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Fanfic Lucemond.
Los personajes mencionado son obra del autor George R R Martin y...
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El agua de la tina se había enfriado hace mucho pero la verdad era que el no deseaba salir de ahí, al hacerlo tendría que enfrentarse a todo lo que evitó el día anterior, se sentía avergonzado por su actuar pero la realidad lo sobrepasó y recordar lo sucedido con su padre, Euron y Ser Erryk no le hacía bien todo lo contrario hacia que las palabras de aquel hombre en la plaza cobrarán sentido, sabía que no debía tomarles importancia pero era inevitable no hacerlo.
Decidió salir por fin tenía que estar listo para la comida, no había querido salir de sus aposentos durante la mañana, había sido muy descortés de su parte siendo el heredero de su abuelo no recibir a la princesa Olenna pero su abuela dijo que no había problema que descansara lo necesario y que los acompañará después a comer, el momento había llegado y a decir verdad estaba nervioso, había huido de Euron y volverlo a ver lo hacía dudar, todo lo que sintió cuando estuvo entre sus brazos contrario a lo que pensaba se sintió demasiado bien, se sintió cuidado querido. Amado. Sus mejillas se enrojecieron al recordar lo sucedido, las manos fuertes del alfa tocándolo, sus labios acariciando su cuello y esa barba rasposa que le hacía cosquillas.
—¿Estas listo? —nego alejando tales pensamientos.
—En un momento salgo abuela.
—¿Puedo entrar?
—Pasa.
Ya estaba casi listo solo le faltaba acomodar sus botas y su jubón, tenía que dar una buena impresión a sus invitados.
—¿Todo bien? —quiso saber la alfa, el asintió—. Sabes que me gusta ser directa así que no andaré con rodeos. —se tenso un poco no imaginando de que querría hablar su abuela.
—¿Pasó algo? —Rhaenys no contesto sentándose en el diván junto a la ventana mientras el la observaba algo preocupado terminando de vestirse.
—Euron nos contó lo que sucedió en el pueblo. —suspiro sabiendo hacía donde iría la conversación—. Conozco esa cabecita tuya y se que por más que te digamos tu emitiste tu propio juicio con respecto a lo dicho por ese hombre. —se sentó en la cama sabiendo que era verdad—. Así que solo te diré algo Luke. Lo que pasó con tu padre. —se incómodo de inmediato, no habían vuelto a tocar ese tema desde hace mucho—. No lo puedo juzgar. ¿Te sorprende? —asintio, su abuela sonrió—. Se lo que dije y lo sigo manteniendo. . . Pero no me puedo interponer en tus decisiones. Solo quiero que sepas que aceptaré cualquiera que tomes, lo único que me importa es verte feliz Lucerys.
