 24/7.

—No hago eso, sabes que puedo respetar tus dos espacios. —Seokjin suavizó su mirada, no quería verlo así, destrozado.

—Sé que es nuevo para ti. —El pelinegro limpió su mejilla. —Pero ha pasado un tiempo y tú llevas la sobreprotección a niveles muy altos y te estoy agradecido por quererme de esa manera, pero mírame... —Jeon se acercó tomando las manos del mayor poniéndolas en su cadera. —Mírame bien, soy un hombre adulto, puedo pensar como uno, aunque me guste más estar en little, sé reconocer mi big space y quiero que tú también lo hagas. ¡Ni siquiera puedes desearme! —Es algo que había pensado los últimos días antes de que pasara lo de sus padres, Seokjin nunca lo dejaba ir a más cuando se besaban. —¿No te gusto? —Metió las manos del mayor bajo su suéter haciéndolo acariciar su piel, el mayor tragando saliva y mirando sus ojos, diciendo más con ellos porque ninguna palabra salía de su boca. —Sé que eres un hombre fuerte, que puede tomarme en el momento que quiera, puedo ver en ti y la forma en que a veces me tocas el libido que existe en tu cuerpo, pero entonces te haces consciente de mi y es como si ningún deseo existiera en ti, me moleta, eso me molesta mucho Seokjin.

—No quiero faltarte al respeto de ninguna manera, yo no podría hacer nada más si tú no me das permiso. —Dijo, con ojos brillosos también. —Me destrozaría el corazón si llego a lastimarte a ti, me da miedo ser inapropiado con Jungoo.

—Te ayudaré a ver la diferencia, jamás me he sentido inseguro contigo, Jinnie. Ni siquiera cuando aún no sabías de mi age regression. Seguiremos aprendiendo juntos. —Jungkook tragó el nudo en su garganta. —Te lo prometo.

Seokjin asintió abrazándose a él sintiendo la calidez de sus cuerpo que encajaban perfectamente, ya no sabía quién estaba reconfortando a quien.

—Lo siento, por hablarte de esa manera. —Habló el mayor aún en el abrazo. —Es solo que me aterró la idea de que algo malo te llegue a pasar.

—Está bien, yo también te pido disculpas. Es nuestro primer día viviendo juntos y no quiero que los demás sean así. —Se separó de los brazos del mayor y le dió un pico en los labios.

—Pero ya hay que comer que eso se va a enfriar y no estará tan rico.

Seokjin sonrió y asintió tomando los desechables con pollo frito pidiéndole con una seña que tomara los utensilios y lo siguiera a la pequeña mesita que tenía.

Jungkook sabía que debían hablar mucho más, el pelinegro sabía que debía explicarle muchas cosas pero aún no se sentía preparado para soltar la nube rosa y de perfección que Seokjin había traído consigo.



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No estoy segura cada cuanto serán las actualizaciones, solo estoy segura de que no quiero dejar esta historia en el olvido.

Dejen aquí lo que les gustaría ver de estos dos, y también de los demás personajes claro 🤭

Agradecerles infinitamente a quienes siguen aquí y me dejaron comentarios en el anterior, no saben lo bonito que sintió mi corazón al saber que aunque ha pasado mucho aún siguen apoyando la historia 🥹

I'm Your Babie [AU JinKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora