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Fanfic Lucemond.
Los personajes mencionado son obra del autor George R R Martin y...
Nota: las etiquetas de la historia comienzan a tener sentido. Nada más jajajja advierto. Me dolió escribir los últimos párrafos. Disfruten la lectura ¡Los amo! ¡Gracias por esas mil vistas! Capítulo largo para celebrar. 9k+
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La tristeza había sido su acompañante durante los días que Aemond llevaba fuera, la necesidad de estar con él era abrumadora los recuerdos solo hacían aumentar su desasosiego, si cerraba los ojos todavía podía sentir las caricias del alfa en su piel, ni siquiera el tiempo que pasaba con sus hermanos hacían disminuir su tristeza por la ausencia de su alfa. Lucerys lo sabía Aemond era su alfa y así sería siempre, no se veía con alguien más que no fuera el.
Solo por la intervención de los gemelos fue que volvió a hablar con sus abuelos, tal como su padre lo había dicho se estaba comportando como un cachorro y ya no lo era, no desde que yacio entre sus brazos, no desde que este tomo todo de el para luego abandonarlo. Se tragó cualquier sentimientos que pudiera estar oprimiendo su pecho e intento seguir con su rutina en la isla.
Corlys aprovecho para acaparar bastante de su tiempo instruyéndolo en varios temas con respecto a su futuro señorío de Drifmark, este era feliz enseñándole sobre mapas, rutas y todo lo que a la navegación se refiriera, Lucerys aprendía rápido y Corlys aseguraba que no podría tener mejor heredero que el, a pesar de todas las críticas que recibía seguido por dejar su legado en manos de un omega, era como si la gente olvidará que el también lo era, la serpiente marina defendía a capa y espada su decisión Lucerys era hijo de Baela y ella había sido su heredera desde que Laena renunció a ese derecho, Baela lo acepto gustosa y estaba emocionada por aprender todo lo que su padre le enseñará, más la tragedia llegó demasiado pronto arrebatandosela, Corlys decidió que Luke sería su heredero le importaba poco lo que los demás dijeran era su decisión y no había nada que lo hiciera cambiar de opinión.
Después de terminar sus estudios con su abuelo Luke se dirigió al patio de entrenamiento Ser Erryk ya lo esperaba ahí, estuvieron bastante tiempo entrenando, con el Ser siendo paciente con Luke ya que este estaba demasiado distraído y la práctica no estaba rindiendo demasiados frutos.
—Sera mejor que lo dejemos para después mi príncipe. —había sugerido el hombre, Luke solo asintió dejando su espada en la mesa de armas.
Desde hace un par de días la necesidad de tener a Aemond a su lado había aumentado, casi una luna había pasado ya desde su partida y Luke no podía sentirse menos desdichado ante eso, incluso había llegado a dormir en la habitación de su padre las prendas de este le servían para calmar su deseo por tenerlo cerca, si sus abuelos se habían dado cuenta de eso no mencionaron nada a el tampoco le importaba, lo que también ayudaba eran sus hermanos estos al ser alfas habían heredado una parte del aroma de su padre en el propio, mientras estaba con ellos se sentía tranquilo pero en la soledad de su habitación la añoranza se hacía enorme hundiendolo en un abismo de tristeza e insertidumbre al no saber que sería de ellos cuando Aemond volviera.
